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Encrucijadas de la violencia

Encrucijadas de la violencia

Hace 34 años se inauguró en Santa Clara la primera Casa de Orientación a las Mujeres y las Familias (COMFs) existente en Cuba. La violencia de género ha sido una de las principales consejerías creada por la FMC ante un flagelo inexplicable, pero real.

Por Ricardo R. González

Fotos del autor y Ramón Barreras Valdés

Recuerdo la conversación con la Dra. en Ciencias Jurídicas  Yisel Muñoz Alfonso cuando subrayó que «la violencia es compleja, un tema que no se resuelve en una sola sesión de Consejería ni en una consulta». El tiempo le ha dado la razón porque resulta real en medio de un mundo con diversas encrucijadas.       

De verbo sostenido como cualidad importante en su profesión confiesa que asumir la Consejería de la Violencia de Género en la Casa de Orientación a las Mujeres y las Familias de Santa Clara le reafirma su don de utilidad.

Así enfrenta las particularidades de cada caso que acude en busca de consejos diversos, a sabiendas de que el flagelo tiene su tiempo y ofrece un ciclo para comprender que se está en esa situación por parte de las personas.

«Atreverse a formular una denuncia toma su momento, incluso en ocasiones no se quiere reconocer o se forman los estereotipos, sumado del temor al victimario, a exponerse al juicio social, de no confiar en las instituciones para solucionar el problema, por lo que existen limitaciones a la hora de acudir a un servicio.

Quien es profesora titular de la Facultad de Ciencias Sociales en su departamento de Derecho ha convertido el tema en parte de su vida. Sabe que de una sesión quincenal para el abordaje de la problemática en la COMFs hubo que programarla semanal por la cantidad de exponentes que asisten.

Está consciente de que resulta imposible que la totalidad de los casos encuentre el fin de su problema, a tenor de que no toda manifestación violenta deriva en delito, por lo que muchas veces quedan en el ámbito familiar, otros casos no retornan al servicio o vuelven cuando la situación se torna más grave.

Las secuelas patriarcales arraigadas, el machismo vigente, el acoso disímil, y la visión oportuna para darse cuente que la prevención de la violencia de género tiene que «olerse» desde mucho antes que la mujer pida ayuda, o razonar en que el cráter del feminicidio no inicia el día en que se pierde a una mujer, si no desde antes son alertas tempranas para tener en cuenta.  

Con estas realidades la Dra. Muñoz Alfonso insiste en el potencial que tiene la comunidad. «Es allí donde se sabe quiénes son las personas que viven en situaciones de violencia y cómo buscar el asesoramiento. En esto la FMC tiene un papel importantísimo y nosotras la función de contribuir con nuestro servicio».

Mas el barrio presenta su rostro complejo. Se requiere de condiciones de privacidad, tranquilidad y confiabilidad difíciles de generalizar a fin de proteger a las personas «aunque ello no exime la capacitación a los que trabajan en el área y pueden conocer a las víctimas, por lo que impera articular con las instituciones para asumir el trabajo en las comunidades.

Aunque hay signos de avance todavía la población siente recelos a la hora de canalizar inquietudes. La experiencia acumulada permite aseverar que existen mujeres que rompen ciclos y enfrentan la realidad, por lo que necesitan atención esmerada. Y la sugerencia de la Dra, Yisel Muñoz es medular: «No olvidemos que dejarlo a la deriva pudiera ocasionar una pérdida irreparable o caer en conductas de violencia más graves».

— En torno a los detalles ¿qué causas provocan la asistencia a la Consejería?

— Mayoritariamente las situaciones de violencia de pareja, golpizas, amenazas, realidades que convidan al abandono de la vivienda. También ante padres y familiares que maltratan a los niños, abuso a adultos mayores, y algunos casos de acoso sexual, incluso a niños en los que resultan de marcada complejidad con la intervención de diversos factores.

— ¿Y cómo ponerse al servicio de la Consejería?

— Disponemos de un equipo multidisciplinario al que, además de los juristas, se insertan abogados, fiscales, sicólogos, siquiatras y   sicopedagogos. Brindamos atención en la propia COMFs situada en la Vigía, a partir de una atención personalizada, con consejería cara a cara.

— ¿Pudiéramos decir que al romper el silencio ante la violencia ya se está en un extremo máximo del hecho?

— No siempre, a veces no se dan cuenta que es la raíz del problema y acuden buscando ayuda por otros conflictos familiares, por hijos que maltratan a la madre o padres que lo hacen con sus hijos. No se inscriben como delitos, pero sin dudas son situaciones de violencia y buscan auxilio de cómo salir de esta problemática familiar.

A pesar de lo complejo del camino Yisel sigue apostando por un mundo con rostros sin marcas de violencia. «No es solo el día de la Consejería, luego hay que ofrecer seguimiento, lleva atención, pero no nos cansamos. La satisfacción está en poder ayudar y decir que hay especialistas que desean incorporarse a trabajar en el servicio».

MULTIFUNCIONES DE UN EQUIPO

Para Mayelín Díaz Rodríguez, la secretaria general de la FMC en Villa Clara, el alcance de la Consejería va más allá, al considerar que la profesionalidad de los equipos dedicados a la violencia constituye una de las experiencias más novedosas, aunque la provincia tenía un camino andado y contaba con especialistas vinculados al flagelo, por lo que fue fácil adaptarlo a los nuevos lineamientos.

A su consideración «estas opciones no solo se enmarcan en el espacio de atender de manera privada y confidencial y darle seguimiento al caso porque muchas veces miembros de las consejerías han tomado el hecho de la mano y acuden a la PNR o a la defensoría para acompañar a personas que han buscado ese asesoramiento».

Hay violencia contra las mujeres, pero también hacia los hombres, sobre todo con adultos mayores a través de sus propios hijos, y en su mayoría han sido los propios ancianos quienes han asistido al recinto de la Vigía en busca de orientación.

«Casi siempre tiene como móvil el complejo tema de la convivencia familiar, e incluso incide también sobre los suegros. No dudamos que algún que otro hombre sea víctima de sus mujeres, pero por un problema de machismo ocultan la realidad», considera Díaz Rodríguez.

Si Cuba impulsa el Programa de Adelanto de las Mujeres, si el Código Penal cambió para exigir mayor dimensión de los marcos sancionadores a la violencia de género, si el Código de las Familias contempla artículos afines queda revisar mecanismos que ayuden a que se cumpla con agilidad lo que con tanto esfuerzo las políticas públicas y el Estado han aprobado.

Y en busca del perfeccionamiento a la dirección provincial de la organización femenina llegan casos de acoso marcado de violencia laboral que ya cuenta con sus derechos establecidos. Habrá que seguir perfeccionando en esas decisiones que llevan a minimizar las encrucijadas de la violencia. .

RECUADROS

— Villa Clara dispone de 13 consejerías para la atención a las personas víctimas o victimarios de la violencia de género, y sobrepasan los 400 asistentes de enero a la fecha.

— Se incluyen todos los municipios en busca de asesoría y orientación. Las causas mayoritarias están dadas por los conflictos de pareja con énfasis en las agresiones hacia la mujer, sin despreciar los casos reales contra adultos mayores.

— Entre estos últimos figuran los hijos que despojan a los padres de sus bienes, los que maltratan de forma física y verbal y hacen compleja la convivencia.

— Los expertos de las COMFs realizan actividades de intervención comunitaria en las que se necesita que el tema se trate de manera diferente y preventiva.

CONTRASTES  

A pesar de tantos códigos y legislaciones aprobadas la violencia de género sigue arrastrándose como flagelo social. En lo que va de año una mujer ha sido ultimada por esta causa, pero en 2023 sumaron nueve, según los archivos de la FMC Provincial.

El agente causal sitúa a las exparejas, pero no valen las cifras porque resulta inadmisible la falta de una sola en su núcleo familiar, o que un niño no pueda ver nunca más a su madre por hechos irracionales.

Lo cierto es que se imponen escenarios efectivos de prevención, atención y enfrentamiento al flagelo, revisar protocolos de actuación en busca de respuestas inminentes ante una persona víctima de violencia de género, desde la propia PNR en que muchas veces no se cumple el protocolo de atención y las mujeres refieren que no han sido bien tratadas, o desde los tribunales a la hora de agilizar la sentencia de aquellos casos de mayor repercusión que han existido en Villa Clara y que la familia aguarda por una sentencia ejemplar y efectiva.

En las féminas hay temor a realizar las denuncias, amenazas de la pareja y para ello utilizan el recurso de la dependencia económica al ser mantenidas, o que la mujer no tiene para dónde ir ante la propiedad masculina sobre el inmueble, entre otros fenómenos.

Son solo crudas pinceladas del problema, mas lo cierto es que falta mucho por implementar desde la estrategia integral de la prevención de la violencia de género que incluye a la FMC, pero va más allá y abarca a todos los organismos vinculados a estas acciones.

¿Tenemos o no nuestras Razones?

PIE DE FOTOS

1.- «Existen diversas limitaciones a la hora de acudir al servicio», precisa la Dra. Yisel Muñoz Alfonso.

2.- Mayelín Díaz Rodríguez: «Otra de las manifestaciones de la violencia es la laboral que ya dispone de sus derechos».

3.- Falta mucho por implementar desde la estrategia integral de la prevención de la violencia de género.

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