Blogia
soyquiensoy (Ricardo R. González)

Mi Comentario: Que las lluvias no apaguen la vida

Por Ricardo R. González

Parece que el sol no quiere salir en Villa Clara y le ha dado paso a lluvias irreverentes. De esas que no cuentan con similares y castigan de manera implacable.

Lo cierto es que en tiempos difíciles compete a los humanos hacer por la existencia y preservar nuestras vidas.

Acabo de escuchar el reporte del helicóptero que rescató a 16 personas en la zona de El Mamey, en la carretera entre Santo Domingo a Corralillo. Y fueron jóvenes los protagonistas de esta acción. Gentes que desafiaron los peligros para sentir el regocijo de luchar por los demás.

Pero hay muchos hombres y mujeres que apenas han dormido para cuidar a los compatriotas, ya sea a través del Consejo de Defensa, de las estructuras municipales y de base, de los meteorólogos y de otras instituciones atadas a un fin común.

Ellos también merecen respeto y la piel se eriza al constatar experiencias de este tipo, pero es detestable que otros minimicen los riesgos y tiendan las redes en ríos cruzados, en las cercanías de las presas, o que para hacerse los valientes pongan en peligro lo más preciado del ser humano, pues los golpes de agua pueden llegar de manera inesperada y cegar la vida.

Inconcebible transitar en estos momentos por lugares crecidos ni tampoco convertirnos en un transeúnte sin causas justificadas. La permanencia en el hogar y estar alerta a cada reporte constituye una máxima a tener en cuenta.

Para hogares propensos a evacuación se hace necesario que cada uno de sus integrantes tenga a mano su bolso dotado de prendas elementales, de alimentos que no se descompongan por falta de refrigeración, del agua necesaria, de aquellos medicamentos indispensables en el caso de las personas con prescripciones establecidas, sin descartar el documento de identificación en cada caso.

Según los expertos de la Meteorología la mitad de la lluvia de un año ha caído en un mes, diría que en apenas días, por lo que el vocablo de orden es el de mantener la disciplina.

Una de las mayores negligencias.

Habrá mejoría paulatina a partir de este martes, pero aunque salga nuevamente el sol que la confianza no nos haga caer en el peligro. Mantengamos la calma, contemos hasta la saciedad sin que se agote la paciencia, y tampoco se haga partícipe de plasmar en celulares imágenes en sitios peligrosos porque puede traer la desventura.

La experiencia sugiere también alejarnos de lugares con cables caídos, de árboles y edificaciones que, por su deplorable estado, pudieran derrumbarse, así como evitar las demostraciones al cabalgar sobre jinetes que puedan llevarnos a una última aventura.

No podrá obviarse el cumplimiento de las medidas higiénico-sanitarias, y ahora con mayor premura. Hervir el agua para el consumo, sin descuidar lo referente a la manipulación de alimentos para evitar brotes de enfermedades de trasmisión digestivas, entre otros padecimientos. Tampoco deberán consumirse productos de fácil descomposición, como las ensaladas frías, en aquellas áreas sin fluido eléctrico.

Las normas están dictadas. Ahora nos corresponde a cada uno interiorizar la percepción del riesgo, pensar en lo necesario que resultamos para cada familia, y en esos pequeños que quieren ver el rostro de sus seres queridos de manera cotidiana y no marcados por el eterno vacío.

Cumplamos, entre todos, para evitar que las lluvias no apaguen la vida.

También puede ver este material en:

http://ricardosoy.wordpress.com

https://twitter.com/riciber91

0 comentarios