La otra cara del surco
Defensor a ultranza del medio ambiente el Instituto de Investigaciones en Viandas Tropicales (INIVIT) enfrenta desde las más disimiles plagas hasta la búsqueda de soluciones derivadas de las carencias de productos ausentes en el país. Una academia siempre pensante en favor de la agricultura cubana.
Por Ricardo R. González
Fotos: Carlos Rodríguez Torres y cortesía INIVIT
Imagine un campo de yuca desfollado en solo una noche. Larvas que pueden sobrepasar las 50 sobre una planta resultan las causantes, y si bien no ocurre todos los años tampoco constituye ciencia ficción ni historias fantásticas contada por los campesinos.
Dos doctoras, Maryluz Folgueras Montiel y Lilian Morales Romero, y una master, Rosa Elena González Vázquez, pertenecientes al Instituto de Investigaciones en Viandas Tropicales, del municipio villaclareño de Santo Domingo, explican las amargas experiencias vividas.
Como expertas en el manejo de plagas, —una de las cuatro direcciones científicas existentes en lo que constituye academia de conocimientos— hablan de un ácaro incluido entre los principales enemigos del tubérculo capaz de reportar daños considerables, incluso en las raíces frescas.
Ellas también han sentido las carencias de muchos insumos que encuentran su paliativo en las potencialidades de los medios biológicos, y si de peligros se trata abren los ojos ante la persistente sigatoka negra, causada por el hongo Mycosphaerella fijiensis, y su incursión devoradora sobre plátanos y bananos. A nivel internacional está calificada como la principal problemática que reduce la fotosíntesis, y limita el crecimiento de las plantas con pérdidas superiores al 50 % en el rendimiento.
¿Y qué decir del tetuán del boniato? Sin dudas el de mayores afectaciones, no solo por la plaga, si no por la falta de riego que limita en muchos lugares junto a la ausencia de feromonas, como detalles que reclaman otras alternativas.
Por ello —a criterio de Maryluz— hay que ofrecerles a los productores ciclos de capacitación con la forma correcta de manejar las tecnologías, sin restar la importancia de combinar agentes químicos y biológicos de manera que los primeros contaminen lo menos posible el ambiente y se utilicen en casos muy necesarios».
Para nadie es un secreto las limitantes con los plaguicidas. y en este año internacional de la Sanidad Vegetal se incentiva el uso de los bioproductos, entre ellos el extraído del raquis del plátano como novedad en el INIVIT y para Cuba destinado al combate de organismos patógenos.
LAS FORTALEZAS DEL RAQUIS
Resulta curioso que de algo totalmente inservible surja una especie de inventiva casi «mágica» que ofrezca enormes bondades. Se trata del raquis de los racimos de plátanos (Musa paradisiaca) considerado un residuo de cosecha sin ninguna utilidad ni siquiera en la alimentación animal; sin embargo, ojo con el porque pudiera convertirse en un contaminante del medio ambiente de no ofrecerle un tratamiento de manera racional.
Quizás resulte una de las pasiones de la Dra. Lilian Morales Romero debido a que el estudio ha corroborado la presencia de una carga microbiológica suficiente ante determinadas bacterias para resultar un biocontrolador biológico por excelencia.
Con los raquis cortados se logra un lixiviado o líquido oscuro obtenido luego de colocar los desechos en un sitio específico. Poco a poco va goteando y se acumula el producto en tanques.
A este líquido no se le agrega agua, se obtiene a los 16 días de tener depositado el raquis en su correspondiente sitio, y al mes y medio se dispone de más de 200 litros.
«Aparece como portador de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, y silicio, lográndose un equilibrio entre ellos», precisa la Dra. Lilian Morales, quien argumenta que el cultivo de plátanos y bananos es muy exigente ante los parámetros de nutrición, riego y al manejo adecuado de la sigatoke negra.
La práctica demuestra que incrementa, incluso, el crecimiento de las plantas, el número de hojas, y el peso de las raíces en el caso de las vitroplantas. El INIVIT se beneficia con el aporte de los productores de Quemado de Güines al resultar un polo platanero y disponer de una empresa agrícola integral para el beneficio del plátano que los convierte en los que más desechan esos raquis.
Vale decir que Cuba produce, aproximadamente, 64 mil t de plátanos y bananos, pero de este peso fresco un 11% corresponde al raquis como desecho orgánico, por lo que unas 74 mil t compete, exclusivamente, a este residuo.
«La investigación unió a todos los científicos a partir de un sistema integrador, y contamos con la participación de expertos del Centro de Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, sin descartar los aportes de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas y la dirección de Sanidad Vegetal».
Hoy el INIVIT tiene más de 500 litros de ese lixiviado y se hacen pruebas en varios cultivos que incluye también a la papaya (Carica papaya), a tenor de que una planta bien nutrida resiste los embates de las plaga.
MALANGA COLOCASIA, BLANCO DIRECTO
Algo muy extraño ocurrió en la Empresa Agropecuaria cienfueguera de Horquita allá por 2014 sobre la malanga del tipo Colocasia (Colocasia esculenta).El hecho sorprendió a todos, y luego de las investigaciones pertinentes se concluyó que el agente causante de aquel panorama devastador era el Tarophagus colocasiae (M.) considerado un nuevo reporte para la fauna entomológica cubana,
Ha pasado el tiempo, pero no los efectos de la plaga, y entre varios ensayos se determinó que era la tabaquina la que ha propiciado los mejores resultados para su enfrentamiento, tanto en los laboratorios como en el campo.
La Msc Rosa Elena González Vázquez enfatiza que este bioproducto se logra a partir de los desechos de la industria tabacalera al utilizar un kg de palillo de tabaco en 100 litros de agua, se deja macerar durante 24 horas para colocarse, posteriormente, con una malla fina. Treinta minutos antes de aplicarlo a las plantaciones se le adiciona un kg de cal a fin de provocar el efecto tóxico a las poblaciones de insectos. .
Mas cuál sería la sorpresa del equipo al constatar el 80 % de efectividad en el campo, y sobre todo la presencia de insectos benéficos en los cultivos después de varios días de suministrada la alternativa.
Al decir de Rosa Elena González estos insectos tienden a desaparecer bajo el empleo de productos químicos; sin embargo, con la tabaquina se mantiene el equilibrio ecológico con buenos resultados palpables entre los productores de Santo Domingo.
LA MIRA AMPLIA DEL INIVIT
No hay plaga que ponga en tela de juicio la profesionalidad del colectivo dominicano. Está demostrada a través de los años desde que en 1987 comenzaron su trayectoria. Un defensor de los bioproductos aplicados en los más diversos cultivos, frutales y hortalizas, pero con una misión más abarcadora que no se circunscribe al manejo de plagas.
Sepa que no ha faltado el trabajo con la papa en cuyo jardín de la institución existían 90 variedades y para el control se hicieron aplicaciones de trichoderma, un género de hongo presente en la mayoría de los suelos cultivables con menor desarrollo de agentes patógenos, y así se reduce el empleo de químicos.
En medio de todo tampoco puede minimizarse el trabajo sistemático con los productores, las visitas a los municipios del país dirigidas a compartir conocimientos y enseñar métodos que permitan el manejo integrado de plagas con alternativas viables y sostenibles.
Allí están los estudios con la sábila (Aloe vera) y el limoncillo (Cymbopogon citratus) para acciones antifúngicas, sin obviar el uso de la caña santa, considerada por algunos una bendición de la Naturaleza, unida al aceite de nim, un insecticida en la agricultura ecológica, como forma de mejorar la penetración de esta en las hojas del plátano.
Y no falta la previsión con miras al futuro. Cuba se prepara en un plan de contingencia a fin de impedir la entrada de la raza cuatro de Fusarium que exterminaría las plantaciones de plátano.
Ya en agosto pasado se localizaba en regiones colombianas, y está considerada entre las diez enfermedades más importantes en la historia de la agricultura.
Adelantarse a las condiciones extremas derivadas, también, de los impactos del cambio climático aparece en la agenda de hombres y mujeres que no descuidan, entre muchos detalles, aquellos que propician la otra cara del surco.
— La dirección del manejo de plagas de la institución prosigue sus alternativas con el uso de extractos de plantas u otras opciones saludables ante la presencia de insectos, hongos, virus o lo que en un momento determinado afecte un cultivo de importancia económica.
— Alrededor de un 80 % de las aplicaciones realizadas en las áreas agrícolas son a base de bioproductos, para el manejo de las plagas, o de biofertilizantes que ayudan al proceso de nutrición biológica de las plantas.
— No han faltado las acciones con el Trip de la flor del frijol, un huésped indeseado que aprovecha las condiciones climáticas favorables, la siembra tardía y dificultades con el paquete tecnológico, para hacer sus efectos sobre la leguminosa y a otros cultivos en el país. Ya en enero de 2020 estaba presente en todas las provincias, excepto en la parte más oriental. Se corroboró que el Megalurothrips usitatus era el insecto causante.
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