El bendito regalo de los Reyes Magos

Por Ricardo R. González

Fotos: del autor y cortesía familiar

La pareja integrada por Mabel Tang Pérez y Dariel Muñóz Parrado finalizaron 2017 inmersos en los preparativos de canastillas y contando las horas para que llegaran sus anheladas criaturas. Quizás en los quehaceres de armar dos cunas y entre esos rompecabezas de cómo los llamarían, aunque era probable que ya los nombres estuvieran definidos.

Despidieron ese año y corrieron los primeros días de 2018, hasta que el 6 de enero cambió la rutina en el hogar con una sorprendente noticia. En la noche de ese día una llamada telefónica despertó a Dariel. Era su esposa —que dadas las características del embarazo permaneció en el Hogar Materno de Caibarién todo el tiempo reglamentado— con el aviso de que se preparaban las condiciones para trasladarla a Remedios y proceder al alumbramiento.

Los dolores eran evidentes. El futuro padre no lo podía creer ante un embarazo que solo reportaba algo más de seis meses, mientras su suegra Marisnelda Pérez Diéguez quedaba también envuelta entre la realidad y la incertidumbre.

En medio de todo prepararon el bolso de la travesía, a lo mejor olvidaron algunos objetos imprescindibles; sin embargo, ya con todo listo para partir llegó una especie de detonante —aunque a la postre bienvenido— desde el Hospital General Docente 26 de Diciembre, de la localidad remediana.

No había ciencia ficción. Dariel y Mabel ya eran padres. Todo el tiempo en espera de sus dos criaturas, pero, finalmente, llegaron tres.

Así lo relató Dariel: ««Me tuve que sentar, los sudores corrían. Mi suegra lloraba de alegría, y nunca me pareció tan lejos el camino a Remedios como ese día. Para mí fue un asombro total. Estábamos preparados para dos y salió un tercero que si bien no era incluido en los planes resultó una bendición porque no todos tenemos la posibilidad de recibir tres niños a la vez».

SORPRESA EN EL SALÓN

Mabel cumplió el seguimiento del embarazo al pie de la letra. Fue muy disciplinada y cuando le informaron que debía ingresar en el Hogar Materno lo cumplimentó.

En todo momento las pruebas ultrasónicas revelaron un embarazo gemelar normal; sin embargo, a la hora de realizar los procederes la pericia y profesionalidad del personal de la Octava Villa detectó algo inusual en aquel instante: Luego de salir los dos primeros varones existía otra placenta.

Dylan, Diago y Darel eran ya realidad, y el experimentado profesor Orlando Molina Hernández, neonatólogo del hospital ginecobstétrico Mariana Grajales, de Santa Clara, fundamentó que este tipo de suceso puede ocurrir.

«La tercera criatura no era visible porque por la posición de sus dos hermanos quedaba completamente tapada aun ante las posibilidades de los adelantos tecnológicos».

De la institución remediana fueron trasladados hacia la maternidad provincial. Allí permanecieron hasta el martes 17 de abril de 2018, luego de más de un centenar de días y alcanzar el peso reglamentario para procederse al egreso.

El trabajo colectivo unido al amor y el comportamiento familiar lograron a los «trillis de Caibarién», esas pequeñas criaturas que ya en la enseñanza primaria arribaron a su sexto cumpleaños, y ganan el corazón de todos. En aquel instante le preguntamos al padre bateador en extraclase si existiría un cuarto intento… Con la mirada lo dijo todo, pero de pronto Dariel reaccionó y enfatizó: «a lo mejor voy en busca de las tres hembras».

¿Proseguirán sus aspiraciones? De momento dan la gratitud por el bendito regalo de los Reyes Magos.

PIE DE FOTOS

1.- Dylan, Diago y Darel a las pocas horas de nacidos (Foto: Ricardo R. González)

2.- El día del egreso junto a sus padres y su abuela (Foto: Ricardo R. González)

3.- La primera jornada de clases en la enseñanza primaria.

4.- Ya en su aula.

5.- La música y la banda.

6.- Una de las imágenes más recientes.

7.- A jugar se ha dicho.