Un «médico de la tecnología» visita la sesión del Polo Científico villaclareño
Texto y fotos Ricardo R. González
La experiencia acumulada por el ingeniero Reinaldo Pita Machado, director del Centro Provincial de Electromedicina, lo lleva a ser un galeno atípico y a la vez empírico, aunque él declina esta suposición y prefiere identificarse, quizás, como «un médico de los equipos».
Con esta condición ocupó su stand improvisado en uno de los pasillos de la Universidad Médica donde sesionó el Polo Científico Productivo (PCP) villaclareño dedicado, esta vez, al sistema de Salud.
Desde allí abordó el universo provincial de su colectivo que supera los 8 600 instrumentos médicos y más de 30 000 muebles clínicos de la totalidad de las unidades del ramo en el territorio con los rompecabezas inigualables a enfrentar en tiempos difíciles.
Ingenieros electrónicos y mecánicos junto a técnicos, innovadores y dedicados a otros perfiles conforman los 133 hacedores de realidades que comparten o apoyan saberes y acciones de mantenimiento, reparación e instalación del equipamiento, este último visto como punto de partida de la actividad, sin descartar la arista instructiva al personal que lo va a utilizar ante la diversidad de profesiones habilitadas en el sistema.
En este mundo no hay secretos, y el ingeniero Reinaldo Pita asevera que «la correcta explotación de los equipos resulta el basamento principal para alargar la vida útil de la tecnología, de acuerdo con las instrucciones establecidas por el fabricante a fin de que cumplan los objetivos de su diseño».
Como antesala a las intervenciones en el PCP se presentó una muestra de las diversas posibilidades tecnológicas que complementan la asistencia al paciente. Varios dispositivos y alternativas demostraron las potencialidades villaclareñas, y entre estos figuró uno que para Pita Machado encierra valores significativos por su marcada utilidad.
«Es el monitor multiparamétrico de cabecera de pacientes (Combiomed doctus VII) de fabricación nacional».
Una pantalla llena de pequeños monitores que incluye todas las mediciones de parámetros vitales destinados a enfermos graves como tecnología de alta gama que incluye hasta los registros de la presión intracraneal.
«Su costo en el mercado internacional rebasaría los 30 mil dólares, y como en el resto del equipamiento nos guiamos por las normas de mantenimiento aprobadas en el país para realizarlo de manera planificada de acuerdo con su complejidad. Con esta finalidad nuestro colectivo procede, también, a las acciones correctivas o de reparación de existir fallas o anomalías en el funcionamiento de otras disponibilidades».
Con la llegada del SARS-CoV-2 el universo cambió y también la rutina productiva del Centro Provincial de Electromedicina. Enfrentaron los retos más complejos que nunca imaginaron ante un virus desconocido que impuso dedicarse de lleno al complejo mundo de la ventilación pulmonar.
Agónicas jornadas que merecen el reconocimiento de cada día y que muchas quedaron entre el quehacer de sus realizadores.
«Por ello trajimos el ventilador pulmonar, de los utilizados durante la Covid-19, pero que mantiene su utilidad y que en este caso obedece a un donativo llegado de la hermana nación mexicana.
El pequeño espacio expositivo exhibió un electrocardiógrafo con más de dos décadas de desarrollo y distribuido en toda la red del país para valorar la representación gráfica de la actividad eléctrica del corazón.
Tampoco faltó el concentrador de oxígeno, que salvó numerosas situaciones en medio de la aguda pandemia, y un ejemplar de las aspiradoras utilizadas en las unidades de terapia intensiva con su conjunto de accesorios, muchos de fabricación nacional.
Con la etiqueta Hecho en Cuba aparecen algunos modelos del oxímetro de pulso dirigido a medir la concentración de oxígeno en la sangre como parámetro importante en medio de las enfermedades respiratorias, sin descartar los reguladores de ese gas encargado de indicar el caudal de oxígeno suministrado al paciente a partir del balón.
Y en otro punto de la mesa expositiva apareció el termómetro digital a distancia infrarrojo que determina la temperatura corporal y ofrece seguridad al personal médico.
El ingeniero Reinaldo Pita tiene argumentos suficientes para avalar los logros de la industria procesadora de equipos en la nación comparables con cualquiera de su tipo a escala mundial. En ello es decisivo el rol desempeñado por Combiomed, la empresa líder en Cuba en equipamiento dirigido a la Salud y contribuyente a la soberanía tecnológica del país.
Luego de sus explicaciones a los asistentes el «médico de la tecnología» sintió nuevamente el valor de su colectivo, de ese que lleva en el alma y en su accionar los esfuerzos desmedidos por hacer de la vida el mayor privilegio humano.
PIE DE FOTOS
1.- Junto al monitor multiparamétrico de cabecera de pacientes (Combiomed doctus VII) el ingeniero Reinaldo Pita explica las características de un equipo de fabricación nacional.
2.- Los asistentes al Polo Científico Productivo recibieron detalles de una parte de la tecnología utilizada en el sistema de Salud que demanda el componente instructivo del personal que lo va a utilizar ante la diversidad de profesiones existentes en el ramo, pero siempre con la correcta explotación de acuerdo con las instrucciones establecidas por el fabricante.
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