Faustino Oramas «El Guayabero» (Cuba)
Por Ricardo R. González (*)
Hubiera querido seguir entonándonos su clásica «Marieta», andar por todo el archipiélago salpicándonos con su inconfundible picardía, pero la vida lo impidió, y hoy, 4 de junio, Faustino Oramas Osorio, nuestro Guayabero, estuviera celebrando su centenario de existencia.
Tresero y compositor por excelencia, inició su vida artística en emisoras de la radio holguinera, su tierra natal, y como casi todos los grandes en fiestas populares de su querido terruño.
Un trovador con mucho de juglar que llevó de pueblo en pueblo esas crónicas nacidas de la espontaneidad del cubano, con abordaje de las cosas cotidianas, matizadas por un doble sentido sin rayar en la obscenidad.
Con su tres bajo el brazo anduvo por aquí y por allá, haciendo que todo el pueblo de Cuba, y gran parte del mundo conociera «Marieta», las razones de su «Tumbaíto», o el por qué de «Ay, candela».
Y no menos importante su «Mañana me voy a Sibanicú», lo que pudiéramos llamar su carta de presentación: «En Guayabero», y «Como vengo este año», por solo citar algunas.
Estados Unidos, Colombia, o España, donde causó furor, supieron de lo inigualable de este cubano que, al decir de Pacho Alonso, le impregnó tal particularidad a su ritmo que: «todo tresero debe conocer sus tumbaos.»
Holguín lo vio nacer y también lo despidió aquel 27 de marzo de 2007, pero Faustino está, y «Marieta» sigue reafirmando su inmortalidad en el pentagrama porque es y será siempre uno de los grandes.
(*) Nota de Editor: Los trabajos publicados en temas (Artistas) han sido elaborados por este autor, a partir de informaciones de base, sin que consignen la totalidad de detalles, hechos, y personalidades que influyeron en el desarrollo artístico.
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