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Pediatras recomiendan no automedicar en infecciones respiratorias agudas

Por Ricardo R. González

Foto: Ramón Barreras Valdés

Ante el incremento de infecciones respiratorias agudas (IRA) los expertos insisten en evitar las automedicaciones debido a las consecuencias desfavorables que pueden ocasionar.

Lo recomienda la Dra. Dianevys Arango Inerariti, subdirectora de asistencia médica del hospital pediátrico universitario José Luis Miranda, quien señala que este tipo de sepsis aumenta, generalmente, entre los meses de septiembre a marzo debido a la circulación de los virus respiratorios apreciables en la asistencia de pacientes al Cuerpo de Guardia que reportaba una disminución considerable en períodos anteriores.

«Ello lleva a extremar la vigilancia en tiempos de la COVID-19, a tenor de que también constituye una enfermedad respiratoria».

La especialista de I Grado en Medicina General Integral y en Pediatría advierte que entre los síntomas comunes de las IRA aparece la fiebre, considerada como temperatura normal hasta los 37 C, y a partir de esta cifra comienza la febrícula o destemplanza, como se conoce en el argot popular llamada a observarse.

Al marcar el termómetro los 38 C es considerado franco período de fiebre, y ya en los 39 C resultan valores más serios que demandan un seguimiento por parte de los médicos.

En el cuadro clínico figuran, además, las obstrucciones nasales o tupición, las propias secreciones, tos, y puede aparecer la falta de aire (disnea) que reclama el reconocimiento de los adultos «porque también estamos en los meses que inicia la bronqueolitis como enfermedad benigna que afecta sobre todo a los menores de dos años, pero que pudiera acarrear complicaciones.

«Acudir al médico para el correspondiente diagnóstico y conducta a seguir», la principal recomendación que ofrece la Dra. Dianevys Arango Inerariti.

Las advertencias médicas van dirigidas a la peligrosa automedicación que no en todas las IRA admite el uso de antibióticos erróneamente aplicados ante un mínimo catarro.

«Cuando el niño viene automedicado y sufre una reinfección bacteriana ya ese germen ofrece resistencia al antibiótico administrado, sin prescripción médica, y se hace más difícil actuar sobre la infección», precisa la Dra. Arango Inerariti.

Otro de sus señalamientos recae en los antipiréticos utilizados para para bajar la fiebre y se corre el riesgo de que el infante haga una hipotermia o disminución considerable de la temperatura con marcadas complicaciones ante un descenso brusco.

En el caso de la medicina verde aparece contraindicada en el menor de cinco años, y se han visto accidentes en este grupo de edades, mientras que las vaporizaciones se recomiendan solo en ocasiones muy excepcionales debido a que han traído graves incidentes de quemaduras, tanto en la mucosa nasal como en la piel de la cara por la acción del vapor de agua al aproximarle el rostro al recipiente en ebullición.

La Dra. Dianevys Arango es precisa en su recomendación: «Acudir al médico para el correspondiente diagnóstico y conducta a seguir, y el necesario uso del nasobuco que no solo previene de la infección por coronavirus, sino también de otros tipos de sepsis vinculadas con el aparato respiratorio.

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