Keyla Isabela evoluciona sin contratiempos, asume la vida desde el ginecobstétrico de Villa Clara
Texto y fotos Ricardo R. González
La pequeña Keyla Isabela Hernández Gómez mantiene una evolución satisfactoria luego de ser abordada quirúrgicamente debido a una retinopatía de la prematuridad (ROP) agresiva en ambos ojos que de no tener una respuesta inmediata conduciría a la ceguera total.
Han pasado cinco días desde que un equipo multidisciplinario de las principales instituciones hospitalarias de la provincia procedió al acto con inyecciones intravítreas destinadas a enfermedades oculares y a proteger la visión, proceder realizado en los salones del Pediátrico José Luis Miranda.
Ahora se recupera en la sala Piel a Piel del hospital ginecobstétrico Mariana Grajales de Villa Clara donde su mamá, Kenia Gómez Duardo, está pendiente del mínimo detalle.
Quien es especialista en Medicina General Integral (MGI) y previo a su embarazo laboró en la Dirección Municipal de Salud de su territorio, al frente del Programa de Infertilidad, refiere que al inicio tuvo un embarazo normal; sin embargo, la ginecóloga de su área decidió aplicar un tratamiento por los antecedentes de su gestación anterior, con una niña de seis años en la actualidad, que también resultó pretérmino, pero no en extremo.
«Cuando estaba en las 25 semanas experimenté un ligero sangramiento que conllevó a un ingreso en la Unidad de Cuidados Especiales del Ginecobstétrico Provincial. Luego en la sala de Gestantes B, hasta ser remitida al Hogar Materno de Manicaragua».
Casi al finalizar junio experimentó dolores y contracciones, acudió de inmediato a su policlínico y regresó con síntomas de parto pretermino a la ya conocida Unidad de Cuidados Especiales.
Apareció de nuevo el sangramiento, los dolores, y después de los exámenes pertinentes hubo dilatación del útero, por lo que se decidió practicar la cesárea ante una intervención similar para el nacimiento de su primera criatura.
Con 30 semanas fue llevada al salón en horas de la noche y el martes 27 de junio nació la bebé, «Estuvo 34 días en la Neonatología del Materno luchando con su vida. Tuvo ventilación artificial debido a una bronconeumonía, entre otras complicaciones posteriores».
Por todas las circunstancias y como establecen los protocolos ante estos casos se procedió al análisis oftalmológico en busca de la ROP. Al dilatarse la pupila se notó determinada irregularidad que requirieron valoraciones posteriores.
No había dudas. Luego de una segunda prueba era necesaria la intervención urgente.
— Este martes 15 de agosto Keyla tiene 49 días de nacida ¿Cómo valoras la atención recibida?
— No tengo quejas. El servicio de Neonatología salvó a mi niña ante su gravedad. A los 34 días de nacida mi hija y yo llegamos a la Sala de Piel a Piel. Fue el 31 de julio y es un logro inmenso. Llevo 53 días en el Hospital desde que iniciaron mis ingresos. Ya niña abandonó la incubadora y está en su cunita. Ahora hay que esperar que obtenga el peso ideal para recibir el alta, sin descartar las valoraciones oftalmológicas, y un agradecimiento especial al equipo multidisciplinario que salvó la visión de mi niña.
— Al inicio tenías otro nombre pensado para la recién nacida ¿Qué ocurrió?
— Quería ponerle Kailani, mas ante tantos contratiempos mi primo buscó un nombre que significara guerrera, así apareció Keyla por lo que no dudé en aplicarlo porque verdaderamente lo es. Me acompaña todo el optimismo, mi niña está viva y así seguirá.
OLGUITA, LA NEONATÓLOGA
Luego de su ejercicio rural la Dra. Olga María López Popa no dudó en escoger los caminos de la Neonatología. Hoy es especialista de I Grado en la especialidad y asume la guía del servicio Piel a Piel en busca del mayor contacto de la madre con su descendencia.
Si algo la inspira en el día a día lo constituye el pensamiento de su padre, el eminente catedrático universitario Juan V. López Palacio que asevera: «Todo lo que uno hace con amor resulta gratificante». Y esa es su máxima, la retoma de un progenitor que suma 88 años y tiene a los pasillos de la UCLV como parte inseparable de la vida.
«Ser neonatóloga te permite apreciar la evolución de casos como el de Keyla que necesitó, de manera precoz, la ventilación artificial por un período prolongado, algo que resulta predisponente y lacerante durante los primeros días de vida.
López Popa considera que la evolución, hasta el momento, avanza sin contratiempos. «Nació con algo más de tres libras y progresivamente aumenta de peso para casi totalizar las custro libras equivalentes a unos mil 775 gramos.
Como bien señalará la Dra. Zoila Fariñas Falcón, experta en Oftalmología del hospital clínico quirúrgico universitario Arnaldo Milián Castro y ejecutora principal del acto quirúrgico, mientras más bajo peso tenga la criatura y menos tiempo de edad gestacional mayores resultan las probabilidades que desarrolle la enfermedad hacia estadios graves.
Para la Dra. Olga López existe particularidades en la paciente. «La primera pesquisa de ROP no arrojó nada alarmante; sin embargo, en un segundo examen llamó la atención una ligera hemorragia presente en la retina. Esta no se detuvo y siguió avanzando, por lo que luego de varias consultas entre expertos decidieron aplicar la técnica menos agresiva, y se continúa el seguimiento con vistas a la evaluación progresiva que, sin dudas, ya la alejan de la ceguera.
Así un caso y otro, con complejidades mayores y menores, a pesar de que la especialidad pudiera resultar un poco anónima, pero reconforta mucho al ver que llega el día en que la gran mayoría de los pequeños traspasa la sala y parten para sus hogares.
— ¿Neonatóloga de por vida?
— No me arrepiento. Asumimos todas esas horas de la terapia intensiva neonatal en extremo complejas, de dejar el cansancio y hacer cualquier sacrificio por los infantes. Es lo que personalmente escogí y mientras haya fuerzas y capacidades seguiremos entre estas paredes verdes que resumen una satisfacción individual, pero con éxito colectivo.
PIE DE FOTOS
1.- Kenia Gómez Duardo no le pierde detalles a su pequeña Keyla, su segunda hija que al igual de la anterior es resultado de un parto pretérmino y de bajo peso al nacer.
2.- A los cinco días de operada Keyla Isabela evoluciona sin contratiempos y es sometida a la lactancia materna exclusiva reforzada con determinados complejos vitamínicos.
3.- La Dra. Olga María López Popa (a la izquierda) precisa algunos detalles con el personal de la Sala.
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