Rigor, disciplina y máximo control exige el panorama de la COVID-19 en Villa Clara
Yudi Rodríguez Hernández, al frente del Grupo de Trabajo Temporal para la prevención y control del nuevo coronavirus, insistió en la obligatoriedad de visitar a quienes arriben a la provincia en menos de 24 horas por parte del equipo de salud.
Por Ricardo R. González
La situación actual que experimenta Villa Clara en torno al comportamiento de la COVID-19 resulta más compleja que en otros momentos. Ello no puede ser desestimable y reclama actuar con el máximo rigor y disciplina por parte de todos.
Así lo consideró Yudi Rodríguez Hernández, primera secretaria del Partido en la provincia y al frente del Grupo de Trabajo Temporal para la prevención y control del nuevo coronavirus, en un escenario que reclama acciones precisas y no divagar en teorías ni en asuntos dejados para algo que no admite el después.
En la mañana del viernes se informó que el territorio suma dos nuevos casos positivos correspondientes a un viajero procedente de los Estados Unidos, del municipio de Caibarién, y otro reporte autóctono, sin fuente de infección precisada hasta ese momento, de una estudiante de cuarto año de Medicina, de Camajuaní, que implica a diez municipios debido a su vínculo con instalaciones de Salud, a su propio colectivo estudiantil, y a una visita realizada a un hotel de la cayería.
Según informes de la Dra. Gretza Sánchez Padrón, directora de Salud en la provincia, en esa jornada ingresaron 13 casos sospechosos que entre todos concentran 117 contactos correspondientes a Cifuentes, Placetas, Santa Clara, Manicaragua, Sagua la Grande y Encrucijada, unido a los dos confirmados que totalizan 195 contactos directos.
El hospital Manuel Fajardo Rivero amaneció con 48 personas ingresadas, entre confirmados y sospechosos, además de siete personas con sospechas de bajo riesgo que permanecen en el centro de aislamiento establecido.
Villa Clara tiene en la actualidad 13 controles de focos activos en siete municipios: cuatro en la capital territorial, dos en Caibarién, y uno en Camajuaní, Corralillo, Caibarién, Sagua la Grande, Santo Domingo, y Manicaragua, respectivamente.
La «radiografía» territorial muestra, además, 561 personas bajo ingreso domiciliario, en una provincia que acumula 25 casos positivos en la última quincena; de ellos, 11 autóctonos y el resto de viajeros, para totalizar 267 confirmados desde que inició la pandemia, con más del 91 % de los pacientes recuperados.
La demarcación acumula 1906 viajeros, con los mayores índices en Santa Clara, Sagua la Grande, Ranchuelo, Placetas y Caibarién.
Al respecto Yudí Rodríguez Hernández recalcó que todo el proceso de aislamiento se mantiene en los domicilios, y el enfoque de trabajo tendrá que dirigirse a esas viviendas sometidas al protocolo.
«El reto —dijo— está en el control de la cantidad de viviendas en vigilancia, con niveles de exigencia y rigor».
Se hace obligatorio visitar a quienes arriben a la provincia en menos de 24 horas por parte del equipo de salud, y a partir de ese momento establecer el chequeo diario a las familias a cargo del médico y la enfermera de la familia, sin violar lo establecido.
Habrá una tarjeta de advertencia sanitaria para cada visitante contentiva de lo estipulado en cuanto al comportamiento en el país, y queda claro que el PCR se realizará en la casa de los aislados, no en instituciones de salud ni en otros centros, cuyos resultados deben estar en 24 horas.
«Cuando se habla de aislamiento reforzamos su carácter estricto, sin salidas de las personas del hogar ni la acogida a visitantes. Ello implica garantizarles los servicios principales con la debida protección de los que intervienen», insistió Yudi Rodríguez.
En caso de que una vivienda no cumpla los requisitos necesarios se crearán centros de aislamiento para estos moradores en los propios municipios, al tiempo que se profundiza en la necesidad de mantener el trabajo a distancia y el teletrabajo donde sea posible.
En estas circunstancias la máxima dirigente del Partido en Villa Clara fue categórica en cerrar filas a las indisciplinas. Colas, aglomeraciones en establecimientos. el no uso del nasobuco o de manera incorrecta en las calles y centros laborales, reuniones sin distanciamiento, son algunas de las negligencias que no imponen el cierre de servicios, pero sí el cumplimiento de las regulaciones higiénico-sanitarias y la responsabilidad ciudadana.
Y no se podrá descuidar la actualidad de las infecciones respiratorias agudas (IRA) que sigue siendo una problemática, sobre todo en Remedios, Manicaragua, Placetas, Ranchuelo y Encrucijada con cifras significativas por encima de la media provincial.
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