Joven del CESAM villaclareño participa en congreso internacional
Texto y foto Ricardo R. González
Ariandi González González tiene 29 años y ha sentido cómo el mar y sus encantos forman parte de su vida. Trabajaba en el Centro de Investigaciones Costeras de Cayo Coco, pero ya necesitaba la cercanía a su lugar de residencia en el poblado placeteño de Baez.
Hace apenas dos meses el Centro de Estudios y Servicios Ambientales (CESAM) de Villa Clara le abrió sus puertas, y lo que nunca imaginó es verse involucrado en los trámites de un pasaporte para su primera experiencia internacional hacia Ciudad de México.
Allí asistió a un taller y congreso dedicado al intercambio de experiencias sobre la pesca recreativa con la asistencia de investigadores de Estados Unidos, Cuba y el país anfitrión.
Ahora Ariandi precisa que uno de los objetivos era propiciar la integración en el área a base de experiencias y apreciar cómo funciona en los diferentes países.
«Se trabajó por romper las barreras idiomáticas y las fronteras porque el lenguaje común dejó marcado todo lo que podíamos hacer por el bienestar de lo que constituye también una especie de arte, pero que dispone de reglamentos a cumplimentar con sus objetivos y prohibiciones porque no todas las especies pueden ser capturadas».
Ariandi González constató que el sentido común del grupo tiene como plataforma la integración como caudal de conocimientos de lo que ocurre en Latinoamérica y el gran Caribe.
«Al término del taller y del Congreso emanó el acuerdo de conformar una red de pesquería que agrupe a los países de la zona. Es algo que está en embrión; sin embargo, consolidará el camino para pensar como región y no con una mirada de alguna nacionalidad en específico».
La red es dirigida por científicos argentinos que mantienen interacción con su homóloga europea. Por su seriedad ha ganado su aval y puede constituir una guía a la que se pueden añadir los propios objetivos.
Para este «cesamero», como se identifican quienes integran ese colectivo, la participación foránea devino vivencia extraordinaria. «Los extranjeros se nutrieron de las experiencias cubanas y nosotros de las del resto de los participantes. Cuba tiene talento, profesionales capaces, y las pesquerías necesitan mayor organización: Por suerte ya contamos con la Ley de Pesca que se convierte en uno de los retos a enfrentar e incorporarla a nuestros códigos de hacer con fundamentos propios, sin descartar lo que ocurre en Latinoamérica y el gran Caribe».
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«Junto con el taller de pesca recreativa sesionó un congreso internacional al que asistieron prestigiosos científicos avalados por sus maestrías y doctorados, ellos poseen un trabajo de años y expusieron los resultados de estudios recientes», explica Ariandi González González.
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