Los pequeños tesoros de la Universidad Médica villaclareña
Texto y fotos Ricardo R. González
Llegó el día de la presentación. Algunos estaban nerviosos ante el temor escénico en espacio abierto y la presencia de un público inusual, mas los pequeños de la casita infantil «Amiguitos de la Ciencia», que acoge la Universidad Médica de Villa Clara, demostraron ese encanto regalado por quienes saben querer.
Fue el lindo pretexto para celebrar el aniversario 62 de los círculos infantiles como prolongación en estas alternativas creadas en algunos centros laborales a fin de mirar al mañana y formar a sus generaciones.
De pronto se hizo la música, los niños bailaron a su compás, mientras los padres y los educadores que día a día comparten con ellos parecían, también, recordar aquellos años de fantasías que llenaban los sueños, la época de tantos porqués para tratar de descubrir el mundo.
Entre todos, estaba la payasa Pelusa que seguramente vivió la experiencia al recordar su pasada infancia, o los profesores del combinado de deportes Julio Antonio Mella que aportaron los juegos participativos en busca de la destreza, o de los propios asistentes de la Casita con la enseñanza de habilidades para fomentar las tareas compartidas en una familia contemporánea e incentivar valores desde edades tempranas.
Feliz estaba Leticia Díaz Paret, una de las fundadoras y quien dirige los destinos de este recinto perteneciente a la UCM, quizás recordando a los tantos profesionales que hoy se desempeñan en especialidades de la medicina y en otras ramas a los que tomó de la mano, contoneó alguna que otra perreta, y ayudó a formar junto a todo su colectivo.
A lo mejor repasando toda la historia iniciada desde aquel marzo de 1994 cuando solo tres menores comenzaron la experiencia y ya sobrepasan las 80 casitas de su tipo en todo el país.
Para los niños y las niñas llegaron también los regalos donados por todas las secciones sindicales que integran la institución. Carritos, colores, helicópteros, camiones, muñecas… se sumaron a este jolgorio asumido por Noris Moreno Camacho, la secretaria del Buró Sindical en la Universidad Médica que prefiere organizar actividades, sin pensar en cansancio, más cuando van dirigidas a estos duendes del alma.
Allí estuvo el legado martiano, el maestro y el hombre que adoró a los infantes, y como visionario les regaló La Edad de Oro llena de pasión, de valores y esperanzas.
Mientras tanto Alexa, José Miguel, Elías y Joan Luis, entre tantos otros, disfrutaron de una jornada diferente porque para príncipes enanos se hizo esta fiesta.
PIE DE FOTOS
1.- Una mañana diferente para los niños de la casita infantil «Amiguitos de la Ciencia» de la Universidad Médica de Villa Clara.
2.- La payasa Pelusa alimentó las fantasías de los pequeños.
3.- La espontaneidad infantil en su universo.
4.- A escoger el sabor del helado.
5.- Profesores y trabajadores de la UCM junto a representantes del combinado deportivo Julio Antonio Mella.
6.- «Nada hay más importante que un niño»
7.- A jugar se ha dicho.
8.- El Dr. Jesús Yasoda Endo MIlan, vicerrector académico de la UCM, y Noris Moreno Camacho, secretaria del Buró Sindical en la institución, entre los participantes en el encuentro.
9.- El aprendizaje de habilidades para fomentar las tareas compartidas en una familia contemporánea e incentivar valores desde edades tempranas.
10.- Explorando los regalos.
11.- La directiva de la casita infantil junto a la educadora
Sonia Ramos Sánchez acompañan a los pequeños al compás de la música.
12.- Los padres también participaron en el convite por el aniversario 62 de la constitución de los círculos infantiles.
13.- Una pequeña pausa para continuar el festín.
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