Yosvani Torres: El control se obtiene trabajando mucho
Así lo afirma el lanzador pinareño, actual líder en juegos ganados de la Serie Nacional con 12
Yosvani Torres nunca asistió a una escuela de deportes. Cuenta que a los 10 años, en un primer intento por ser lanzador, quiso integrar el equipo de su municipio (Minas de Matahambre) a la serie provincial, pero cuando se subió al box le dieron tres batazos seguidos.
"Nunca me habían conectado de esa manera, así que boté el guante, y dije que no jugaría más pelota", explica. Durante ocho años se mantuvo fiel a su palabra, hasta que en el servicio militar activo decidió empezar a practicar nuevamente.
"Un amigo me vio picheando un día en el barrio y sugirió sumarme al equipo de Minas para participar en la provincial. Así lo hice, gané tres juegos sin que me hicieran carreras limpias, pero no pude integrar la selección de Pinar del Río, porque estaba falto de elementos técnicos. Empecé a prepararme en la academia, hasta que dos temporadas más tarde, con 24 años de edad, logré llegar a la Serie Nacional".
Desde entonces, este derecho que hoy domina la zona de strike, ha trabajado duro. "Como empecé tarde, me puse de lleno para los entrenamientos y la mecánica de picheo", dice.
—En lo que va de Serie promedias a menos de dos bases por bolas por desafío ¿Cómo logras ese control?
—Gracias a las correcciones de mis entrenadores, y sobre todo a la ayuda de mi hermano allá en Santa Lucía, por su paciencia para permanecer horas y horas con un guante viejo, recibiéndome. Hago bullpen de 200 y hasta 250 lanzamientos, imaginando tener corredores en base, tratando de pichear finito hacia las esquinas. El control lo he conseguido así, tirando y tirando, de ahí mis 12 victorias hasta ahora en la actual campaña.
—¿Cuál es tu repertorio?
—Tiro slider, sinker, cambio, tenedor... en dependencia de las características del bateador, y también del lanzamiento que mejor domine en un día determinado.
—¿Sin una recta de 90 millas, cómo ganas tantos partidos?
—La velocidad siempre ayuda, pero el bateador se prepara para la velocidad. Sin embargo, para enfrentar a un mismo hombre tres o cuatro veces en un juego, y sacarle out, es necesario el control. Todos los rivales tienen un punto débil en el que no son buenos pegándole a la bola, y al mismo tiempo, hay lanzamientos que no fallan. Esos son los que no se les regalan.
—¿Cómo decides qué tirar en cada caso?
—El pitcher debe tener buena memoria. Nunca puede olvidar con qué fue que le dieron un batazo. Incluso, cuando no estás en el box, si un pelotero dio tres jits en un partido, estás obligado a averiguar sobre cuál bola conectó, para no tirársela tú.
—Háblame de tu preparación física.
—Entreno mucho las piernas, y la resistencia, además de que es importante establecer una efectiva relación trabajo-descanso.
—Muchos consideran que no incluirte en la selección nacional hace tres años, cuando Pinar del Río ganó la Serie 50, fue injusto.
—En aquella oportunidad participé en un torneo en Holanda, donde perdí dos juegos en los que cometí tres balk y, además, bateamos muy poco. Nunca antes había actuado fuera de Cuba y en otros países los árbitros son celosos con los movimientos de los pitchers. Ese resultado quizá influyó en aquella decisión de no llevarme a la selección nacional.
—¿Será este tu año?
—En este momento, lo más importante para mí es luchar por nuestro equipo, llegar a los play off y tratar de ganar el campeonato. Estoy dando lo mejor de mí para eso. Lo demás, vendrá después.
(Con información de Ronald Suárez. Foto: Ricardo López Hevia. Periódico Granma)
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