Calidad integral, objetivo priorizado en la Universidad Médica de Villa Clara
Texto y fotos Ricardo R. González
Para una institución educacional que se respete la calidad debe constituir el punto esencial en su agenda cotidiana. En este sentido la Universidad Médica de Villa Clara mostrará sus resultados ante la Junta de Acreditación Nacional (JAN) en busca de la excelencia.
El calendario de evaluación está muy próximo. Será del 20 al 24 de mayo, y al hacer un resumen la Dra. Olga Lidia Veliz Concepción, al frente de la variable dedicada al contexto institucional y pertinencia integral, considera que, sin ningún tipo de apologías, los procesos demuestran el grado de madurez alcanzado a partir de los reglamentos y protocolos que rigen para las universidades del país.
Ello queda demostrado en los resultados de evaluación externa, pero también en la implementación de los procesos de gestión de la calidad, y en una etapa de acreditaciones satisfactorias iniciada por la carrera de Estomatología hace unos años», expresa la especialista.
Dicha disciplina resultó la segunda del país en alcanzar el propósito luego de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, Años después emprendió su reevaluación y ratificó el veredicto, según las normativas establecidas.
Si algo no descuida la UCM es observar sus debilidades a fin de erradicarlas, y en este sentido insiste en trabajar con la cultura evaluativa en los diferentes procesos, al margen de las limitantes existentes, para que la institución mantenga sus logros.
Y otro detalle importante radica en que el recinto no concibe su vida dentro de una burbuja ni se ve en planos de supremacía, por ello existen las alianzas con el potencial que deriva de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, «de la que hemos aprendido mucho, sobre todo en la formación doctoral, así como de otros centros del país», considera la Dra. Veliz Concepción.
UN QUINQUENIO EN LA MIRA EVALUATIVA
Los pormenores de la evaluación a la que será sometida la UCM no admiten superficialidades, incluso abarca un período de cinco años desde el curso 2018-2019 hasta el pasado 2023.
Para la Dra. Alina Margarita Pérez de Armas, coordinadora de la comisión de autoevaluación institucional, está claro que se toman como referentes todos los procesos referidos a la matrícula y el claustro docente.
«La JAN tiende su mirada a la docencia impartida en el postgrado, y dentro del pregrado con la formación profesional que incluye 11 carreras
e igual cifra de programas de educación superior de ciclo corto a partir de una matrícula global de 4 mil 008 estudiantes en pregrado y mil 708 profesionales en postgrado».
Por supuesto que admite alumnos de otras nacionalidades, así abraza a 103 en pregrado y 19 en programas de educación superior de ciclo corto, además de 56 extranjeros en la formación de especialidades.
Si de claustro universitario se trata la Dra. Pérez de Armas alude a los 329 profesores para todos los procesos. De ellos; 72 son titulares, 86 auxiliares, otra cifra no menos importante de asistentes, y 32 instructores.
Y sería imperdonable obviar a quienes apoyan y complementan al claustro fundamental que se desempeña en la totalidad de las unidades docentes asistenciales acreditadas para el pre y postgrado en la provincia.
EL IMPORTANTE ROL DEL CAPITAL HUMANO
¿Qué sería de una institución sin sus Recursos Humanos? Los hacedores de historias, quienes dan vida y comparten aspiraciones. De aquí que la máster Iliana Margarita Sosa Fleites aborde este capital como otra de las variables de importancia en un proceso de acreditación.
La UCM dispone de mil 869 trabajadores en sus diferentes categorías que abarcan los avezados académicos, investigadores, profesores, colaboradores, impulsores del trabajo científico, pero no minimiza aquellos que hacen de los diversos servicios sus contribuciones al logro del entorno adecuado y al apoyo de cualquier actividad prevista en los programas institucionales.
Es, a la vez, insistir en la ejemplaridad del directivo, del docente y de todos los que visten una bata blanca representativa de la Salud, y resultan a la vez los protagonistas de que el centro haya recibido, recientemente, la Orden Carlos J. Finlay como distintivo concedido a ciudadanos cubanos y extranjeros en reconocimiento a extraordinarios méritos y que hayan aportado, de forma excepcional, al progreso de las ciencias en beneficio de la humanidad.
Está la Distinción Ricardo Jorge Oropesa, en honor al ejemplar médico, que constituye el distingo de mayor relevancia otorgado por la Sociedad de Educadores de Ciencias de la Salud de Villa Clara, o el Sello conmemorativo 50 Aniversario de la Docencia Médica a profesores sobresalientes dentro de la educación cubana.
Y no olvidar a sus 97 profesionales consultantes, a los merecedores de la Orden Frank País conferida por el Ministerio de Educación, la Medalla José Tey que destaca a quienes ejercen el sacerdocio de educar en cualquier nivel de enseñanza, y el honor de contar con dos títulos Honoris Causa, aprobados por la institución médica de Villa Clara, a personalidades eminentes: los doctores José Ramón Machado Ventura y Concepción Campa Huergo.
Son detalles que enaltecen la obra de un centro formador que escribe su historia desde el centro de Cuba.
PIE DE FOTOS
1.- Para que los alumnos lleguen a diplomarse la institución cuenta con 11 carreras e igual cifra de programas de educación superior de ciclo corto, y una matrícula global de 4 mil 008 estudiantes en estos momentos.
2.- La ejemplaridad del claustro es fundamental en la UCM de Villa Clara.
3.- Dra. Olga Lidia Veliz Concepción.
4.- Dra. Alina Margarita Pérez de Armas.
5.- Máster Iliana Margarita Sosa Fleites.
6.- La carrera de Estomatología villaclareña fue la segunda acreditada en el país, luego de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
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