Miradas atentas y accionar preciso para reinicio del curso en Ciencias Médicas
Texto y foto: Ricardo R. González
Las aulas de la Universidad Médica villaclareña necesitan restablecer el ir y venir de sus estudiantes, el intercambio de saberes entre profesores y aprendices, el palpitar cotidiano por los largos pasillos, la vitalidad de sus laboratorios, sin descuidar el detalle cualitativo que se impone, a pesar de lo persistente de un escenario sanitario complejo.
«Auscultar» cada detalle, en el buen lenguaje de los galenos, deviene objetivo esencial de la visita que realiza el Ministerio de Salud Pública (Minsap) encabezada por el Dr. Jorge González Pérez, director nacional de Docencia, ante un curso a reanudar en los primeros días de octubre, aunque las 13 universidades de medicina del país lo harán de manera paulatina de acuerdo con las características de cada territorio.
Un intercambio sin colorines, apoyado en el blanco y negro de la realidad, en que «lo nuevo es tratar de retomar el desarrollo de habilidades con actividades presenciales», al decir del Dr. González Pérez. Y con esa manera muy típica de su personalidad tomó al azar la especialidad de pediatría, entre esas tantas que resultan imposibles estudiar solo por los libros porque «hay que interiorizar esos contenidos, y conlleva el examen de los niños con todos los procederes necesarios».
Representantes de la institución y parte de su razón de ser: los estudiantes participaron en el diálogo en el que significó que no puede existir discriminación que favorezca a unos y a otros no desde el punto de vista de las prácticas, al tiempo que se reclama la mayor descentralización posible de las actividades clínicas siempre que haya calidad en el programa docente educativo, y el seguimiento a la manera de establecer cada objetivo en las unidades del sector.
En estos contextos se hace necesario organizar estrategias para que los educandos desarrollen sus destrezas en las diferentes especialidades, «porque los estudiantes no están para confeccionar tarjetas activas en un almacén, están para desplegar acciones y aprender, sobre todo en las áreas de nutrición, en electromedicina, y en otros perfiles.
Dentro de este mundo no podrán olvidarse las limitaciones en las becas, valorar la ubicación de las camas en las habitaciones, y el distanciamiento requerido en el comedor o en otros lugares junto al uso del nasobuco y otras iniciativas que puedan generarse.
Y uno de los detalles básicos de la inspección lo constituye valorar el estado hidrosanitario y el sistema hidráulico del área docente. «Si los lavabos no tienen agua ¿de qué se habla?, se preguntó Jorge González, quien fue categórico al precisar que al considerarse cada sección certificada, por parte del personal competente, es porque cuentan con todas las de la ley.
Sobre la necesidad de retomar la actividad presencial el experto aclaró que de continuar con la pasividad del curso el compás de espera sería eterno y la vida ha demostrado que nuestros estudiantes están en la calle, en contacto con el entorno, y felizmente cumpliendo las medidas de bioseguridad.
La organización, reorganización y readecuación serán fundamentos claves para el reinicio del curso que reclama cumplir con los objetivos de formación, por lo que cada Universidad ha preparado su plan acorde con sus particularidades a fin de concluir el actual en una fecha variable, según lo que cada entidad haya podido avanzar.
Marzo de 2022 pudiera indicar el inicio del venidero período lectivo sin que constituya un esquema rígido. «Si existiera una disciplina o una formación que necesitara más tiempo se les concederá en función de lograr el propósito, sin mutilar carreras ni conocimientos.
En estos contextos la FEU y la FEEM tendrán papeles protagónicos.
Habrá tareas a desarrollar solo por la institución central, ubicada en Santa Clara, y por la Facultad de Ciencias Médicas, de Sagua la Grande, esta última también visitada.
— Cuándo se escriba la historia de la terrible pandemia ¿qué lugar concedería a los estudiantes de las Ciencias Médicas?
— Hablando en términos de olimpiadas ni otorgando la de mayor valor, la medalla de oro, pudiéramos reconocer la labor desplegada al desafiar, en todo momento, peligros y temores de contagios. Mientras en otras latitudes los alumnos permanecen en sus hogares, los nuestros no han dejado de trabajar, ya sea en zonas rojas, en las pesquisas, en los hospitales de campaña y en donde se les han necesitado encarando un duro combate junto a sus profesores. Gracias a todo el sistema de Salud cubano y el accionar de estos jóvenes se han convertido en valientes de la nación.
PIE DE FOTO
1.- La visita tiene como objetivo comprobar con las autoridades de la Universidad Médica cómo tienen previsto el desarrollo del reinicio del curso académico y las posibles soluciones a los problemas a presentarse. En la foto los doctores Jorge González Pérez, director nacional de Docencia, e Ivette Molina Linares, rectora de la institución villaclareña.
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