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soyquiensoy (Ricardo R. González)

El sol vuelve a iluminar

El sol vuelve a iluminar

La rápida actuación de un equipo del hospital Mártires del 9 de Abril, de Sagua la Grande, y del pediátrico provincial José Luis Miranda salvan la vida de un niño al nacer con una malformación anorectal 

Texto y fotos Ricardo R. González

Dormía profundamente en la mañana del reportaje, ni siquiera el flash de la cámara interrumpió su sosiego hasta que la hora de lactar le hizo un llamado inviolable y salió de ese mundo de calma. Así conocimos al pequeño Abraham Marcos Ferrera Rosa, quien nació con una malformación catalogada en un punto intermedio entre lo particular y lo frecuente.

Cuenta su mamá Yanaila Rosa Abrahantes, enfermera del hospital general docente intermunicipal Mártires del 9 de Abril, de Sagua la Grande, que salió de su hogar con ciertos dolores cuando el tiempo de gestación marcaba las 37,1 semanas y llegó a la institución sagüera ya marcada por contracciones.

Poco tiempo después entraba en el salón. Una cesárea anterior demandaba recurrir a esta práctica. Todo marchaba sin contratiempos y se escuchó el primer llanto de una criatura que anuncia su llegada a la vida mientras la balanza marcaba 7,5 libras de peso. Ese fue el primer respiro para quienes reciben a diario a las criaturas en este mundo; sin embargo, al revisarse su estado un equipo integrado por la Dra. Yanela Márquez Mondejar y las licenciadas Yenisbel Delgado Sánchez y Sonia Pérez, detectó la ausencia del ano, por lo que solicitaron el traslado inminente hacia Santa Clara.

«Un grupo de neonatólogos y de otras especialidades del pediátrico José Luis Miranda se dirigió a la Villa del Undoso para traer a mi hijo» reafirma Yanaila quien dejó en su vivienda de Quemado de Güines a su primogénito de cinco años.

Como era lógico hizo la travesía entre la incertidumbre y la esperanza, entre su fe y el amor. Una vez aquí se realizaron los procederes necesarios hasta que programaron la cirugía. No había tiempo que perder. Compás de espera, tiempo interminable en las afueras del quirófano. Un reloj que parecía detenido, ruegos porque todo saliera bien.

DESDE LA NEONATOLOGÍA PEDIÁTRICA

Las vivencias acumuladas por el servicio de Neonatología pediátrica resultan innumerables. Los experimentados enfermeros Gladis Gaitán Carrero y Rafael Bermúdez Reinoso lo atestiguan, en tanto la Dra. Dainy Pérez Guillén, al frente de la sección, está consciente de la trascendencia del trabajo que contribuye a mantener la baja mortalidad de la institución, a pesar de las complicaciones de los infantes atendidos.

«Estas situaciones son variadas, mas en las disciplinas quirúrgicas aparecen las malformaciones del tubo digestivo, las atresias esofágicas o defecto de nacimiento del esófago que conecta la boca con el estómago, como el gran reto para todo neonatólogo, las estenosis (estrechez) que recaen sobre determinados órganos, o las propias situaciones neuroquirúrgicas con los frecuentes meningoceles, encefaloceles y la estenosis hipertróficas del píloro», precisa Dainy Pérez.

En el transcurso del año el servicio exhibe cero mortalidad neonatal, por lo que su colectivo integrado por unos 10 médicos y alrededor de 25 especializados en la enfermería, algunos con perfil intensivista, y todos en turnos rotativos tienen el reto de seguir estudiando para asumir casos de mayor complejidad en los que neonatólogos, cirujanos y radiólogos conforman una triada indispensable para encauzar las acciones.

Respecto al llamado ano imperforado, como malformación presente en el caso de Abraham, de acuerdo con investigaciones foráneas cada progenitor es portador de un gen que desconocen y pudiera inducir, en cierta medida, a la presencia de esta realidad en el niño.

LAS CONSIDERACIONES DEL DR. ABEL

A su sabiduría y experiencia como cirujano pediátrico de II Grado al Dr. Abel Armenteros García se le suman sus dotes de excelente comunicador. Encabezó el equipo que practicó la intervención de Abraham, junto al profesor Pedro Antonio Fernández Busot y los doctores en anestesiología y reanimación, Florinda López de la Cruz y Alexis R. Pineda, de lo que considera una cirugía rápida, con una duración aproximada de 30 minutos, para que luego el pequeño emprendiera su recuperación desde la cama 12 del servicio neonatológico., de lo que considera una cirugía rápida, con una duración aproximada de 30 minutos, para que luego el pequeño emprendiera su recuperación desde la cama 12 del servicio neonatológico.

«Lo primero que realizamos fue una exploración (tamizaje) en busca de malformaciones asociadas, y al no existir otras se procedió a la operación a fin de desviar el tránsito intestinal con una de las diferentes variantes existentes de colostomía que en este caso resultó a nivel del sigmoide (zona del intestino grueso más cercana al recto) porque su malformación era próxima al ano».

Quien comparte su categoría con la de master en atención integral al niño y profesor auxiliar de la Universidad Médica de Villa Clara insiste en que resulta muy importante que los pacientes portadores de este tipo de malformación congénita sean tratados oportunamente para evitar complicaciones que deriven consecuencias fatales.

«A las primeras horas de intervenido Abraham comenzó a defecar por el procedimiento realizado y transcurrió su evolución sin dificultades al no poseer malformaciones asociadas en el resto de los aparatos del sistema, lo que facilitó una rápida evolución.

Con suma propiedad el galeno afirma que «no constituye una entidad de todos los días, pero tampoco resulta rara» e insiste en la imposibilidad de detectarse de forma prenatal, a pesar de los adelantos de la ultrasonografía y otras técnicas.

— ¿Ha concluido el proceso de Abraham o conlleva otros pasos?

— Es una cirugía por etapas. Cuando pese más de 10 kilos, después del año de vida, procedemos a la segunda fase con la construcción del ano en el sitio donde debe estar, y en un tercer paso, luego de tres meses, se cierra la colostomía y queda solucionado el inconveniente a fin de desarrollar una vida normal.

El Dr. Armenteros García argumenta que en el servicio pediátrico villaclareño se han intervenido malformaciones anorectales aunque en los últimos tiempos se reporta una menor incidencia; sin embargo, la evolución de la totalidad de los casos ha sido muy favorable.

A partir de ahora será necesario extremar los cuidados familiares para evitar procesos sépticos ante un orificio abierto en un pequeño cuyas defensas resultan primarias.

Ya Abraham y su mamá Yanaila están en casa, pero antes de la partida ella quiso manifestar un infinito agradecimiento al personal que intervino en devolver la tranquilidad materna y el porvenir de su hijo.

«Un trato de excelencia, si bien no son muchos los que llegan con esta malformación como madre agradecida tengo que reconocer que el éxito se debe a la rapidez con que se actuó en mi hospital de Sagua, al servicio de Neonatología del Pediátrico, y a ese cirujano brillante que es Abelito. Gracias a todos, a la ciencia y a Dios porque el sol nos vuelve a iluminar».  

MEMORÁNDUM

— El ano imperforado es una malformación que ocurre cuando una persona nace sin ano, no posee el orificio que debe tener, o resulta sumamente estrecho.

— Se desconoce la causa exacta de este defecto congénito, mas los especialistas consideran que es debido a un desarrollo anormal del recto dentro del útero materno, a pesar de que en ocasiones ocurre asociado a otras anomalías congénitas.  

— Puede conectarse de forma irregular a diversas estructuras del cuerpo ejemplificadas en la vejiga, la uretra, la base del pene y los escrotos en los niños o a la vagina en el caso de las hembras. 

CONTRASTES

Zenaida Cruz es la progenitora de Benjamín González, un bebé de ocho meses nacido con un año imperforado, entre otras malformaciones que reclaman una cirugía para reconstruir su conducto anal, según publicó el Diario del Istmo de esa localidad.

Los familiares de Benjamín solicitan ayuda económica para costear el tratamiento médico en un hospital del puerto de Veracruz.

La mamá asegura que gasta más de dos mil pesos semanales en bolsas de colostomía, pañales y leche y que han invertido todos los ahorros familiares en el tratamiento, sin contar lo que necesitan para asumir otros estudios.

Además se requiere el traslado a la Ciudad de México a fin de proceder a la terapéutica y puedan realizarle la reconstrucción de sus genitales. 

Llama la atención el tiempo de nacido de Benjamín que va pasando y no son descartables complicaciones más severas.

Entre Benjamín y Abraham existen marcados contrastes. El nuestro fue intervenido rápidamente, sin costo alguno para su familia.

¿Tenemos o no nuestras Razones

PIE DE FOTOS

1.- Un momento especial de interacción entre Abraham y su mamá Yanaila a través de la lactancia materna. Ella permaneció con su pequeño durante todo el tiempo del ingreso.

2.- Observe el orificio de la colostomía que facilita la defecación desde las primeras horas posteriores a resultar intervenido.

3.- Los profesores Abel Armenteros García (a la izquierda) y Pedro Fernández Busot encabezaron el equipo quirúrgico ante una entidad que no tiene diagnóstico prenatal y lleva diferentes pasos hasta su total recuperación

4.- Parte del equipo médico y paramédico que asistió al caso en el servicio de Neonatología del Pediátrico villaclareño.

5.- Dra. Dainy Pérez Guillén, al frente de la unidad de Neonatología: « Contribuimos a la baja mortalidad de la institución, a pesar de las complicaciones de los infantes atendidos».

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