CITMA, Temas candentes en reflexiones post-balance
Por Ricardo R. González
Fotos del autor, Lisdey Rega e internet
Problemáticas y preocupaciones que marcan notoriamente la vida de los villaclareños fueron abordadas al término del balance de la delegación territorial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Osnay Miguel Colina Rodríguez, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido en Villa Clara, asumió y resumió, a la vez, cuatro de estas, entre las que aparecen la seria afectación con el abasto de agua que, al menos en la capital provincial, sobrepasa ya los veinte días, sin que constituya una realidad ajena en otras demarcaciones.
El dirigente lo consideró «como asunto no resuelto a través del tiempo en lo referido a las entregas y la calidad del agua», y si bien se refirió a varios puntos del territorio remarcó en los casos de Sagua la Grande y la capital del territorio.
«Un problema serio como la crisis que vivimos en estos días en la provincia», precisó en su exposición, por lo que habrá que seguir apostando y discutiendo la totalidad de los planes a nivel del país, desde Recursos Hidráulicos, desde Acueducto, desde el Gobierno, desde el Partido en favor de avanzar, de manera sostenida, en las inversiones a fin de lograr que los sistemas de abasto de agua ofrezcan estabilidad en el servicio a la población y también de ocuparnos de las plantas potabilizadoras, de los filtros, de los hipocloradores, argumentó Colina Rodríguez.
Otro tema abordado fue el referente a la calidad del aire que presenta novedosas investigaciones por parte del Centro Meteorológico Provincial (CMP) y la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas, pero que requiere más estudios y demanda no descuidarse.
Aspecto medular con notorias grietas recae en la situación de los residuales sólidos. «Los estudios están realizados y las cosas que no han triunfado es porque quienes han transitado por esas funciones no han escuchado, no han sido valientes a la hora de implementar lo consignado en las propuestas científicas», señaló el dirigente.
Quien escribe recuerda que muchos años atrás, al margen de disponibilidades de recursos, la provincia y su urbe principal constituían un espejo para el país. Cuánto se ha perdido en esa misma ciudad donde proliferan microvertederos por doquier, incluso en sus zonas más céntricas, por lo que la visión va más allá del vertedero municipal al valorarse dónde pueden depositarse los desechos sólidos y hacer una mejor gestión encaminada a su tratamiento.
En este sentido Colina Rodríguez consideró que ello implicaría ahorro de todos los recursos y del preciado tiempo en aras de devolver calidad de vida y el rescate necesario de un entorno embellecido.
Y otro punto oscuro es el concerniente a la situación de los ríos que demanda resolverse aunque sea por etapas, comenzar a eliminar la carga contaminante presente en el Bélico y el Cubanicay y recuperar su salud para beneficio de todos.
Mas, no recarguemos la balanza hacia un solo lado. Es cierto que muchas veces no se les ha prestado el interés requerido, pero en torno a la situación de los ríos y de los desechos sólidos también la población manifiesta sus indisciplinas sociales. Nadie duda que la recogida de basura, como se le conoce en el argot popular, tiene asombrosas irregularidades por las razones que sean; sin embargo, muchos ciudadanos colocan sus bolsas sin que medie horarios y a veces acabado de pasar el vehículo vuelve a llenarse el microvertedero ya establecido o en otros puntos que se inician en esta «función».
Desde hace un tiempo aparece una nueva modalidad como la de tirar las jabas desde el balcón, en ocasiones ya rasgadas o sin estar lo suficientemente atadas, en tanto los residentes en las proximidades de los ríos también se liberan de los residuos y encuentran la solución al depositarlos en ellos.
Entonces si la educación ambiental y la responsabilidad ciudadana no se dan la mano y ocupan un sitio en el comportamiento humano se abren las puertas para una involución sanitaria con marcados riesgos.
Y en cuanto a los afluentes, con sus imágenes denigrantes, vale decir que existen numerosas tesis e investigaciones con la misión de mejorarlos. Desde fundamentos de trabajos universitarios hasta otros sumados por parte de ciudadanos que desean verlos recuperados.
Lamentablemente permanecen engavetados en las oficinas de los decisores que a lo mejor en una limpieza de archivos tomaron otro destino al considerarse entre los tantos asuntos que «por la falta de recursos e inversiones no tienen respuestas de momento».
Pero lo triste es que el instante nunca llega y seguimos asfixiándonos entre carencias, por un lado, y los malos procederes, por el otro.
En honor a la verdad recuerdo jornadas de saneamiento realizadas a nuestros ríos con la movilización de fuerza de trabajo procedente de diversos municipios. ¿Acaso Santa Clara no disponía de potencial? Muchos segmentos cambiaron de imagen, no obstante, pobladores sin escrúpulos borraron tanto esfuerzo desmedido.
Se me ocurre, entonces, pensar en «Lo feo», esa canción emblemática de nuestra Teresita Fernández que traspasa lo meramente infantil para dejarnos un mensaje generalizado al ponerle amor a esas cosas que nos desagradan. Hagámosla de todos, propónganselo quienes deben tomar cartas en el asunto, y ojalá que la tristeza de los ríos cambie algún día de color.
PIE DE FOTOS
1.- Además de resultados, retos y proyecciones de la ciencia villaclareña también se escucharon problemáticas que afectan a la comunidad.
2.- La imagen de Lisdey Rega es evidente: « Este es el paisaje que acabo de ver desde el puente La Cruz en Santa Clara. El río casi cubierto de una capa de pomos plásticos y otros desechos sólidos» escribió hace unos días.
3.- Microvertederos que muchas veces se hacen macros.
4.- ¿Cuando esta llave volverá a ver el agua de manera estable?
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