El regalo dominical de Mabel con Diego, Dylan y Dárel
Por Ricardo R. González
Parecía que el domingo resultaría apacible; sin embargo, noticias muy gratas llegaron desde Caibarién a través de Mabel Tang Pérez, de esas que rompen la inercia y llevan al ejercicio de la profesión de manera inmediata.
Mabel es la progenitora de los primeros trillizos nacidos en Villa Clara en 2018 cuando el 6 de enero de ese año llegaron al mundo Diago, Dylan y Dárel.
Una fecha significativa definida por Dariel Muñóz Parrado, el padre de las criaturas, como el mejor de los regalos recibidos en un Día de Reyes.
Resulta increíble el paso del tiempo, los vi nacer en medio de una historia fascinante, y ya participaron en la primera Parada Martiana en tributo al Maestro, al Martí insuperable que definió a la infancia como «la esperanza del mundo», dedicada a quienes, verdaderamente, saben querer.
El hogar de la Villa Blanca recibe su magia, el hechizo de pequeños que lo mismo suenan un redoblante que se escucha un tambor, que retumba la percusión porque los tres se inclinan por el arte. Cantan, bailan, e incluso dan riendas sueltas a su imaginación a través del dibujo.
Ha pasado el tiempo, sí… pero enhorabuena, a pesar de que, primeramente, el embarazo concebía la llegada de dos y al final, fueron tres para llenar, aún más, cada espacio de la casa porque Dylan, Diago y Darel son como esos «mosqueteros» bien unidos en sus acciones, aunque en determinados momentos también defienden sus personalidades.
La vida reserva encantos inesperados como el de este domingo. Gracias Mabel y Dariel porque, a pesar de los sacrificios que impone la crianza, vuelven a alegrarnos la vida a partir del universo propiciado por estas benditas criaturas.
Aquí los pormenores de esta historia de los «trillis»
Y SON TRES
Aquella llamada nocturna que hizo Mabel Tang Pérez a su esposo Dariel Muñóz Parrado clasifica como la más sorprendente de su vida. Dormía en casa cuando sintió la voz de ella desde el Hogar Materno de Caibarién con el fin de avisarle que preparaban condiciones para trasladarla a Remedios.
Todavía dormitando el esposo no lo podía creer. «Cómo es posible si ella solo tenía algo más de seis meses de tiempo gestacional», se preguntaba una y otra vez, y por su cabeza rondaban miles de conjeturas, pero todo cambió al aparecer ciertos dolores en su mujer que debían seguirse en el Hospital General Docente 26 de Diciembre, de la localidad remediana.
Entre incógnitas y sorpresas Dariel comenzó los preparativos junto a su suegra Marisnelda Pérez Diéguez, quien tampoco escapaba de aquella realidad.
Quizás haya sido el bolso de viaje preparado bajo un nerviosismo total, de esos que no se encuentran los artículos fundamentales aunque estén a la vista. Mas ya con todo listo para partir otra llamada desde el centro de salud de la Octava Villa resultó una especie de detonante y sin ápice de ciencia ficción: Dariel y Mabel ya eran padres, pero en vez de dos criaturas como esperaban…sumaron tres.
«Me tuve que sentar, los sudores corrían. Mi suegra lloraba de alegría, y nunca me pareció tan lejos el camino a Remedios como ese día. Al llegar constatamos la realidad. Para mí fue un asombro total. Estábamos preparados para dos y en el momento del parto salió un tercero que si bien no era incluido en los planes resultó una bendición porque no todos tenemos la posibilidad de recibir tres niños a la vez».
LA INCÓGNITA DEL TERCERO
Mabel Tang cumplió el seguimiento del embarazo al pie de la letra. Fue muy disciplinada y cuando le informaron que debía ingresar en el Hogar Materno lo cumplimentó.
En todo momento las pruebas ultrasónicas revelaron un embarazo gemelar normal; sin embargo, a la hora del parto la pericia y profesionalidad del personal de Remedios detectó que existía otra placenta luego de salir los dos primeros varones.
De acuerdo con las explicaciones del doctor Orlando Molina Hernández, experimentado profesor del hospital ginecobstétrico Mariana Grajales, ello puede ocurrir.
La tercera criatura no estaba escondida ni apareció por arte de magia, simplemente que por la posición de sus dos hermanos quedaba completamente tapado aun ante la visibilidad que posibilita el adelanto tecnológico.
Transcurrieron los días, las incertidumbres iniciales, y el resultado del trabajo colectivo, el amor y comportamiento familiar lograron el objetivo.
Diago, Dylan y Dárel abandonaron el martes 17 de abril de 2018 el Ginecobstetrico Provincial luego de más de un centenar de días y alcanzar el peso reglamentario por las criaturas para proceder al egreso.
PIE DE FOTOS
1.- Diago, Dylan y Dárel preparados para participar en su primera Parada Martiana.
2.- En tributo al Apóstol en Caibarién.
3.- En los brazos de sus padres y su abuela minutos antes del egreso del hospital ginecobstétrico Mariana Grajales, de Santa Clara.
4.- Casi acabados de llegar a este mundo.
5.- La feliz mamá junto a ellos.
6.- El tiempo pasa, y ellos crecen.
7.- A jugar se ha dicho.
8.- Habilidades pictóricas compartidas.
0 comentarios