Covid-19 y arbovirosis, enemigas encontradas
Por Ricardo R. González
Fotos: internet
El enfrentamiento al SARS-CoV-2 reclama en estos tiempos todas las fuerzas y nadie lo duda; sin embargo, desde hace años convive en Villa Clara y, al parecer, sin intenciones de marcharse el agente principal causante del dengue que es el Aedes aegypti.
Es solo una parte del capítulo de las llamadas arbovirosis o virus transmitidos por insectos, pero que suma, además, otros padecimientos como el Zika, el Chikungunya y la fiebre amarilla. Para nadie es secreto que el dengue se mece en estos momentos en la misma cuerda que la Covid-19, quizás sin reportar idéntica crudeza, pero con síntomas parecidos basados en fiebre alta y repentina, malestar general, cansancio intenso, dolor de cabeza y detrás de los ojos, náuseas, vómitos, erupción en la piel, dolores musculares y en las articulaciones.
Cuando pasan fenómenos meteorológicos con sus lluvias unidas a las negligencias tradicionales que hemos sido incapaces de solucionar no resulta extraña la proliferación de los criaderos. Observe en su vivienda o institución laboral y si ve un mosquito patirrayado, de tórax plateado, no dude que tanto usted como su comunidad están en peligro.
Según datos recientes el 79, 2 % de los focos registrados en la provincia presentan el vector en escenarios conocidos como son los depósitos de almacenamiento de agua, tanques bajos, elevados, cisternas sin tapa y aquellos que permanecen a la intemperie.
Ello se dice una y otra vez, pero gran parte de la población descuida la actuación consecuente, y ante este fenómeno no valen solo las medidas extremas en el interior de la vivienda si el ojo de los moradores se aparta de lo que ocurre en los exteriores, con énfasis en los patios.
¿Quién es el responsable de esas latas presentes en estos segmentos, de las bolsas de nailón con agua acumulada, de los neumáticos que ocupan un rincón y deviene foco de peligro, o de los vasos desechables y cascarones de huevo que también complican el panorama.
Un reciente análisis del escenario villaclareño hacen de Caibarién, Corralillo, Camajuaní y Santa Clara los territorios más complejos. En este último el vector vuela por todas las áreas de Salud, mas la XX Aniversario, Capitán Roberto Fleites (Malezas), Chiqui Gómez y Marta Abreu aportan la situación epidemiológica más compleja del municipio.
Y como si fuera poco, de unas 4 382 muestras analizadas en el contexto villaclareño 1 148 resultaron positivas lo que denota que esas personas tuvieron dengue.
De acuerdo con algunos especialistas el dengue apareció en Cuba en la década de los 70, y se describe como enfermedad aguda viral transmitida por el Aedes aegypti al picar, primeramente, a una persona enferma, y luego repetir la acción sobre una sana.
La hembra puede hacerlo hasta con 10 individuos, y si está infestada contagia a ese grupo cuyo cuadro puede transitar desde pacientes asintomáticos, otros con pocas manifestaciones hasta llegar a algunos con marcada incidencia clínica y provocar el dengue hemorrágico.
Del Aedes aegypti puede decirse que constituye un mosquito de «etiquetas». Prioriza las aguas limpias y tranquilas para su reproducción, mientras reposa en sitios oscuros y llega a sorprender detrás de los escaparates, en cortinas, techos y debajo de los muebles, entre otros sitios.
El clima influye en su hábitat ya que escoge el trópico como sitio preferido y vive a una temperatura entre 15 y 40 oC, aunque resulta muy favorecido de 32 a 36 grados, y disfruta de la elevada humedad existente en el archipiélago cubano.
En tiempos agudos de pandemia habrá que acudir al médico ante los primeros síntomas y aportar la mayor cantidad de datos posibles durante el interrogatorio para facilitar el diagnóstico.
Y qué se establece en torno a las visitas del equipo supervisor al interior de las viviendas en tiempos de restricciones?
Quedan condicionada a la voluntad de los moradores, pero en aquellos casos que no la permitan tendrán que comprometerse a realizar un autofocal responsable y una meticulosa revisión de cada espacio del hogar y colectivos laborales que se encuentren en activo.
Ojalá así sea ante el peligroso zancudo que sigue los pasos de la Covid-19. La percepción de riesgo se mantiene baja o anda tan lejana que pudiera chocar con la luna de Valencia, si es que la encuentra.
CUENTA LA LEYENDA
Refieren que la primera descripción sobre el mosquito causante del dengue data de 1762. Por entonces, fue bautizado con el nombre de Culex aegypti; aunque la denominación definitiva de Aedes aegypti quedó establecida en 1818, después de conocerse la descripción completa del género Aedes.
Correspondió a Benjamin Rush, en Filadelfia, Pensylvania, las referencias iniciales en 1780; sin embargo, nuestro Carlos Juan Finlay Barres, eminente epidemiólogo y microbiólogo cubano, señaló que todas las evidencias indicaban que la fiebre amarilla solo podía ser trasmitida por un «agente intermediario». Ello ocurrió durante una conferencia internacional celebrada en Washington, Estados Unidos, en febrero de 1881. En agosto del propio año, en la Academia de Ciencias de La Habana, lo identificó como el conocido mosquito Aedes aegypti.
El punto de origen del insecto se remonta a África, pero con reportes en el Caribe desde hace más de 350 años.
¿Dónde ocurrieron los primeros brotes epidémicos de dengue? La historia se lo atribuye a la isla de Java, en 1779, Filadelfia (1780) y Cádiz y Sevilla, en 1784; sin embargo, consignan la existencia de la enfermedad «en un pequeño poblado de Cuba llamado Remedios durante 1679», según consigna el libro Dengue y dengue hemorrágico, de E. Martínez Torres, publicado en Argentina en 1997.
No olvidar que Cuba sufrió una epidemia de brote de dengue hemorrágico en 1981. Más de 344 mil casos fueron reportados; de ellos, una cifra superior a los 10 mil 300 correspondieron al hemorrágico. Hubo 158 fallecidos (101 niños), mientras el costo económico de la epidemia se estimó en 103 millones de dólares. Este triste episodio ha sido considerado el más devastador y trágico en la trayectoria de la enfermedad en el continente americano.
Acaba de pasar (26 de agosto) el Día Mundial de enfrentamiento al dengue. Que nunca olvidemos este suceso ocurrido en nuestro archipiélago y evitemos, a partir de las propias conductas y acciones, una segunda aparición porque la vida no lo perdonaría.
DETALLES
— Las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde son las seleccionadas para las picadas.
— El promedio de vida de los huevos fuera del agua puede extenderse hasta un año, por eso resisten ambientes secos y eclosionan cuando las condiciones se vuelven propicias.
— Un dato curioso lo aportan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos que advierten la picadura del mosquito sin darnos cuenta debido a que se acerca por detrás y ataca en los tobillos y en los codos.
— Normalmente pican a los humanos, aunque no se descarta en perros y otras mascotas domésticas.
— Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el dengue es conocido como «fiebre rompehuesos» y cerca de la mitad de la población del mundo corre el riesgo de contraer el virus.
— A inicios de julio de este año la región de las Américas notificó 673 148 casos de dengue con una tasa de incidencia de 68 infestados por 100.000 habitantes, y los principales registros se concentran en Brasil, con el 83 % de los casos, seguido de Perú, Nicaragua y Belice.
PIE DE FOTOS
1.- Un reciente análisis del escenario villaclareño hacen de Caibarién, Corralillo, Camajuaní y Santa Clara los territorios más complejos en focalidad. En este último permanece el vector en todas las áreas de Salud; sin embargo, XX Aniversario, Capitán Roberto Fleites (Malezas), Chiqui Gómez y Marta Abreu aportan la situación epidemiológica más compleja del municipio.
2.- Resulta indispensable la realización del autofocal y la revisión sistemática si se tiene en cuenta que luego de dos o tres días de ser depositado los huevos en recipientes contentivos de agua limpia estos se convierten en larvas hasta llegar a ejemplares adultos.
3.- Tanques destapados, peligro potencial para la aparición del zancudo.
4.- Distribución del dengue por el mundo.
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