Infancia, regalo supremo de la vida
Por Ricardo R. González
Fotos: Servicio Neonatología Hospital Pediátrico
Son duendes que un día llegan luego de larga espera y quisiéramos retenerlos en el tiempo, disfrutar de sus caricias, de sus continuos por qués?, de cuando se apoyan en los vientres maternos o paternos en el afán de descubrir sus mundos.
Después se nos hacen grandes. Ya aquella minúscula ropita queda en el camino y forma parte del recuerdo, aunque luego se mira con nostalgia.
Ya está lejano el primer libro de cuentos, el día inicial de la escuela, los paseos por los sitios queridos, las nanas que arrullaban al dormir, la caligrafía que necesitaba de corrección, el regaño oportuno como lección de por vida, en fin…
Corre la vida en su galope, y ya el niño o la niña tienen otros pensamientos, pero aun así están mamá, papá y el resto de la familia para tender manos y educar con acciones y palabras.
Así pasa el tiempo. Mamá ya tiene canas y papá también, aquellos pequeños vuelan en busca de sueños, y un día no están en casa, pero quedan las raíces formadoras de árboles robustos.
El mundo despierta este 1º. de Junio. Es el Día Internacional de la Infancia. Que llegue la paz a quienes hoy vierten lágrimas y que los instintos de violencia desaparezcan a fin de cambiar esos rostros mustios que también necesitan su tránsito hacia un universo de felicidad.
A raíz del Día de las Madres recibí varias fotos del servicio de Neonatología del Hospital Pediátrico sugiriéndome un trabajo, pero quise dejarlas para hoy. Qué mejor recuerdo que el ofrecido por esas criaturas con sus disimiles sonrisas, con sus almas limpias.
Para ellos, y para todos los que habitan en el Planeta que las dichas toquen a sus puertas y les regalen el beneficio de la vida.
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