Alza de enfermedades respiratorias y diarreicas en edad pediátrica
Texto y fotos Ricardo R. González
El intenso calor, las precipitaciones de los últimos tiempos, unido al inicio de un verano que influye en el panorama sanitario y lo hace más complejo, pudieran incidir en el incremento de las enfermedades respiratorias y diarreicas experimentadas por Villa Clara en la edad pediátrica.
La Dra. Dianevys Arango Inerariti, vicedirectora de Asistencia Médica en el hospital pediátrico universitario José Luis Miranda, precisó que en el caso de las infecciones respiratorias (IRA) se adelantan en su período habitual debido a que se aprecian, mayoritariamente, desde finales de agosto hasta marzo, como también describe la literatura.
«Existe gran afluencia al Cuerpo de Guardia de la institución con un promedio que oscila entre 300 y 350 pacientes por ambas afecciones en 24 horas; sin embargo, muchos presentan situaciones leves que pudieron evaluarse en la atención primaria de Salud», precisó la Dra. Arango Inerariti.
De todos estos casos se ingresa entre un 11 % y un 12 % diarios como cifra global de la institución, lo que corrobora lo anterior.
«La institución tiene sus estrategias ante el incremento de casos, «pero una vez que el niño esté en nuestro hospital tenemos el deber de atenderlo con todos los requerimientos médicos y de enfermería, aunque por su cuadro clínico hubiera encontrado respuesta en el consultorio o en el policlínico a que pertenece».
Dianevys Arango argumentó que cada infante requiere de vigilancia en el hogar. «Casi todos los procesos respiratorios comienzan con tos, obstrucción y secreción nasales como algo rutinario. De resultar un proceso infeccioso la fiebre aparece desde el primer día y de mantenerse con niveles altos acompañada de falta de aire (polipnea) sí se necesitaría la presencia hospitalaria a fin de recibir evaluación especializada y aplicar otros complementarios».
En estos procesos respiratorios la fiebre es considerada normal hasta los 37oC. A partir de esta cifra comienza la febrícula o destemplanza llamada a observarse, y si el termómetro marca los 38oC constituye franco período febril, y ya en los 39oC resultan valores más serios que demandan un seguimiento facultativo.
Las enfermedades diarreicas agudas (EDA) requieren también observación ante posibles signos de deshidratación. Si el menor mantiene la boca seca, si supera las seis horas sin orinar o aparece sangre en las heces fecales con manifestaciones de fiebre elevadas ya deja de ser un episodio viral para convertirse en una diarrea bacteriana que implica otro tipo de terapéutica con el criterio médico temprano a fin de tomar decisiones que posibiliten mejor evolución.
PIE DE FOTOS
1.- Muchos de los casos que asisten al Cuerpo de Guardia del hospital pediátrico José Luis Miranda encuentran solución en el nivel de atención primaria de Salud.
2.- La Dra. Dianevys Arango Inerariti, vicedirectora de Asistencia Médica de la institución pediátrica, significo que, tanto en episodios respiratorios como en diarreicos, el menor requiere de mucha observación en el hogar.
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