Rochy Ameneiro: «Canto lo que yo hubiera querido escribir»
Por Ricardo R. González
Un día Rochy Ameneiro apostó por la arquitectura; sin embargo, el tiempo le demostró que no era su camino porque desde muy temprano descubrió que el arte de cantar despertaba sus motivaciones.
La vida le dio la razón, y aunque estudió apenas unos años de violín se percató de que necesitaba el talento de músicos que le ofrecieran seguridad a fin de emprender ese vuelo alto pretendido por todo artista.
No es su objetivo tocar las alturas, pero sí lograr una huella que hoy tiene en su segmento de público seguidor, ese que tararea canciones, y que por su estilo han llegado a compararla con alguna cantante foránea. Mas, Rochy es Rochy, propia, sin protocolos, de esas personas que abren puertas para ofrecer amistad, y sobre todo, un ser humano que encamina sueños y acciones por un mundo mejor.
Hace dos años emprendió el proyecto Tod@as Contracorriente junto al doctor Julio César González Pagés, coordinador de la Red Hispanoamericana y Africana de Masculinidades, y otros seguidores, con el propósito de decirle no a la violencia y abogar por mejores aristas dirigidas hacia la espiritualidad.
Recorren el país con espectáculos diferentes, de esos que integran la música a talleres que incitan a reflexiones, y en su segunda experiencia abogaron por la defensa de la diversidad cultural.
Según la cantante, «ha sido vital y muy enriquecedor, no solo en el plano artístico, si no también en mi vida personal. Me he nutrido de información que desconocía, de la magnitud de la violencia, por lo que me renueva el hecho de haber emprendido este proyecto».
— ¿Un reto ante el panorama contemporáneo?
— No soy una artista de grandes masas pero tengo acceso a varios oídos, y no me podía quedar sentada. Siempre que pueda enviar un mensaje para el cese de estos actos lo haré, pues mientras más personas se sensibilicen con el tema estaremos influyendo en las mentes humanas y en la necesidad de transformar este mundo, aunque existan diferentes proyectos, con otras denominaciones, encaminados a idéntico propósito.
— ¿Cuáles son a tu criterio aquellas manifestaciones de violencia que todavía persisten y que la sociedad cubana está llamada a modificar?
— Lo peor que nos está pasando recae en la pérdida de valores provocado por modelos importados ajenos a nuestra cultura ni apropiados a nuestra idiosincrasia. Asumir la diversidad no significa tomar lo peor de cada pueblo, todo lo contrario, se trata que cada persona, cada país, cada ciudad, cada región, traté de defender lo que tiene, lo que es suyo.
— Una parte de la música sufre la degradación y la pérdida de estos valores, incluso llega a denigrar al ser humano…
— En la música se están popularizando muchos cánones estéticos de baja calidad a la hora de transmitir mensajes. Las canciones de amor se han convertido, en gran parte, en letras agresivas, contra las mujeres, y facturadas bajo fórmulas de escaso lirismo que induce a una pobreza descomunal en el uso del lenguaje, sumado al hecho de que son compuestas por personas de muy escaso nivel cultural.
«No hay que ser un Cintio, Lezama, Fina, Dulce María o Carilda, entre tantos otros grandes…, pero algunos autores se informan muy poco, y con dos o tres palabras configuran la composición. Circulan, incluso, hasta métodos penosos de cómo hacer una canción.
« Hemos ido provincia por provincia visitando los vendedores ambulantes que tienen licencia para vender discos u otros materiales, y me parece necesario un control, una advertencia de no ofrecer un producto agresivo o violento. No es censurar, si no orientar a la población».
— Sin dejar de vivir en épocas con sus respectivos códigos ¿ no resulta paradójico ante una tradición cubana poseedora de excelentes canciones?
— Es una pena porque este es un país con un historial bellísimo de canciones avaladas por una poesía respetable. Hay temas rescatables de todas las épocas y que las nuevas generaciones no conocen. Creo que es una labor de todos y todas, máxime cuando los medios de comunicación nos pertenecen y debe ser una política de estos participar en la causa y alejarse de esa saturación de los peores exponentes de cada país.
«Hay cosas que se están haciendo en Cuba y en el mundo de primera factura, y pienso que el mismo racero utilizado para identificar los problemas políticos deben regir a la hora de enfrentar lo chabacano, deformante y vulgar.
«Desde aquí bebemos un manantial prodigioso en las manifestaciones artísticas. Acabamos de tener un Festival de Coros, y me pregunto ¿dónde está la presencia de nuestras magníficas agrupaciones en espacios radiales y televisivos? ¿dónde están los videos clips o la promoción ganada y necesaria hacia esas entidades artísticas?
«Otros ejecutan el jazz y merecen su espacio, al igual que la música de concierto. Hay incluso regaetón bien hechos, pero escogemos los peores.
«Repetimos DVD y conciertos de extranjeros que dejan mucho que desear por la simpleza y superficialidad de su arte, y la población joven, niños y niñas, reciben ese producto y consideran que constituye lo ideal».
— Sin embargo afloran mentes que se han dado cuenta de estos hechos y ya marcan pautas…
— Hay determinados espacios especializados que valen la pena, y me detengo en el sello discográfico Colibrí abierto en su catálogo a importantes figuras de la música. Algunas muy jóvenes, pero con extraordinario talento que merecen su difusión y acercamiento al público.
«Por otra parte satisface el trabajo del Ministerio de Cultura en el rescate de la memoria histórica, mas impera que los medios y otros eslabones se sumen a los buenos propósitos».
— En esa búsqueda de lo sencillo, pero a la vez bello, ¿háblame del tema de Formell que tanto te llega?
—Yo canto desde hace tiempo esa canción de Formell, Tal vez, que la incluí en el CD anterior Dudas. Tiene una letra simple, pero muy bella y excelentemente escrita. Con dos o tres palabras respetuosas se llega al corazón de las personas.
— Le gustó a Formell tu versión?
— Me lo hizo saber, a Omara (Portuondo) me la encontré también muchas veces y me decía te la aprendiste por mí. Son grandes satisfacciones al ver que tanto el autor como la intérprete que la hizo popular manifiesten su conformidad acerca de mi trabajo. Es una de las que más felicidades me ha traído
— ¿Y respecto a Sabor salado, del villaclareño Diego Gutiérrez?
— Otra de las indispensables. Él a veces dice: «le pedí prestada esta canción a Rochy», y lo que ocurre es que yo la grabé primero, y por tanto ya es mía. Cuando estoy presente en sus conciertos muchas veces salgo sin avisarle y la canto con él».
— Acabas de terminar tu tercer CD que lleva por nombre Mentiras sanas…
— Mantiene la línea general de la canción e incluye autores cubanos y dos versiones internacionales, una de Julieta Venegas (invitada especial a la jornada por la no violencia en el pasado año), y otra de Jorge Drexler, quien va a presentar la campaña de los no violentos en su país, Ellos abogan por una cultura de paz desde sus respectivas naciones.
«Mentiras sanas es una canción inédita de David Torrens, que toma como hilo conductor el amor. La producción musical del CD pertenece a Kelvis Ochoa al quien he estado muy vinculada durante años.
«Entre los compositores no puede faltar Diego Gutiérrez, unido a tres canciones de Kelvis, otra de Raúl Torres, Jorge Drexler, Julieta Venegas, y Gerardo Alfonso, con el tema Quisiera que acompaña el video clip a favor de la diversidad.
«Tengo de respaldo a músicos de lujo como Maykel, Harold López Nussa, en el piano, Yaroldi, en la percusión, Oliver Valdés (batería),
Alberto Luis Gómez y Jesusín en las guitarras, y quien también hizo las armónicas, William Roblejo (violines), Dayana García, en la dirección de las cuerdas, y Aldo López Gavilán, que asumió dos de los arreglos de cuerdas.
— Quisiera no es una canción reciente, pero es como si lo fuera…
— Pienso que es de esas superactualizadas para con nuestro proyecto, y le dimos esa contemporaneidad a fin de transmitir un mensaje a favor de la diversidad cultural.
«Ahora tengo temas de Descemer Bueno, otro compositor que logra con sus canciones directas un producto de excelencia. Es un artista a respetar que merece ser ampliamente difundido.
—¿Qué diferencias marcan a Mentiras Sanas de tus anteriores producciones?
— Las dos primeras corrieron a cargo de Elmer Ferrer. Son diferentes porque él es un músico guitarrista, mientras Kelvis incursiona más a tono de descargas, de esos que penetran por la puerta de tu casa y toman asiento sin pedir permiso.
«Nos sentamos en el estudio por la madrugada a tocar los temas durante varios días, y los músicos aportaron muchos detalles. Ha sido super difícil porque he contado con músicos espectaculares, los coros son del propio Kelvis a la vez que incluyo una canción a dúo con él.
«Estoy muy contenta con todos, y tengo la complicidad de René Baños quien está haciendo un trabajo de revisión de las voces.
— ¿Un disco patrocinado bajo el sello Colibrí?
— En efecto, Colibrí me ha apoyado en extremo, y también por esta casa sale pronto el DVD de la gira anterior (Tod@s Contracorriente) que incluye el documental del recorrido, fotos, encuentros, multimedias, a manera de buenas prácticas de lo que puede hacerse en una gira nacional que tiene la colaboración del Instituto Cubano de la Música y de la propia disquera para concretarlo en un material audiovisual.
— El pasado año compartiste la escena con Julieta Venegas ¿qué opinión te merece?
— Fue impresionante. Ella es reconocida internacionalmente, poseedora de seis Premios Grammy, y es pura amabilidad, muy sencilla en lo personal.
«Le agradezco que haya aceptado nuestra invitación, y el hecho de que al ser una mujer valiente se sume a la causa contra todo indicio de violencia. Sin pensarlo dos veces acudió a este llamado de unirse a nuestro proyecto.
— Dicen que Rochy es muy selectiva a la hora de seleccionar un tema ¿cierto?
— Si, canto lo que yo hubiera querido escribir, me cuesta mucho trabajo hacerlo por encargo, de hecho me ha pasado dos o tres veces y equivoco la letra, en verdad me ocurren cosas raras cuando no escojo la canción.
¿Y la arquitecta no se atreve a componer?
— He hecho mis intentos, pero no son públicas, una de ellas solo la conocen mis padres, y también existen poemas, algunos revisados por Waldo Leyva y su esposa Margarita Sánchez, que es una gran escritora, pero todo en privado.
«Cuando encuentro en otra persona lo que hubiera querido decir y no me salió digo esto era lo que quería, y prefiero ser entonces la intérprete para apropiarme de esas musas ajenas y darle mi propia versión».
— Tod@s Contracorriente irá a la tercera edición?
— Si, ya preparamos la tercera oportunidad el venidero año. Tendremos, como temática central, la conservación del medio ambiente, una de las tantas formas de luchar contra la violencia porque siempre estaremos a favor de las buenas causas. El mundo lo reclama, y la humanidad lo necesita.
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