Lactancia materna, la primera vacuna que recibe el recién nacido
Por Ricardo R. González
Hasta el 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna (LM) que en esta oportunidad propone como incentivo: «Impulsemos la lactancia materna apoyando y educando».
Se pretende hacer del noble acto una acción de todos, no solo de la madre, sino también con la inclusión de la figura paterna y de todos los actores llamados a proteger, promover y apoyarla.
Considerada como la primera vacuna recibida por el infante cada uno de sus efectos se comprueban a corto y largo plazo en la prevención y disminución de las enfermedades alérgicas, la obesidad, los cuadros diarreicos, y de enfermedades crónicas ejemplificadas en la hipertensión arterial y la diabetes mellitus tipo II.
También reduce la mortalidad por padecimientos frecuentes en la primera etapa de la vida y posibilita una rápida recuperación ante procesos virales.
Contribuye, además, a la formación de dientes sanos, a prevenir deformaciones en la boca, y a disminuir el sangramiento de las madres posteriores al parto, así como la recuperación del tamaño y la posición del útero.
Un rasgo distintivo de Villa Clara es la existencia del Banco de Leche Humana (BLH), inaugurado hace tres años en el hospital ginecobstétrico universitario Mariana Grajales como garantía para aquellas criaturas que, por diversas causas, presenten dificultades luego del nacimiento.
Figuran, entre ellas, la vulnerabilidad asociada al bajo peso, a malformaciones congénitas, a los hospitalizados en servicios de Neonatología o de terapias intensivas, y para aquellos que, por características particulares, sus madres no pueden ofrecerles la posibilidad.
Estos menores se alimentan con la leche donada por otras progenitoras luego de someterse a un proceso de pasteurización mediante el sistema tecnológico existente en la unidad que garantiza el cumplimiento de las normas sanitarias y su conservación de nueve meses a un año.
El primer BLH se creó en Viena en 1900 para dar paso a uno en Boston (1910), Buenos Aires (1921), Río de Janeiro (1943), y así poco a poco en otras naciones; sin embargo, a pesar de su importancia el proceso ha sido lento.
Cuba se pronuncia por una lactancia exclusiva durante el mayor tiempo posible, y mantenerla con los alimentos indicados por los facultativos hasta los dos años de edad o más.
Según estudios internacionales solo un 40 % de los nacidos acceden a los beneficios de la lactancia materna
La semana a favor del humanitario gesto quedó instituida en 1992 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo para el Desarrollo de la Infancia (UNICEF).
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