Después de «Elsa» ¿qué?
El jefe de pronósticos del Centro Meteorológico de Villa Clara (CMP), Amaury Machado Montes de Oca, valora el presunto comportamiento de la actual temporada ciclónica y ratifica que lo importante no es el número de organismos posibles a afectar, si no el nivel de protección ciudadana.
Por Ricardo R. González
Fotos del autor, cortesía del CMP y la Presa Hanabanilla—Jibacoa
Cuando conversamos con el master Amaury Machado Montes de Oca, al frente del grupo de pronósticos del villaclareño Centro Meteorológico Provincial (CMP), «Elsa» era solo una hipótesis, ni siquiera constituía una depresión tropical y obviamente no mostraba un cono de una trayectoria cambiante como verdaderamente ocurrió. Ya vivimos el jaque de lo que ha sido el primer huracán, debilitado a tormenta tropical, de este período; sin embargo, aún la temporada ciclónica para la cuenca del Atlántico, el Golfo de México y el Mar Caribe recién comienza y debemos mantenernos alertas hasta el 30 de noviembre.
Si le preguntaran al experto sobre detalles a aclarar se lanza al ruedo e insiste en que lo importante no es la cantidad de eventos previstos como sí la preparación y el cuidado de la ciudadanía en una provincia que dispone de excelentes estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo (PVR), aunque tampoco es vivir desprevenidos ante un período calificado de activo al estimarse entre 14 y 16 depresiones (DT), tormentas (TT) y huracanes (H) en el área, en tanto puede considerarse muy activo al sobrepasarse esta cifra.
«Cuba prevé unos 16 sistemas tropicales por lo que está en el límite entre activa y muy activa, en tanto ocho de estos llegarían a convertirse en huracanes. El peligro de que el país sea afectado al menos por un ciclón tropical es alto, con una probabilidad de un 85 por ciento, pero ya se actualizarán los pronósticos el venidero 2 de agosto», afirma Machado Montes de Oca.
Según la «autopsia meteorológica» hace más de 115 años que un sistema organizado no afecta a Villa Clara de manera directa en un mes de junio; sin embargo, este 2021 ha sido una etapa llamativa que si bien los ya pasados dejaron ilesa a la isla se formaron en aguas del Atlántico Norte y del Golfo de México, a tal punto que, por séptimo año consecutivo, ocurrió un ciclón extemporáneo con nombre antes de la fecha oficial de inicio de la temporada ciclónica.
Fue «Ana», originada al noreste de las Bermudas, para dar paso a «Bill», frente a las costas de Carolina del Norte, ya en época a mediados de junio. Luego «Claudette», que produjo efectos en el sureste de los Estados Unidos, con impactos más severos en Alabama y Mississippi, «Danny», al penetrar por la costa atlántica de Carolina del Sur (todos considerados TT), y ahora «Elsa».
LA REALIDAD EN LA CUENCA
Hay factores atmosféricos condicionantes para que el período resulte activo, mientras que otros centros de pronósticos la catalogan como muy activo. Desde los primeros meses del año se aprecian anomalías de temperaturas cálidas por encima de lo normal en aguas del Atlántico tropical, las que resultaron más significativas en el Mar Caribe.
Amaury Machado precisa que ya en abril el evento La Niña se declaró neutral. Ni un enfriamiento ni un calentamiento de las aguas desde México hasta Hawai, pero de aquí a octubre o noviembre pudiera activarse nuevamente al enfriar las aguas y favorecer la formación de ciclones.
«Ello inhibe los vientos superiores en el Mar Caribe y hace que los fenómenos puedan concentrar su energía e incrementarla, por lo que se prevé un septiembre y octubre muy activos», argumenta el especialista.
No puede descartarse la anomalía de las temperaturas en toda la parte del Atlántico Norte de más de 1 grado, ya sea en ascenso o en descenso sin que tenga relación con el cambio climático. Un factor que supera las cuatro décadas con el predominio del calentamiento desde 1995 y se espera que continúe en los próximos quince o veinte años.
— Si le pidiera una caracterización del resto de los meses en temporada ¿cuáles serían sus argumentos?
— Julio es de poca afectación. Solo una registrada en este mes con el huracán Dennis, en 2005, durante un período que resultó récord para los ciclones tropicales formados en el Atlántico Norte. No obstante, en una temporada tan activa no podemos descuidarnos.
«Ya en agosto se incrementan las posibilidades de alerta a partir del 15 del propio mes como antesala al pico de la temporada entre el 8 y el 10 de septiembre. Por su parte, octubre trae los máximos huracanes desarrollados en el mar Caribe y que tienden a subir. Vale decir que los grandes organismos que han impactado a Cuba ocurren en este mes con marcadas influencias sobre occidente y la región central.
«Ya noviembre acoge menor nivel de afectaciones, aunque algunos desastrosos como ocurrió con el fatídico Kate en noviembre de 1985».
— Después de Ike, en septiembre de 2008, ¿pudiera señalar los más significativos para la provincia?
— Hasta 2017 no tuvimos afectaciones directas aunque sí periodos lluviosos, pero con «Irma» se produjeron desastrosos efectos con una trayectoria que no quisiera recordar ensañada por la costa norte de nuestro país.
Este organismo ha sido uno de los más fuertes de los últimos tiempos con impactos en 13 provincias. Además, durante su paso de 72 horas por la costa norte dañó más de 158.000 viviendas, produjo 14.000 derrumbes y 10 fallecidos en total.
Luego, en 2018, la tormenta subtropical Alberto por sus lluvias de mayo sobre Manicaragua, Encrucijada, Sagua la Grande y Santa Clara. En agosto de 2020 afectó directamente la TT Laura con vientos sostenidos en varios lugares de 55 km/h sin grandes afectaciones, y ETA (noviembre 2020) como tormenta tropical que no provocó ni vientos en ese momento para luego moverse por los mares al norte de la cayeria.
Pero no olvidemos, a manera de repaso general, el Kate (H, 1985), Elena (TT 1985), Lili (H 1996), George (H 1998), Michelle (H, 2001), Sandy (H 2012) y Fey como depresión tropical en 2008.
Para cualquier meteorólogo el mundo de los pronósticos resulta complejo, Pueden confirmarse o no por las diversas variabilidades existentes, mas sin ápice de adivino ni de magias el jefe de pronósticos del CMP pudiera vaticinar que si desde 2017 no nos afecta un ciclón en directo esta realidad debe tenerse en cuenta.
«No podemos ser categóricos de que así va a ocurrir; sin embargo, recordar que la intensidad del anticiclón en agosto y septiembre puede ser determinante para que los ciclones encuentran brecha abierta y penetren o no con más posibilidades en el Caribe».
A manera conclusiva el máster Amaury Machado Montes de Oca considera que pudiera ser una temporada de afectaciones para Villa Clara, a pesar de que la historia concentre los mayores heridas para el occidente cubano, pero ante todo impera no dormir sobre laureles cuando se anuncie cualquier sistema que pudiera aparecer en la región. Sin pánico, pero atentos.
MEMORÁNDUM
— Estudios foráneos corroboran que los huracanes serán menos frecuentes, pero más intensos en las próximas temporadas.
— Desde agosto de 1886 hasta el propio mes de 2020 han afectado 43 fenómenos a Villa Clara entre huracanes, tormentas y depresiones tropicales.
— El alfabeto griego para la denominación de ciclones ya fue eliminado al crear muchas dudas e incomprensiones lingüísticas y en su lugar se establecieron dos listas con nombres adicionales de ciclones tropicales: una para el Atlántico y la otra dirigida al Pacífico.
— Estos son los restantes nombres que la Organización Meteorológica Internacional tiene destinados para los organismos que se formen en este 2021: Fred, Grace, Henri, Ida, Julian, Kate, Larry, Mindy, Nicholas, Odette, Peter, Rose, Sam, Teresa, Victor, Wanda
CONTRASTES
Sin dudas las redes sociales y otras plataformas han demostrado su importancia en nuestra era; sin embargo, no siempre el mensaje que brindan algunos internautas coincide con la realidad en torno a la trayectoria de depresiones, tormentas y huracanes al desvirtuar su rumbo.
Los meteorólogos reclaman, ante todo, informaciones oportunas y exactas a partir de la variabilidad de modelos de pronósticos que resultan cambiantes y pudieran crear interpretaciones erróneas. Por tanto se necesita siempre guiarse por informaciones y medios oficiales.
¿Tenemos o no nuestras Razones?
PIE DE FOTOS
1.- « La región occidental triplica en frecuencia de afectaciones a la región oriental y la central duplica al oriente cubano, en tanto las condiciones generales, oceánicas y atmosféricas, son favorables para el desarrollo de los ciclones en 2021», comenta el máster Amaury Machado Montes de Oca.
2.- Observe la lluvia sobre la Presa Hanabanilla—Jibacoa y el Plan Turquino. A las 7:00 a.m. de este martes tenía un volumen de 175.875 de hm3 para un 61.18% de su capacidad de llenado, con un aumento de 8 millones de m3 en 24 horas. Hasta ese momento la lluvia en la Presa Jibacoa alcanzaba los 221, 3 mm, en tanto Hanabanilla reportaba 89,4 mm.
3- Momento de «Elsa» en dirección a Cuba. Si se acude a una base de datos que sobrepasa los 130 años cada 3.72 años se puede esperar la incidencia de un ciclón tropical sobre la porción villaclareña, mientras no se descarta la presencia de un huracán cada 7.79 años, y uno intenso en 44.17 años, aunque nada es exacto.
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