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Casas de Orientación, un camino abierto para la vida

Casas de Orientación, un camino abierto para la vida

Por Ricardo R. González 

No hace falta conversar con Iris Maura Menéndez Pérez en cada septiembre para conocer sus impresiones de aquel noveno mes de 1990 cuando Santa Clara inauguró la primera Casa de Orientación a la Mujer y las Familias (COMFs) en el país.

Entonces asumía la representación de las féminas en el territorio y le fascinaba aquel proyecto que tenía como objetivo el perfeccionamiento del desarrollo social a partir del aporte conjunto de hombres y mujeres.

Del hecho siempre ha reiterado sus vivencias. Le parece que cada día es un 8 de septiembre cuando el reparto Vigía vio nacer la COMFs que hoy arriba a los fructíferos 35 años, y es oportuno revitalizar sus recuerdos.

Una idea muy bien pensada que tuvo como antecedente la Conferencia de Nairobi, Kenia, donde se valoraron las estrategias para el avance de las mujeres en el mundo. También la Cátedra Mujer y Desarrollo, del entonces Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, a partir de investigaciones y estudios de problemáticas relacionadas con las féminas, y la igualdad entre mujeres y hombres en su entorno familiar durante la década de los 80, y años después se unió, con sus aportes, la homóloga de la Universidad Central «Marta Abreu» de Las Villas.

Cada una de estas experiencias resultaron punto de análisis de Vilma Espín Guillois, la eterna Presidenta de la FMC, quien las unió a otras vividas por ella en Alemania para avalar el nacimiento de la idea.

Han pasado los años y aquellos sueños ofrecen resultados. Comenzaron los beneficios comunitarios para la familia y se contó con la colaboración de múltiples especialistas e instituciones que, de manera voluntaria, conformaron los equipos para diseñar programas adecuados a favor de la mujer, pero que sirvieran, también, como integradores del núcleo familiar y se generalizaran por todos los municipios de la provincia.

Sería imposible olvidar los intereses de la adolescencia, los códigos necesarios para su oportuna formación, y el énfasis en la educación artística con el fomento de agrupaciones corales que, incluso, hoy forman parte de la Casa.

Consultas individuales y en grupo sustentan los programas establecidos, pero desde allí han sido muy favorables los espacios relacionados con las adicciones, la educación sexual, o los programas de adiestramiento en disímiles oficios que posibilitaron la incorporación al estudio o al trabajo de personas desvinculadas, sin apartarse de la constitución de los Tribunales de Familia dirigidos a la mediación ante disyuntivas con menores.

Resulta notoria la cifra de villaclareños atendidos sumados al resto de las dependencias en los municipios con intercambios dirigidos a cada integrante de la familia en busca de aclarar sus inquietudes.

Las formas de evitar la violencia doméstica y los accidentes en el hogar acaparan gran parte de las estadísticas de los casos, sin obviar detalles más profundos en torno a la salud reproductiva, la prueba citológica y el autoexamen de mamas, básico en la detección precoz del cáncer mamario, o las consultas informativas sobre las legislaciones vigentes.

También figuran las escuelas de educación con temas inherentes a la igualdad de la mujer, a la orientación psicológica de los padres, y las responsabilidades paternas y maternas.

El amplio abanico de las COMF se abrió para impartir, además, cursos de adiestramiento en corte y costura, peluquería, masajes y otros oficios que han propiciado fuentes de empleo a personas antes desvinculadas del estudio y el trabajo.

Expertos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), de Justicia, destacados pedagogos y representantes de múltiples organismos conforman la cantera de los colaboradores que han dado vida a los diferentes programas recibidos por la población.

La idea nacida en Santa Clara se diseminó por todo el archipiélago, y hoy no escapan de la atención a las problemáticas del divorcio y sus secuelas en los hijos, el mal manejo en la atención al adulto mayor, junto a otras circunstancias complejas del día a día.

Son las Casas de Orientación a la Mujer y las Familias (COMFs) una fortaleza inclusiva que admite y recibe a todos los grupos, y así lo han demostrado con la consejería oportuna para hombres, jóvenes, adultos en general, ya sea de manera individual o grupal, por lo que quedan disponibles para todos.

Así se llega al cumpleaños 35 de las COMF con la seguridad de que muchos de los que hoy emprenden la vida cotidiana les deben su utilidad a este camino abierto para la vida. 

PIE DE FOTOS

1.- Vilma Espín Guillois, eterna presidente de la FMC, visitó el recinto. Al proyecto le ofreció sus experiencias vividas en Alemania para avalar el nacimiento de la idea.  Junto a ella Iris Menéndez Pérez, quien asumía, por entonces, la representación de las féminas en el territorio. 

2.- En el santaclareño reparto de La Vigía se inauguró, hace 35 años, la primera Casa de Orientación a la Mujer y las Familias en el país. 

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