El sexo oral no es tan cancerígeno como cree Michael Douglas
Los expertos matizan la influencia del sexo oral en el desarrollo de un cáncer y recuerdan la alta influencia de factores de riesgo como el alcohol y el tabaco
En un alarde de sinceridad, el actor Michael Douglas declaró el domingo al periódico británico The Guardian que su cáncer de garganta no tenía nada que ver con los “tiempos salvajes en los que bebía como un pez y fumaba como el diablo”, en palabras del entrevistador. “No, porque sin querer entrar en demasiados detalles, este cáncer en particular está causado por el virus del papiloma humano, que en realidad procede del cunnilingus”, afirmó el actor estadounidense, conocido por películas como Instinto básico y Atracción fatal y confeso adicto al sexo en la década de 1990.
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Douglas lo tiene claro, pero los expertos no tanto. “La mayor parte de los cánceres orales, el 90%, están relacionados con el tabaco y el alcohol. Michael Douglas no puede decir sin más que su tumor es culpa del sexo oral y no del tabaco y del alcohol”, advierte Francisco Rodríguez Lozano, médico experto en cáncer y presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, preocupado por el mensaje confuso lanzado por el actor.
Antes de que nadie cambie sus hábitos sexuales por las declaraciones del actor, es necesario conocer los datos científicos. El virus del papiloma humano está omnipresente. Casi cualquier persona sexualmente activa será infectada por el patógeno en algún momento de su vida. Sin embargo, “muy poca gente infectada por el virus del papiloma humano desarrollará cáncer, en el 90% de los casos el propio cuerpo elimina la infección en el plazo de dos años”, según el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido.
Una enfermedad relativamente infrecuente
“El cáncer oral es una enfermedad rara y es más rara aún asociada al virus del papiloma humano”, tranquiliza Silvia de Sanjosé, especialista en cáncer del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge. Es lo mismo que dicen los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU, que estiman que cada año en su país se diagnostican 2.370 casos de cánceres orofaríngeos en mujeres y unos 9.350 en hombres, en una población de más de 315 millones de habitantes. Los tumores orofaríngeos se producen en la parte central de la garganta, que incluye la base de la lengua, las amígdalas y el paladar blando. En estas zonas, las formas más malignas del virus pueden inducir mutaciones en las células, que se vuelven cancerosas.
El 90% de los cánceres orales están relacionados con el tabaco y el alcohol
Las cifras de los CDC son sólo estimaciones y, además, muchos de estos tumores están también relacionados con el alcohol y el tabaco. Otros factores que influyen a la hora de desarrollar un cáncer tras una infección por el virus son tener bajas las defensas y una escasa higiene dental.
“En el sur de Europa, el 17% de los tumores de orofaringe están relacionados con el virus del papiloma humano. En España, nuestros datos apuntan a sólo el 12%, pero en EEUU la proporción es mucho más alta y llega al 56%”, explica la epidemióloga Laia Alemany, del Instituto Catalán de Oncología. En EEUU, donde las tasas son más altas porque el sexo oral es más habitual, apenas se registran 6,2 casos por cada 100.000 hombres y 1,4 casos por cada 100.000 mujeres, según los CDC, aunque las cifras están aumentando por la liberalización de las costumbres sexuales. Entre 1988 y 2004, la incidencia de cánceres orofaríngeos relacionados con el virus aumentó un 225%, según un estudio publicado en 2011 por investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU.
Una buena dieta y no fumar
“Curiosamente, los tumores orofaríngeos asociados al virus del papiloma humano tienen un mejor pronóstico que los relacionados con el alcohol y el tabaco, que son más agresivos”, añade Juan Manuel Seoane, médico estomatólogo de la Universidad de Santiago de Compostela. “Solamente con adoptar una dieta basada en vegetales, mediterránea, podríamos prevenir más del 40% de los carcinomas orales. Y si complementamos esta dieta con hábitos saludables, como no fumar o beber con moderación, dejaríamos el cáncer oral en su mínima expresión”, señala el experto.
Los tumores asociados al virus del papiloma humano tienen un mejor pronóstico
Además, las vacunas contra el virus del papiloma humano aprobadas en algunos países para prevenir el cáncer de cuello de útero en las mujeres, como Gardasil y Cervarix, previenen contra el tipo 16 del virus, el principal culpable de los tumores orofaríngeos, lo que puede tener un efecto en la incidencia.
La epidemióloga Laia Alemany recuerda que tomar precauciones básicas a la hora de practicar sexo oral no sólo es bueno para esquivar el virus del papiloma humano, sino también otras infecciones como gonorrea, herpes y clamidia. En un documento de recomendaciones nacionales para un sexo seguro en Reino Unido, los autores afirman que “el sexo oral no debería ser promovido como una práctica libre de riesgos”. Entre sus consejos figuran evitar el sexo oral si se tienen cortes o llagas en la boca y no cepillarse los dientes después de practicarlo. “Las recomendaciones para un sexo más seguro deberían incluir información sobre los riesgos del sexo oral, reconociendo que los individuos deben tomar una decisión informada a partir del nivel de riesgo que es aceptable para ellos”, concluían.
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