Otros trillizos llegan a Santa Clara
Junto al personal de la Sala de Neonatología del ginecobstétrico Mariana Grajales la mamá de los trillizos (en el centro) comparte el momento en compañía de sus retoños.
Por Ricardo R. González
Foto: Ramón Barreras Valdés
¡Trillizos! fue la realidad que estremeció a Arleny Gallardo Leyva cuando en el monitor del ultrasonido de la consulta del policlínico Capitán Roberto Fleites, de Santa Clara, se visualizó un embarazo múltiple.
«Por poco convulsiono», dice la madre quien recuerda aquel momento desde la cama 37 de la sala de cesáreas del hospital ginecobstétrico universitario Mariana Grajales adonde llegaron, el pasado domingo 16, Yoleider, Yoaidi y Yoener Cedeño Gallardo con solo 36 semanas de formación.
«Este proceso fue muy normal. Ni tuve dolores, y hasta asistí a los carnavales», aunque por su estado permaneció en la institución santaclareña desde las 26 semanas.
Arnely, residente en Santa Clara, enfrenta la maternidad desde los 17 años cuando nació su primer varón, luego tuvo otro que ya suma tres años, y ahora, con 28 años, enfrenta este regalo masculino por triple partida.
Para la doctora Tania Quesada Quesada, al frente del servicio de Neonatología del ginecobstétrico santaclareño, la evolución de los pequeños transcurre de manera satisfactoria. «No han estado acoplados ni requieren medicamento alguno. En la actualidad se someten a una lactancia mixta que combina la fuente materna con una fórmula nutritiva reconstituyente».
Los menores llegaron al mundo con un peso aceptable. Yoaidi y Yoener nacieron con 2 mil 200 gramos, equivalente a 4,12 libras, mientras Yoleider logró 2 mil gramos, (4,6 libras).
Algo significativo pues la psicóloga que atendió el caso, la máster Estrella Rodríguez Luna, subrayó que el seguimiento gestacional demandó mucha dedicación debido a la baja talla de la progenitora, las indisciplinas manifestadas durante el embarazo, y un marcado hábito de fumar.
Según estudios realizados, el nacimiento de trillizos ocurre cada 8 mil y 10 mil partos, sin que resulte regla fija. Entre sus causas figuran la poliovulación femenina, las tensiones nerviosas, el tratamiento por infertilidad, el uso indiscriminado y sin prescripción de anticonceptivos orales, y la tradición hereditaria materna o paterna, como ocurrió en este caso pues en la familia de Yoleiner Cedeño Martínez, el padre de los trillizos, existen estos antecedentes de embarazos gemelares.
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