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soyquiensoy (Ricardo R. González)

José Antonio, José Miguel y Alicia ya están en casa

José Antonio, José Miguel y Alicia ya están en casa

Texto y fotos Ricardo R. González

Llegó el momento en que José Antonio, José Miguel y Alicia, los primeros trillizos nacidos en Santa Clara en 2024, comiencen a explorar su hogar definitivo luego de alcanzar el peso requerido, por lo que la felicidad es evidente en sus padres Aracelys, Yosami y en el resto de la familia

Un egreso que se produjo en la mañana de este miércoles 18 de septiembre, como justo regalo a la mamá de las criaturas que está de cumpleaños. Y se extrañarán en el hospital ginecobstétrico Mariana Grajales donde llegaron a este mundo el pasado 25 de julio mediante una operación cesárea concluida con rápidos procederes.

Ahora en la vivienda de Calabazar de Sagua (Encrucijada) comienza una nueva era en una pareja que estuvo 15 años con las ansias de algún día constatar lo que era la maternidad y paternidad plenas. Se sometieron a todos las vías de tratamientos al alcance ante una infertilidad, y tras agotar las posibilidades realizaron los trámites legales y de consentimiento en el país para realizar la fertilización in vitro en el exterior.

Llama la atención en este caso que Aracelys Fleites León, con 12 años de graduada en Medicina y de ejercer en la maternidad santaclareña, su único centro asistencial, labora en el servicio de Reproducción Asistida dirigido, precisamente, a encauzar a las parejas deseosas de tener su descendencia.

Por su parte, el padre, Yosami Álvarez Mora es trabajador agrícola en Encrucijada y ha estado pendiente de cada detalle, muy deseoso de tener ya a sus hijos en casa, y antes de abandonar el hospital Aracelys caracterizó a sus pequeños.

«No existen muchas diferencias desde que nacieron. José Antonio sigue teniendo la voz cantante, el primero en nacer, el que más grita, inquieto, y el que más aumenta de peso. Por su parte José Miguel desde que estaba en la barriga es muy tranquilo. Toma su leche y se adapta a cualquier escenario, y Alicia aporta un punto intermedio, lo mismo está muy pasiva que muestra su lado guerrero. Eso sí, a las 3.00 de la madrugada es un reloj, me cuesta mucho trabajo para que duerma. Pasado ese momento retoma a su pasividad».

Totalizaron más de cuatro meses de ingreso desde que Aracelys llegó a la institución hospitalaria en el rol de paciente. Y así resume la trayectoria.

«Luego del nacimiento los pequeños estuvieron diez días en Neonatología, hasta que pasaron para Piel a Piel, y hoy volvemos hacia su casa en Calabazar».

— ¿Cómo han estado los preparativos hogareños?

— Aquello resulta un hervidero por las referencias que tengo. Hubo que preparar condiciones para acoger a tres nuevos inquilinos. No faltaron detalles constructivos propios de la remodelación, luego pintar y comenzar a organizar detalles, sobre todo las cosas de ellos.

La familia loca por tenerlos en la casa, sobre todo el papá, a pesar de que ha estado de visita en el hospital, pero ya quiere sentir de cerca el calor de padre a su llegada del trabajo.

Antes de irse no faltan los reconocimientos a todos los que han aportado su contribución al feliz nacimiento y estancia de los infantes y de su mamá.

«Incluyo a todos. He tenido atenciones, por la parte médica, para ellos y para mí. Incluso fuera de los horarios establecidos no he encontrado ni un no, máxime cuando la experiencia de una madre primeriza las estoy viviendo ahora, y a pesar de ser médico y obstetra existen situaciones que asustan, además que la forma de proceder entre ellos son diferentes. Las dudas surgidas, en el horario que he necesitado, han estado los neonatólogos y los obstetras brindando la mayor cooperación.

— ¿El futuro?

— Criarlos, contribuir a su educación y verlos felices.

LA PUPILA MÉDICA

Por la parte especializada son muchos los que pudieran ofrecer sus valoraciones, mas el servicio Piel a Piel resulta el último punto de estancia y quien está al frente del área, la Dra. Olga María López Popa, explica que la evolución resulta favorable en sentido general. Entraron cuando tenían 10 días de nacidos procedentes de la Neonatología del hospital, y su ritmo de incremento de peso ha sido adecuado, según las normas, de 30 a 40 gramos diarios.

«Ya sobrepasan el peso estimado para proceder al alta. Se les realizaron las pesquisas estipuladas para todos los recién nacidos prematuros y están dentro de los parámetros aceptados».

Al fijarse la fecha del primer egreso al parecer José Antonio no quería abandonar el recinto y necesitó tratamientos específicos. Luego Alicia quiso seguir los pasos de su hermano y también fue sometida a terapéutica. Solo José Miguel siguió con su habitual tranquilidad en espera de partir hacia casa.

— ¿Tendrán el correspondiente seguimiento?  

No puede faltar tanto por la consulta de Neurodesarrollo con múltiples especialidades a los tres meses de nacidos, aunque por las características del nacimiento tendrían el primer encuentro de seguimiento en consulta habitual en breve a fin de no perder su ritmo de incremento de peso ya insertados en la comunidad.

PADRINO EN TRILOGÍA

Para el Dr. José Antonio Marrero Martínez el caso tiene características especiales. Fue quien intervino en el equipo médico para traerlos al mundo, mientras el primero en llegar, José Antonio, toma su nombre, y ahora tiene el encargo de dejar a las criaturas en Calabazar.

Sorprendido y, a la vez agradecido, argumenta que resulta una nueva responsabilidad porque «no cualquier padrino tiene el don de entregar a tres ahijados al unísono y el mismo día».

Por sus años de experiencia el Dr. Marrero Martínez tiene otros ahijados, «mas ello se convierte en algo insólito. Un momento cimero en mi vida profesional».

MIRIAM, LA ABUELA MATERNA

Fue Miriam León Álvarez la persona que conversaba telefónicamente con su hija cuando esta sintió la ruptura de la bolsa de forma espontánea y hubo que suspender el diálogo ante el preámbulo para someterse a una cesárea de urgencia.

Aquello la sorprendió. Hoy observa las tres realidades, y enfatiza que «Calabazar aguarda por ellos».

EPÍLOGO

La primera parte llega a su fin. José Antonio, José Miguel y Alicia proseguirán sus historias. En un tiempo indetenible descubrirán el encanto de los libros infantiles y los matices de cada color, conocerán a un Martí que los llamó «la esperanza del mundo» y auspició esas fiestas destinadas a sus príncipes enanos. Más adelante tendrán a su maestra para guiarlos en los caminos del conocimiento, en los trazos caligráficos, y a unos padres y familia deseosos de contemplar el trepidar de la vida que aguarda por sus múltiples horizontes. 

PIE DE FOTOS

1.- La despedida del ginecobstétrico Mariana Grajales luego de algunos meses. En la imagen aparecen, además de los protagonistas de esta historia, de izquierda a derecha la Dra. Yulexis Chaviano Diego, jefa del servicio de Neonatología en la institución, Miriam León Álvarez, la abuela materna, el Dr. José Antonio Marrero Martínez, quien encabezó el equipo que propició la cesárea y padrino de las criaturas, Aracelys, la feliz mamá, y la Dra. Olga María López Popa, al frente del servicio Piel a Piel, último punto de estancia.

2.- José Antonio, el primero en nacer. Lleva la voz cantante, el más inquieto de todos.

3.- José Miguel, el reino de la tranquilidad y conforme con todo.

4.- Alicia, levantando su pierna desde temprana edad, ¿será acaso bailarina? Como la describe su mamá es un punto intermedio. Unos días muy noble, pero en otros momentos muestra sus dotes de guerrera.

5.- «El curso evolutivo ha sido adecuado», precisa la Dra. Olga María López Popa, al frente del servicio Piel a Piel.

6.- Miriam León Álvarez, la abuela materna, la primera en enterarse que su hija había roto la bolsa en la tarde noche del pasado 25 de julio. Un diálogo interrumpido para comenzar las acciones inminentes de cesárea y que refiere ahora los preparativos en Calabazar para recibirlos.   

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