Lo inocente del soplo cardíaco
Por Ricardo R. González
Fotos del autor e internet
Un oído entrenado desde el punto de vista médico puede delimitar un soplo cardíaco en la infancia asociado a determinada malformación, pero también el llamado inocente o funcional que, en la mayoría de los casos, resulta normal sin estar asociado a ninguna anomalía y desaparece al paso del tiempo.
Así lo delimitó el Dr. Guillermo González Ojeda durante su intervención en la XVI Jornada Provincial de Pediatría ante una situación que inquieta a la familia, incluso a algunos galenos al emitir remitidos a las consultas especializadas.
«Son el resultado del paso rápido de la sangre a través de las válvulas en un corazón normal, y constituye el motivo más frecuente de consultas e interconsultas dentro de la institución en la rama de la cardiología», asevera el destacado cardiólogo del hospital universitario docente José Luis Miranda.
Se define como soplo el ruido o sonido que sale de la auscultación, y que, a criterio del especialista, el mejor recurso para diagnosticarlo resulta el método clínico.
«Interrogar al familiar, sobre todo en los antecedentes anteriores y posteriores al nacimiento, el estado de la criatura en ese momento, si presenta algún síntoma y completarlo con un buen examen físico. Ello es suficiente para considerar que se trata de un soplo inocente».
Precisa González Ojeda que dicha condición no implica riesgo para la salud del infante, y es normal escucharlo cuando el menor está enfermo o presenta fiebre, deshidratación o anemia lo que induce a latidos cardíacos más rápidos. Es algo propio de la infancia que al llegar a la adolescencia comienza a desaparecer y adopta las características de la circulación sanguínea del adulto unido a la posición que ocupa el corazón en el tórax.
— En el argot médico se habla de la «manzana de la discordia» ¿por qué?
— En ocasiones uno dictamina la presencia de un soplo inocente, pero a los pocos meses ese paciente debe operarse por otras causas, ingresa en el centro o se encuentra ante determinadas situación y vuelve a remitirse al cardiólogo al detectarse un soplo, por lo que la historia resulta recurrente.
Hasta que se practica el ecocardiograma y refleje que el niño está al margen no existe conformidad.
— ¿Guarda alguna relación la hiperactividad en estos menores?
— Hay veces que estos pacientes son hiperquinéticos debido a que poseen una frecuencia cardiaca más alta y mayor velocidad de circulación sanguínea, por lo que al pasar por el corazón crea una turbulencia que deriva esta situación.
— ¿Puede llevar a una extrema confiabilidad médica y pensarse que todo soplo es inocente?
— Sería un error, el facultativo tiene que estar muy atento a las características que se apartan de lo descrito y dispone de conocimientos específicos para definir su clasificación y determinar la conducta a seguir en caso de que exista algún contratiempo.
PIE DE FOTOS
1.- «El soplo inocente es normal, sin signo de ninguna enfermedad y desaparece con el tiempo», asegura el Dr. Guillermo González Ojeda, cardiólogo del hospital pediátrico José Luis Miranda.
2.-. El mejor recurso para diagnosticarlo resulta la auscultación y aplicar el método clínico. Según estudios foráneos, siete de cada diez menores pueden presentar un soplo inocente en alguna etapa de su crecimiento.
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