«Con 2 que se quieran». Sonia Silvestre (Parte II)
Amaury. No fue buscando fama y fortuna.
Sonia. No, fue yéndome de Santo Domingo.
Amaury. Ya.
Sonia. Yo me quería ir de Santo Domingo porque yo estaba cansada de ser famosa. Yo quería estar en un lugar donde nadie me conociera, fíjate tú. En vez de salir a buscar fama y fortuna, yo lo que buscaba era anonimato.
Amaury. ¿Qué tiempo estuviste en México?
Sonia. Estuve tres años, más o menos.
Amaury. Y no empezó a mermar tu popularidad en República Dominicana.
Sonia. No fue que disminuyó mi popularidad, disminuyó, tal vez, mi presencia cotidiana y en los lugares, y en la televisión, y eso. Pero la popularidad no disminuyó, no ha disminuido, hasta ahora.
Amaury. No, todavía. El respeto que siente el público dominicano, hablar de un pueblo no me atrevo, pero el público dominicano por ti, yo lo vivo cada año que voy a República Dominicana.
Sonia. Incluso, yo, al irme, como te dije, surge toda una nueva generación de muchachas, excelentes cantantes.
Amaury. Ahora, la última gira que tú hiciste por Cuba, por lo menos, que yo recuerde, gira completa por todo el país, fue…
Sonia. …Las Tres mujeres del Caribe…
Amaury. Tres mujeres del Caribe, con Lucecita, y con…
Sonia. Sara González.
Amaury. ¿Por qué no se ha repetido una idea tan bonita como esa?
Sonia. Yo no sé, porque eso no lo organicé yo. Eso lo organizó Sara.
Amaury. O sea que Sara es la responsable de organizar la próxima gira de Las Tres mujeres del Caribe, o cuatro, o cinco.
Sonia. No sé si se podrá ya eso.
Amaury. Sí, cómo no se va a poder, Sara lo puede todo. Sara sí que tiene la misma fuerza, el mismo empuje, porque Sara es de un temperamento…, sangre pura.
Sonia. Yo, encantada, imagínate tú, eso fue histórico. Porque nosotros viajábamos con un “crew” (equipo) que incluía dos orquestas, coros, escenógrafos, sonido, luces y un equipo de filmación del ICAIC que dirigía Miriam Talavera, porque se hizo un documental bellísimo.
Amaury. ¡Cómo no!
Sonia. Que se llama, algo como Una sola voz, o algo así, no me recuerdo. Un documental bellísimo, que hizo Miriam Talavera que también recuperé en el ICAIC.
Amaury. A ver, ¿en qué momento es que tú decides involucrarte en política, como funcionaria, creo que fue con el gobierno de Hipólito (Mejías), ¿no?
Sonia. Bueno, Tony Rafful…
Amaury. ¡Gran periodista, gran escritor!
Sonia. ¡Poeta!
Amaury. ¡Un intelectual, un poeta!
Sonia. Y dirigente político, cosa muy rara. Un poeta dirigente político, son cosas que pasan en la vida.
Amaury. Aquí hay.
Sonia. Aquí hay también. Bueno, sí, tenemos a Abel Prieto.
Amaury. Y a Miguel Barnet, tenemos varios.
Sonia. Y muchos más. Bien, pues cuando el PRD (Partido Revolucionario Dominicano) gana las elecciones en el 2000, a Tony Rafful lo designan como Ministro, en esa época no era Ministro, Secretario de Cultura, y pasamos a organizar una Secretaría de Estado de Cultura, que ahora es Ministerio. Y Tony me llama a mí y me dice que quiere que yo trabaje con él. Yo trabajé antes de las elecciones en mi proyecto cultural. Y luego que gana las elecciones el PRD yo paso a formar parte, como funcionaria, de la Secretaría de Estado.
Amaury. Tienes que ver con las Casas de Cultura.
Sonia. En ese momento yo pasé a dirigir una Dirección General de Casas de Cultura. Pero ahora soy funcionaria, pero soy funcionaria de…
Amaury. Vamos a hablar, no te preocupes, vamos a hablar, vamos a llegar ahí, porque…
Sonia. Pero déjame beber agua porque tú no me has dejado mover…
Amaury. Tú te puedes tomar toda el agua que quieras, y hay café. ¿Tú quieres que te traigan café?, ¿todavía queda?, sí queda.
Sonia. Queda café.
Amaury. Queda, sí. Aquí puedes tomar café, puedes tomar agua, se puede interrumpir. Aquí no…
Sonia. Okey. Perfecto.
Amaury. No es una entrevista tan, lo que pasa que yo voy, chucu, chucu, chucu.
Sonia. (risas) ¡Óyeme!
Amaury. Tú paras, paramos, te tomas el café, mira, yo voy.
Sonia. El café.
Amaury. Es que lo curioso, cuando uno dice en cualquier parte del mundo: una cantante dominicana, uno piensa en una cantante de bachata o de merengue.
Sonia. No, espérate, la bachata ahora es que es famosa
Amaury. Sí, yo sé, yo sé. Antes era como un género menor, ¿no?
Sonia. Bueno, la bachata era, era.
Amaury. Como muy popular, ¿no?, del pueblo.
Sonia. Le decían también música de guardia.
Amaury. ¿Música de guardia?
Sonia. Sí, óyeme bien, era una música barrial, que no era aceptada por la sociedad. Entonces los guardias, no sé, yo misma no sé. Los guardias cómo que iban a los bares a beber, y se emborrachaban. Los hombres oían bachatas para amargarse.
Amaury. ¿Para amargarse?
Sonia. Sufrir.
Amaury. Me dejaron.
Sonia. Porque la bachata sistemáticamente era eso, que las mujeres eran muy malas, y que ellos estaban muy tristes. Música de amargue, también nosotros le decíamos.
Amaury. ¿Y cuándo la bachata agarra nivel, vamos a decir como aristocrático, casi, porque..?
Sonia. Yo creo que fue con Luis Díaz.
Amaury. Claro, con Luisito.
Sonia. Luis Díaz fue un investigador por vocación, porque no fue que tenía ninguna formación, este…
Amaury. Ya sabemos como era Luis Díaz, bueno, los que lo conocimos.
Sonia. No tenía ninguna formación como sociólogo, ni una formación académica para ser un investigador. Luis Díaz se interesa por eso, por rescatar la música dominicana, rescatar la música del pueblo, la música raíz. Entonces en el año 90, debe haber sido en el 90, 91, un productor de discos que se llama Cholo Brenes, un productor muy importante, que ha creado muchos de los grupos más famosos de allá de la República Dominicana, en una fiesta nos dice a Luis Díaz y a mí: Bueno ¿y por qué ustedes no hacen un disco de bachatas?, y le dice a Luis: hagan juntos un disco de bachata. Perfecto, estábamos en esa fiesta, Luis Díaz se va a su casa y a las cinco de la mañana llamó a Cholo y le dijo: tengo la primera bachata escrita para Sonia.
Entonces ellos le pusieron Tengo amargue, pero la gente inmediatamente lo identificó como bachata y yo creo que de ese trabajo surge la Nueva Bachata Dominicana.
Amaury. Y hoy la bachata es una cosa tremenda.
Sonia. Estábamos haciendo el video clip de una de esas bachatas, que se llama Mi guachimán. Guachimán es la manera que nosotros tenemos para decirle a los vigilantes privados. Viene del inglés, que es “watchman”. Los dominicanos les decimos guachimán.
Amaury. Guachimán (risas).
Sonia. Y en plural, en plural los guachimanes.
Amaury. Los guachimanes (risas).
Sonia. Entonces Juan Luis va adonde nosotros estamos haciendo el video clip de esa bachata.
Amaury. ¿Juan Luis Guerra?
Sonia. Sí, Juan Luis Guerra, va acompañado de un periodista muy importante dominicano, que se llama Juan TH.
Amaury. ¡Hombre, amigo querido!
Sonia. Ellos van a ver donde nosotros estamos haciendo el video clip de esa bachata. Y Juan Luis dice: ¿Y qué es eso? Entonces le explicamos que eso es bachata.
Al poco tiempo, después de todo ese éxito, de toda esa renovación de la bachata popular, Juan Luis sale entonces con sus bachatas, y hace el disco que fue el gran éxito internacional, que se llamó Bachata Rosa, que viene además de un chiste, porque nosotros decíamos que las bachatas de Luis eran rojas. Y las de Juan Luis, rosas, por ahí viene todo.
Amaury. ¡Qué bárbaro!, bueno, a ver. Hablemos de tus amores.
Sonia. ¡Ay, Dios mío!
Amaury. Tú eres una mujer muy pasional. No te voy a contar cuántas veces te has enamorado, porque para qué vamos a llegar ahí.
Sonia. Yo ni me acuerdo.
Amaury. (risas) Pero tú tienes, hace muchos años un matrimonio con un venezolano.
Sonia. Sí.
Amaury. Además.
Sonia. Un fotógrafo venezolano, hace 28 años.
Amaury. Hace 28 años.
Sonia. No, juntos estamos desde hace 28 años. Tenemos dos hijos, uno de ellos estudia aquí en la Universidad de La Habana, y una hija tenemos. Un varón y una y hembra. Pero nos casamos en el, déjame ver, nos casamos en noviembre del 2009.
Amaury. Ah, bueno el otro día. ¿Y por qué decidieron formalizar una relación que ya estaba formalizada por el corazón?
Sonia. Yo misma no sé. Pero creo que ha influido un poco el hecho de que yo soy diplomática.
Amaury. Ahí estamos, ahí vamos a llegar entonces.
Sonia. Entonces, ya, para formalizar los pasaportes diplomáticos y la cosa. Ya me advirtieron en Cancillería allá en República Dominicana que se veía muy mal que una diplomática, es decir, por ejemplo, si yo quiero vivir aquí con mi esposo, con José, con mi marido.
Amaury. Sí, si, sí.
Sonia. Que no estemos casados ya podría provocar ciertos comentarios. Tú sabes que el mundo diplomático es muy formal, y nada, decidimos casarnos.
Amaury. Pero ¿cómo terminó entonces Sonia Silvestre siendo Ministra Consejera de la embajada de la República Dominicana en Cuba?
Sonia. Bueno, muy simpático.
Amaury. Porque ahora tú vives en Cuba y en Santo Domingo.
Sonia. Si, en los dos lados, muy simpático. Mi hijo se gradúa de la secundaria y me dice que quiere estudiar Biología. En la República Dominicana lamentablemente no hay un gran desarrollo científico. Yo arranco para la embajada cubana en Santo Domingo a hablar con la Ministro Consejera encargada de las becas. Frescura mía.
Amaury. La amistad tuya con Cuba.
Sonia. Claro. Ella llamó a Cuba e inmediatamente le dijeron que sí, que cómo no, que claro.
Amaury. Claro, una amiga como tú, que cosa.
Sonia. Entonces nada, para acá yo traje a mi hijo, lo dejé aquí el 8 de septiembre del 2008, estudiando ahí en la beca, ahí en 12 y Malecón. Y entonces tengo un amigo que tiene un puesto muy importante en el gobierno de Leonel Fernández.
Amaury. Actual Presidente.
Sonia. El Presidente actual, y yo lo llamé por teléfono, y le dije: Mira, yo necesito que tú me ayudes, le digas al Presidente Leonel Fernández, que me tiene que nombrar en algo, en la embajada dominicana, porque yo necesito estar ahí, porque yo acabo de dejar a mi hijo en La Habana estudiando en una beca en Cuba. Y al otro día me llamó ese amigo y me dijo: Óyeme, mándame todos tus datos. Digo: ¿Y para qué tú quieres mis datos? Yo estoy pensando que me va a abrir una investigación o algo así.
No, no, es para escribir ya el decreto nombrándote en la Embajada Dominicana allá en La Habana, digo yo: ¡Cómo, pero tan rápido! Dice, sí, sí.
Amaury. ¿Y ya?
Sonia. El Presidente dijo que sí.
Amaury. ¿Tan sencillo?
Sonia. El Presidente dijo que sí, que cómo no, pero claro. Yo le había dicho: Bueno, nómbreme de Agregada Cultural o de lo que ustedes quieran y me dijeron, no, pero Agregada Cultural, no. Nosotros te vamos a nombrar Ministro Consejera encargada de Asuntos Culturales.
Amaury. Bueno, Sonia, hay una última pregunta. Los programas se acaban, a mí me encantaría. Yo estoy así, disfrutando, quiero mucho a tu país, tú lo sabes.
Además muchos artistas cubanos le debemos una parte importante de nuestro desarrollo artístico a la República Dominicana. Es un país donde las personas no olvidan, y eso es un país grato.
Sonia. Hay una afinidad histórica entre nosotros.
Amaury. Sí, pero tú sabes que hay veces que uno va a un sitio, y después uno se desaparece y la gente te olvida.
Sonia. Yo leí en una entrevista que le hicieron a Silvio y Silvio lo definió muy bien. Nosotros somos primos.
Amaury. Claro.
Sonia. Nosotros somos como unos primos. Es más, la mayoría tenemos en nuestras raíces, una buena parte, familiares cubanos y familiares dominicanos, antecedentes. Y en la historia tú sabes que así es, desde Hatuey.
Amaury. Claro.
Sonia. Que vino desde allá huyendo.
Amaury. Que venía con un grupo de indios, Hatuey y Máximo Gómez.
Sonia. Máximo Gómez. Hay una cosa que ustedes no saben, por ejemplo, que Julio Antonio Mella es nieto de uno de los Padres de la Patria Dominicano, de Ramón Matías Mella. Y Mariana Grajales, es hija de dominicanos, nacida en Santiago de Cuba. Y por ahí, aquello sigue que eso da gusto.
Amaury. Una gran relación.
Sonia. Que, es que estamos muy ligados, y nos llevamos muy bien por eso.
Amaury. Ahora que tú compartes tu vida, tú vida real. Es decir, tú tienes una casa aquí, tienes una casa en Santo Domingo. Vives aquí, vives allá, viajas constantemente. Estás una buena parte del tiempo aquí, con tu hijo, estás una buena parte de tu tiempo allá, con tu carrera musical, que no ha cesado.
Sonia. No.
Amaury. O sea, porque no es que tú has abandonado una cosa para dedicarte a otra, ¿no?, tú has podido congeniar, como tantos otros en la historia, la vida diplomática con la vida intelectual, con la vida artística.
Sonia. Sí, tal vez menos intensa, o tomo más suave la parte artística. Como que puedo espaciar más las actuaciones.
Amaury. Claro, con más reposo.
Sonia. Como por ejemplo, ahora, en Santo Domingo, para el 14 de febrero, que es la época de la fiesta de los enamorados. Yo fui y tuve una pequeña gira, y estuve el día 11 en el Maunaloa; el día 12, en San Francisco de Macorís; el día 13, en Puerto Plata, y el día 14 en Santiago de los Caballeros. Hice cuatro conciertos en diferentes lugares dedicada a los enamorados. Y eso lo hago con cierta frecuencia, ¿no?
Amaury. Sí, pero yo quería llegar a este punto. Cuando tú estás en Santo Domingo y piensas en Cuba ¿cómo nos ves y cuándo estás en Cuba y piensas en República Dominicana ¿cómo ves a la República Dominicana?
Sonia. Yo sí que de verdad, como dijo Alejandro Sanz, yo sí que tengo el corazón partido en dos pedazos. Porque, bueno, no sólo porque tengo un hijo aquí y una hija allá y mi marido allá, sino porque de verdad, cuando estoy allá, me hace una falta grandísima La Habana. Quiero muchísimo a Santiago de Cuba también, no se pongan los santiagueros bravos.
Amaury. Son celosos los santiagueros.
Sonia. Quiero muchísimo a Cuba completa, pero La Habana, vaya, mi hermano, no tiene comparación. El olor de La Habana y las calles de La Habana, el Malecón de La Habana, La Habana Vieja, Obispo, La Plaza Vieja, y Eusebio Leal, y Sara González, Amaury y Silvio.
Amaury. Tus amigos.
Sonia. Y Pablo, yo me vuelvo loca, yo soy muy feliz aquí. El ambiente artístico y cultural que hay aquí, es muy intenso, y me hace muchísima falta. Mucha, mucha falta. Cuando estoy allá la extraño, cuando estoy aquí extraño también mi país. Extraño mi comida, extraño mi casa, extraño a mi marido, extraño a mi hija, extraño a mis hermanos. Me hace falta estar allá para cantar, porque cuando estoy allá trabajo, canto, me hace falta Casa de Teatro, por ejemplo.
Amaury. A todos nos hace falta Casa de Teatro.
Sonia. Pero nada, yo ya estoy acostumbrada, tengo el corazón partido. Tengo un pedazo aquí, un pedazo allá y estoy planificando un disco, además. Un disco que se va a llamar así; Aquí y allá. Y quiero poner la mitad de temas cubanos, y la mitad de temas dominicanos. Y también quiero ver, no sé cómo se puede hacer, no sé cuál es el mecanismo, para yo poder tener un grupito de músicos con los que yo pueda ensayar mi repertorio y entonces cuando me llamen a cantar, yo, con mis músicos.
Amaury. Ya esa es una palabra muy criolla, mecanismo, crear el mecanismo.
Sonia. Viste, óyeme, que yo estoy asimilando a Cuba.
Amaury. Crear el mecanismo.
Sonia. El mecanismo.
Amaury. Yo te voy a ayudar a crear el mecanismo.
Sonia. ¿Tú me vas a ayudar?
Amaury. En la medida de mis posibilidades.
Sonia. Me parece muy bien, perfecto.
Amaury. No sé si puedo crear la máquina, pero, por lo menos, después que tengamos la máquina, el mecanismo. Te quiero mucho, Sonia, muchas gracias.
Sonia. Y yo también a ti.
Amaury. Gracias por haber venido.
Sonia. Gracias por invitarme, para mí es un honor estar en este programa. De verdad que cuando me invitaste, yo, pero, claro, muchas gracias. Yo voy a presumir mucho de que yo estoy en este programa. Y voy a llamar a todo el mundo en Santo Domingo, me tienes que decir cuándo va a salir al aire, ¿eh?
Amaury. ¡Cómo no, cómo no!
Sonia. Yo estoy, muy, muy comparona y muy orgullosa de estar en este programa. Muchas gracias.
Amaury. Yo te quiero mucho, te adoro mamá. Un besito para ti.
Sonia. Y yo a ti, mi vida.
Amaury. Cuídate mucho, nos vemos pronto, con el mecanismo.
Sonia. Mira, el mecanismo.
Amaury. Hay que crear el mecanismo.
Sonia. Gracias, muchas gracias.
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