«Soy una guerrera y como tal lucho por la vida»
Dijo antes de recibir el egreso la llamada enfermera de Caibarién, considerada la paciente de mayor estadía en una unidad de cuidados intensivos en Villa Clara y en el país a causa del coronavirus.
Por Ricardo R. González
Fotos: Carlos Rodríguez Torres
Cubanos de todas partes preguntaban por ella aunque no la conocieran, las redes sociales se saturaban de mensajes indagando por su estado de salud, hasta los más incrédulos encendían velas a su favor, y muchos no se perdían las conferencias de prensa nacional y provincial a fin de conocer la evolución de quien es considerada el caso de mayor estadía en una unidad de cuidados intensivos atribuible al coronavirus en el hospital Manuel Fajardo Rivero, de Villa Clara, y también en otras instituciones del país.
Lo cierto es que Yaquelín Collado Rodríguez perdió su nombre para ser bautizada por el pueblo como la «enfermera de Caibarién». Y para alegría de todos en la mañana de este viernes 22 de mayo abandonó la institución hospitalaria para reencontrarse con su tierra cangrejera.
«Que todo el mundo sea guerrero y luche por seguir adelante, que ayudemos a quienes podamos, y sigamos que yo voy a luchar por mis hijos, por mis nietos y por mi país», dijo horas antes a un equipo de prensa que la visitó en su cubículo de estancia.
LA VERDADERA HISTORIA DE YAQUELÍN
El Dr. Jorge Eduardo Berrio Águila, director del hospital Manuel Fajardo Rivero, jamás olvidará el caso de esta cubana de 53 años. Asegura que las manifestaciones clínicas de Yaquelín resultaron un verdadero rompecabezas debido a la diversidad de síntomas y un cuadro de salud que mejoraba y empeoraba casi al unísono. Portadora de diabetes mellitus e hipertensión arterial, entre múltiples irregularidades, atravesó por un complejo panorama que no la alejaba de la gravedad, y el que requirió de un tratamiento sumamente costoso para lograr su estabilidad.
«Ella arribó al país el 14 de marzo procedente de una misión en Venezuela. Comenzó a sentirse mal el día 23 del propio mes para ingresar en la institución un día después cuando los estudios de PCR confirmaban la positividad».
El diagnóstico reflejaba insuficiencia respiratoria aguda, neumonía viral, y el síndrome severo de distrés respiratorio del adulto (SDRA) o aparición de fenómenos inflamatorios y necrotizantes del alveolo pulmonar que la llevó a la terapia intensiva.
«Estuvo 30 días acoplada a un ventilador mecánico, que a nivel mundial se considera un predictor de mortalidad elevado en gran número de los pacientes», precisa el Dr. Berrio Águila.
Entonces aparecieron contratiempos. Durante el periodo de asistencia con el ventilador mecánico se intentó el llamado destete o proceso de transición de la ventilación artificial a la espontánea, pero en dos oportunidades resultaron fallidas y hubo que volver a acoplar.
«Tenía demasiada inestabilidad en las funciones respiratorias. Cumplió con todo el protocolo establecido por Cuba para estos casos con la administración de fármacos indicados en cada etapa, incluidos los anticuerpos monoclonales que ofrecen excelentes resultados, como el Itolizumab, y a raíz de una neumonía nosocomial (NN) o sobreinfección mereció tratamiento con una amplia gama de antibióticos suministrados con racionalidad».
Luego de recibir medicamentos citoprotectores, y técnicas de reanimación pulmonar en correspondencia con el deterioro de la función respiratoria se utilizó la anticoagulación, tanto profiláctica como terapéutica, y no fue suficiente, por lo que aplicaron trombolisis con estreptoquinasa, una modalidad muy común en pacientes portadores de infarto agudo de miocardio.
«El proceso duró seis horas para resultar uno de los pocos casos trombolizados en Cuba producto del SARS-CoV-2».
A pesar de todo, el director general del hospital Manuel Fajardo Rivero explica que el 27 de abril hubo que recurrir a la traqueostomía hasta que, en días posteriores, se le retiro la cánula endotraqual.
«Entre avances, retrocesos y sorpresas los días finales de abril trajeron la noticia esperada: En dos muestras de PCR tomadas a Yaquelín su carga viral era negativa, junto a otra realizada el 20 de mayo que la ratificaba como un caso recuperado entre todos los que hemos visto, no sin antes pasar por otras áreas de la institución».
Sin pensarlo mucho el Dr. Berrio Águila atribuye el logro a los niveles de atención demostrados por la medicina cubana, a la implementación del Plan de Aseguramiento Médico Único para situaciones especiales, y a los avances de la ciencia en Cuba.
«Además de la intensidad de trabajo vivida resulta importante que se conozca que ninguno de los participantes en el largo proceso (médicos, paramédicos, trabajadores de servicios) han estado afectado por una enfermedad similar a la de Yaquelín, gracias a la disciplina y al empleo de todos los medios de protección que el territorio y el país han asignado. Ello constituye un éxito para la paciente, para el pueblo de Villa Clara, y para Caibarién que la espera».
Lo que la población desconoce es que un solo equipo vinculado al trabajo con los enfermos suma, aproximadamente, 164 valientes que incluye el personal de terapia intensiva, intermedia, de laboratorio, auxiliares generales, dietistas, pantristas y quienes atienden las comunicaciones a fin de asegurar la información del estado de salud, entre muchos otros.
A ello se agrega la participación conjunta y en extremo valiosa de los principales expertos de las instituciones de salud del territorio incorporados a la toma de decisiones junto a la contribución inestimable del Polo Científico.
— Pero ¿solo con Yaquelín?
— Ella es un ejemplo. Se hace con cualquier persona que necesite la atención médica y los servicios de enfermería con alta cuota de responsabilidad en los resultados.
Así lo confirma la máxima autoridad del centro asistencial quien destaca, además, a los 57 representantes de la especialidad de Sancti Spíritus integrados al centro villaclareño y sometidos ahora a su período de cuarentena. «Un grupo de experiencia caracterizado por una disciplina extrema en la práctica de sus labores. Tenemos excelente opinión y estamos muy agradecidos por todo el apoyo espirituano», enfatizó.
Si de valores especiales se trata el Dr. Jorge Eduardo Berrio recuerda cuando tuvo que comunicarle al colectivo que la unidad había sido seleccionada para enfrentar el SARS-CoV-2. «Nadie flaqueo, incluso hasta nuestro potencial femenino, que más del 50 % tiene responsabilidades familiares, hogareñas u de otra índole, tuvo una digna respuesta en el afán de darlo todo por esa humanidad necesitada».
LO INSÓLITO E INESPERADO
Realidades como estas coinciden muy poco en la vida. Mientras Yaquelín experimentaba su notoria gravedad ingresaron en la institución su nieto Eduardo Hernández León y su hija Yanilda León Collado quien cuenta que fue su pequeño el que dio positivo, pues ella, a la postre, no tuvo contagio.
Con un trato excelente Yanilda conversó con la prensa, dijo que tuvo momentos de llorar y lo hizo, pero que nunca perdió la esperanza.
«Veía a mi mamá en medio de todo con esa fuerza que constituía una fuente de inspiración. «Si alguien de verdad merece el calificativo de guerrera es ella, y nunca podremos olvidar la profesionalidad de todo el equipo de este Hospital, desde el máximo director hasta el último de los trabajadores, a lo que se une nuestra fe y el deseo de miles de caibarienenses, villaclareños, cubanos y de otras latitudes que brindaron su apoyo emocional para que todo saliera bien».
Llegó la hora de la comida y Yanilda se desplaza hasta la cama de su mamá para apoyarla en la alimentación, aunque la progenitora se vale por si sola..
DE VUELTA A LA VIDA
Sepa que durante su estancia en terapia intensiva la caibarienense hizo tres paros cardíacos, y en medio de todo la labor de Fisioterapia y Rehabilitación ha sido primordial para Yaquelín, quien con sus labios pintados por las «seños» de cabecera que muchas veces la contonearon declaró sentirse mejor. «He pasado por mucho, pero siempre he salido vencedora como todos los trabajadores de la Salud, ya que hace 33 años soy enfermera».
En todo este tiempo ha recibido muestras de afecto increíbles. «Yo no sé cómo agradecer tanto. Un gran equipo ha estado pendiente de mí y otras personas que no me conocen también, Me han escrito poemas, cartas, mensajes incluso desde Venezuela donde hice varias amistades.
«Quiero que sepan que doy gracias por haber nacido en este país, de lo contrario creo que no existiera esta Yaquelín para hacerles el cuento».
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https://ricardosoy.wordpress.com
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