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Dylan, Diago y Darel vuelven a alegrarnos la vida

Dylan, Diago y Darel vuelven a alegrarnos la vida

Por Ricardo R. González

Fotos: cortesía familiar    

Estoy seguro que si leyeron, en días pasados, el reporte de los trillizos Diego, Dylan y Darel al arribar a su tercer aniversario quedaron con el deseo de conocer más.

Esa inquietud también la compartí, y gracias a la gentileza de Mabel Tang, la mamá de estas benditas criaturas, nos acercamos a ese universo en que la atención al inicio reclamaba muchos esfuerzos, pero ya al ser mayores el panorama va cambiando, aunque siempre se ofrezca el máximo de cuidados.

Cuenta Mabel que los tres se inclinan al arte y auguran ser cantantes; sin embargo, Darel que fue el último de los tres llegado a este mundo despunta como el más dispuesto, quizás para corroborar el proverbio de que «no van bien los de adelante si los de atrás corren bien».

Sepa, además, que en su día a día se manifiestan muy independientes y saben mucho, y aunque como es lógico aparezcan algunas peleas entre ellos al final terminan diciéndose: «te quiero y te amo» para concluir con un «somos hermanitos».

En su círculo infantil Camarón Encantado aprenden y crean las habilidades apoyados por la jefa de salón, la seño Yordania, junto a las restantes especialistas que laboran en ese afán de lograr una infancia feliz.

Imagino que para la familia resulte el mejor de los regalos contar con esa inocencia personificada que llena cada espacio de la casa, y para aquellos que no conocen la historia se las reiteramos porque Dylan, Diago y Darel son esos «mosqueteros que vuelven a alegrarnos la vida.

Y SON TRES

Aquella llamada nocturna que hizo Mabel Tang Pérez a su esposo Dariel Muñóz Parrado clasifica como la más sorprendente de su vida. Dormía en casa cuando sintió la voz de ella desde el Hogar Materno de Caibarién con el fin de avisarle que preparaban condiciones para trasladarla a Remedios.

Todavía dormitando el esposo no lo podía creer. «Cómo es posible si ella solo tenía algo más de seis meses de tiempo gestacional», se preguntaba una y otra vez, y por su cabeza rondaban miles de conjeturas, pero todo cambió al aparecer ciertos dolores en su mujer que debían seguirse en el Hospital General Docente 26 de Diciembre.

Entre incógnitas y sorpresas Dariel comenzó los preparativos junto a su suegra Marisnelda Pérez Dieguez, quien tampoco escapaba de aquella realidad.

Quizás haya sido el bolso de viaje preparado bajo un nerviosismo total, de esos que no se encuentran los artículos fundamentales aunque estén a la vista. Mas ya con todo listo para partir otra llamada desde el centro de salud de la Octava Villa resultó una especie de detonante y sin ápice de ciencia ficción: Dariel y Mabel ya eran padres, pero en vez de dos criaturas como esperaban…sumaron tres.

«Me tuve que sentar, los sudores corrían. Mi suegra lloraba de alegría, y nunca me pareció tan lejos el camino a Remedios como ese día. Al llegar constatamos la realidad. Para mí fue un asombro total. Estábamos preparados para dos y en el momento del parto salió un tercero que si bien no era incluido en los planes resultó una bendición porque no todos tenemos la posibilidad de recibir tres niños a la vez».

Para el jefe del grupo de seguridad interna en el hotel Meliá Buena Vista aun le parece algo incierto, pero según él resultó el premio en un 6 de enero, Día de los Reyes Magos. «Fue el regalo divino que nos hizo la vida».

SANTA CLARA AGUARDABA

Recuerda el Dr. Orlando Molina Hernández que entrada la madrugada de ese día se recibió información en el servicio de Cuidados Intensivos Neonatales del hospital ginecobstétrico Mariana Grajales del nacimiento inesperado de unos trillizos en la maternidad de Remedios, cuya mamá presentaba apenas 27 semanas de gestación.

Molina junto a las especialistas de guardia Dras. Odalis Ariz Milián y Lisbet Ynfiesta González hicieron, previamente, las coordinaciones necesarias con el Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM) para proceder al traslado.

Mientras tanto, y en medio de las tensiones, en el salón remediano realizaban el parto los doctores Ariel Antonio Sánchez Olalde y Susselt Pérez Torna, y a ellos se integraron en las diferentes fases hospitalarias de los dos municipios las Dras. Livia Fleites Herrera y Marisley Pedraza Robaina, y los licenciados Dayron Malcon Águila y Duber Martín Bordón.

Dos tripulaciones se encargaron de organizar el periplo desde la Octava Villa hasta la ciudad capital de la provincia. Las expectativas reinaban, y aunque exista marcada experiencia siempre estos casos ponen los nervios de punta.

Los pequeños llegaron al mundo con 2,10, 2,2, y 2,11 libras de peso en orden de nacimiento y en aceptables condiciones clínicas.

Desde el primer instante el equipo luchó por la vida aun en momentos en que las esperanzas resultaban en extremo reservadas. La prematuridad conspiraba con los buenos propósitos, y entre todos desplegaron esa fuerza interna de los galenos que los llevó a decir: «hay que salvarlos».

Las nociones médicas se incrementaron bajo las pupilas de las doctoras Ana Clemades Méndez, Anna Darias Kotchetkova, Giselle de la Paz Pino, Iliana Molina Méndez y Reyna González Velázquez, además de grupos especializados de enfermeras, técnicos y paramédicos.

Largas noches de desvelos, de complicaciones propias y esperadas en estos casos de muy bajo peso. Un tratamiento complejo que demandó equipos de alta tecnología, potentes antibióticos, fórmulas fortalecidas de alimentación y el empleo de recursos bien costosos.

LA INCÓGNITA DEL TERCERO

Mabel Tang cumplió el seguimiento del embarazo al pie de la letra. Fue muy disciplinada y cuando le informaron que debía ingresar en el Hogar Materno lo cumplimentó.

En todo momento las pruebas ultrasónicas revelaron un embarazo gemelar normal; sin embargo, a la hora del parto la pericia y profesionalidad del personal de Remedios detectó que existía otra placenta luego de salir los dos primeros varones.

De acuerdo con las explicaciones del doctor Molina Hernández ello puede ocurrir.

La tercera criatura no estaba escondida ni apareció por arte de magia, simplemente que por la posición de sus dos hermanos quedaba completamente tapado aun ante la visibilidad que posibilita el adelanto tecnológico.

Transcurrieron los días, las incertidumbres iniciales, y el resultado del trabajo colectivo, el amor y comportamiento familiar lograron el objetivo.

Diago, Dylan y Dárel abandonaron el martes 17 de abril el ginecobstetrico Mariana Grajales luego de más de un centenar de días y alcanzar el peso reglamentario para el egreso.

Son los primeros trillizos nacidos en Villa Clara durante 2018. Los tres comienzan sus nombres con D en regalo al progenitor y sus tíos, aunque en 2013 existió idéntica coincidencia cuando llegaron al mundo Darianne, Dainier y Dankier.

Antes de la despedida nuevamente las lágrimas. Mabel reconoció que el tiempo vivido en la Sala de larga estadía le hizo crecer la familia, pero el agradecimiento es múltiple. A todos los del policlínico 2 y al personal de Hogar Materno de Caibarién, a quienes realizaron el parto en Remedios, y a aquellos que desde Santa Clara complementaron la felicidad de una familia sorprendida pero agradecida.

Dariel, el padre bateador en extrabase, retoma la palabra. «Gracias inmensas a cada uno, a la ciencia cubana, a Dios y a Mabel que trabajando en el mismo hotel donde comenzó nuestro romance, me ha dado el beneplácito de ser padre y contribuir a que me los pueda llevar para nuestra casa».

—¿Y habrá un cuarto?

— (La mirada lo dice todo), pero de pronto Dariel responde: «a lo mejor voy ahora en busca de las tres hembras».

Mientras tanto, Dylan y Diago Dárel ajenos aún al mundo dejaron sus regalitos líquidos y sólidos en la Sala como especie de recuerdo al trabajo sostenido de la Neonatología villaclareña. 

PIE DE FOTOS

Diferentes momentos de una infancia feliz

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