Habilitados 46 centros de aislamiento de COVID-19 en Villa Clara
Por Ricardo R. González
Un cuidadoso trabajo de adaptación de locales e instituciones ha desplegado Villa Clara en función de los 46 centros de aislamiento habilitados para la atención de los contactos de los casos confirmados de COVID- 19, así como de las personas sospechosas.
De ellos, 36 están en activo y se mantienen diez de reserva con 4 059 capacidades en total que llegan, también, a los municipios.
Se dispone, además, de cinco con carácter provincial para recibir a las personas que arribaron al país después del 24 de marzo. Estos acogían, hasta el viernes 6, a 212 personas procedentes de ocho países.
Según explicaron Milaxy Yanet Sánchez Armas y Yaritza Moya Caballero, jefa de la comisión de protección a la población del Consejo de Defensa Provincial, y secretaria de ese órgano, respectivamente, en la capital provincial se abrió un centro destinado a personas sospechosas sin riesgo en la sede pedagógica, con 264 capacidades, y otro para extranjeros, ya sean estudiantes o que laboran en el territorio, que resultan contactos de casos confirmados. Este último radica en la Escuela de Capacitación de Recursos Hidráulicos.
En las 31 dependencias municipales están utilizadas 697 capacidades para el 21,6 % de ocupación.
Tanto Milaxy como Yaritza destacaron el aporte de los trabajadores de cada entidad que brindan el servicio en un perfil ajeno al de costumbre, a tenor de que estas instalaciones responden habitualmente a sus funciones como escuelas, centros de campismo, entidades de alojamiento y de otros perfiles, excepto el servicio médico que corresponde a los profesionales de la Salud.
Ante preocupaciones de la población aclararon que cada dependencia está certificada por la dirección de Salud, y no deben existir dudas en torno a supuestos peligros por la cercanía a las viviendas de esas áreas.
«Nunca se va a tomar una decisión que pudiera afectar la salud del pueblo», precisaron.
En otro orden aludieron a las condiciones creadas para el funcionamiento de estos centros con vistas a mejorar las condiciones de estancia. Ello ha implicado reparaciones de baños, reajuste de locales, trabajo en las instalaciones hidrosanitarias, conexiones eléctricas, y el área necesaria para el equipo de Salud.
Cada persona recibe a su llegada un módulo de aseo, además de contar con televisores en los cubículos, y los recursos necesarios para mantener la protección.
Será de primer orden el estricto cumplimiento del reglamento interno, insistir en la disciplina de cada uno de los aislados que no pueden transitar por el resto de las habitaciones ni recibir visitas de familiares y amigos.
Ante cualquier duda o preocupación se ha habilitado el teléfono 42 21 5057, al tiempo que instalarán otros en las propias instituciones para información del estado de cada persona y criterios que requieran de atención.
Como punto final Milaxy Sánchez y Yaritza Moya recuerdan algo con un fundamento capital. «Esta experiencia constituye un aprendizaje para todos. No se parece a las contingencias ciclónicas ni a las de otro tipo de fenómenos, por lo que se requiere de absoluta disciplina».
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