Considera Miguel Hómez Bolaños, personalidad de la Educación villaclareña
Por Ricardo R. González
Fotos: Ramón Barreras Valdés
Quizás la existencia de Miguel Hómez Bolaños esté llena de reflexiones que la agrega como máximas en su vida. La experiencia acumulada en sus 74 años, marcados aún por su utilidad, lo lleva a afirmar que «soy más educador que económico», porque, sin dudas, resultó la que lo formó.
Cada vivencia o lección le deja un aprendizaje y ese algo que nunca ha olvidado porque «el problema más grande que tengas en lo personal «tiene que ser más pequeño que el de otras personas, por ello hay que escuchar y ofrecer respuestas convincentes».
Con estos presupuestos se adentra la plática con quien constituye una personalidad de la Educación villaclareña, según el sentir y opinión de sus compañeros, mas con la credencial que lo primero a demostrar resulta la cualidad humana de las personas.
Suma 55 años de labor en el sector, aunque haya transitado por diversas responsabilidades desde sus inicios, en 1969, como operador de planta de radio a fin de garantizar la comunicación con diferentes sitios de la antigua provincia de Las Villas.
En la actualidad asume la jefatura del departamento de Planificación de Recursos e Inversiones de la Dirección Provincial de Educación, y en el marco de la Jornada por el Día del Educador vale acercarse a su trayectoria.
— De manera resumida ¿cuáles han sido sus principales objetivos laborales?
— Estuve un tiempo en el departamento de producción de medios de enseñanza de la Ciudad Escolar Abel Santamaría, al frente de la sección económica, y a partir de ese momento me he dedicado a la economía en la educación hasta llegar a la actividad presupuestada al producirse la división político administrativa como auxiliar de contabilidad.
El tiempo pasó y me designaron especialista de contabilidad y costo en Educación Provincial por unos tres años hasta pasar al departamento de Planificación y Finanzas, y ya en 1987 ocupo la responsabilidad de subdirector económico de Educación Provincial durante 23 años y llego a la jefatura de la sección de contabilidad hace unos 13 o 14 años.
— ¿Y su vínculo con el sistema de perfeccionamiento educacional?
— Es un tema variado y con múltiples aristas, por ello el seguimiento a todo lo inherente al aprendizaje, a la mejor impartición de las clases, sin descartar la connotación económica porque hay que medir con qué eficiencia se maneja el presupuesto de la educación, y en este sentido se ha trabajado en diversos aspectos y en los factores que inciden —y deciden— en el proceso educativo a fin de lograr mejor eficiencia en el uso de los recursos.
— ¿Pudiéramos decir la parte metodológica de la economía de la educación?
— En efecto, con proyectos de investigación para la formación de máster y doctores que no escapan de las innovaciones y racionalizaciones del sector con loables resultados. En este sentido tenemos varios laureados, entre ellos 13 compañeros con el Sello 8 de Octubre, la más alta distinción que otorga la ANIR en Cuba.
— ¿Usted lleva más de 50 años dedicado a la economía; sin embargo, sus experiencias se extienden al plano nacional e internacional?
— Participamos en documentos de implementación en el país a partir de las experiencias de Villa Clara. También en prácticas internacionales en torno a las políticas educativas a partir del financiamiento acorde con las características en América Latina y las realidades cubanas llevadas a la Argentina y Venezuela.
— Qué papel le otorga al nexo con los educandos más allá de lo meramente docente?
— Sería injustificable hablar del sistema educacional sin ese nexo. Vital en todas las enseñanzas, conocer particularidades y problemáticas, y en particular el caso de la técnico—profesional fusionados a los actores económicos en la estrategia docente productiva, sin descuidar el resto de aquellas temáticas que puedan favorecer la calidad de la educación para demostrar las razones de por qué es necesario que la educación tenga una verdadera base económica respaldada por el análisis presupuestario.
— ¿Qué queda de aquel campesino nacido en el Escambray, residente luego en una zona de San Diego del Valle, y que al concluir el sexto grado tuvo que adentrarse en el sistema becario?
— Diría que mucho, a partir de la honestidad inculcada por mis padres como raíces no se olvidan y es triste quien lo haga, a pesar de que me acompaña una discapacidad desde los seis meses de nacido.
— ¿Cómo se impuso a ella para seguir adelante?
— Con mucha fuerza de voluntad, venciendo el reto ante quienes no tienen impedimento. He luchado contra los obstáculos y la mayoría los he superado, tanto personales como laborales.
— Al revisar su currículo aparecen tres años de trabajo en Sagua la Grande, otros dos en La Habana, y mucho tiempo albergado hasta que obtuvo su vivienda en los años 80…?
—Todo ello me fortaleció y es bueno pasar por esas condiciones para nutrirse de aprendizajes. Fui maestro obrero con la impartición de clases en la Escuela de Cuadros, y luego de concluir la facultad me incorporé a la UCLV por cursos dirigidos para estudiar mi carrera vinculada a la rama que perfecciona el perfil de mi labor de controlar recursos y evitar desvíos.
— Pasada la séptima década de vida ¿tiene empeños que no ha podido lograr?
— El principal por lograr es que haya mejor reconocimiento a la actividad económica de la educación a partir de decisiones adoptadas. Hay profesionales de muchos años de experiencia que abandonan la actividad y esto golpea, a pesar de los tantos obstáculos que afectan.
No puedo hablar de otra manera que no sea de la educación. Entiendo las carencias, pero hay que utilizar el presupuesto de manera adecuada, no hay nada que lo impida. Hay que pensar y explicar las cosas a partir de las necesidades.
— Sobre el éxodo en el sistema educacional
— Un reto muy alto con la ausencia de personal. No podemos estar en la inercia ante fenómenos presentes como la emigración sin sentirnos derrotados, mas pensemos en el torrente juvenil que debemos preparar.
— Ante tantas experiencias su vida debe estar plena de anécdotas…
— Hay tantas y en disimiles situaciones que serían interminables, tanto en Cuba como en países en los que he trabajado. Lo más importante es tratar de pensar siempre que nada es imposible y que tenemos que aplicar la inteligencia y creatividad para solucionar muchas de nuestras situaciones, a pesar de que los retos sean muy fuertes y altos.
— No ha relatado sus vínculos con el Poder Popular. Por ello se los pregunto…
— Fui delegado de circunscripción durante dos mandatos y en momentos complejos. En ocasiones no se entiende la función de esta responsabilidad y de quienes la ejecutan en representación del pueblo, y en ello hay algo curioso porque los tres hermanos fuimos delegados en diferentes lugares.
— ¿Y el marco familiar?
— Lo disfruto y es una verdadera recompensa de la vida. Pongo la cabeza tranquila sobre la almohada al sentir que cada acto o acción ha estado acompañado por la dignidad humana.
— Fuera de su labor educacional y familiar ¿qué otras motivaciones llenan su vida?
— Son muy particulares, mas diría que la pintura, las poesías y las décimas sin ánimo de concursar ni nada por el estilo, simplemente complacencias personales en el largo camino de la vida.
ALGUNAS DISTINCIONES
— Posee 30 reconocimientos en su vida laboral.
— Distinción por la Educación Cubana.
— Medalla Conmemorativa XXX Aniversario de la caída del Che.
— Alumno destacado en el curso de la UNESCO en Argentina.
— Medalla Rafael María de Mendive.
— Premio Especial del MINED 2008.
— Medalla José Tey 2009.
— Medalla Félix Varela II Grado 2016.
— Mérito por cumplimiento de misión en Venezuela 2006, 2009 y 2014.
— Anirista destacado de 2013 a 2023.
— Sello 8 de Octubre.
PIE DE OTOS
1.- «Pongo la cabeza tranquila sobre la almohada al sentir que cada acto o acción ha estado acompañado por la dignidad humana», sustenta Miguel Hómez Bolaños.
2.- Si tuviera que escoger entre un educador o un económico no tiene dudas que la balanza se inclina por la primera.
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