Miguelito Cuní (Cuba)
Por Ricardo R. González (*)
Muchos lo denominaron «El caballero criollo», y con razón. Mas sería imperdonable que a la hora de hablar de son y de música cubana se excluyera de la nómina a don Miguelito Cuní.
Este 8 de mayo estuviera cumpliendo 95 años. Su verdadero nombre es Miguel Arcángel Cuní, nació en Pinar del Río, y desde pequeño se interesó por lo que ocurría en el universo musical de su territorio.
En la década de los años 20 cantó en agrupaciones con formato de sextetos o de las ejecutantes del pentagrama cubano. Así se recuerda su paso por las orquestas de Niño Rivera, Fernando Sánchez, y Rubalcaba; sin embargo, las primeras presentaciones oficiales se las debe a los Carameleros, allá por 1932.
Tras su paso por la orquesta del maestro Muñoz formó parte de la nómina de Arcaño y sus maravillas, y por su voz de típico sonero tuvo el privilegio de compartir con cátedras de la talla de Arsenio Rodríguez y Luis Martínez Grillán (Lilí), quien no se cansó de reconocer las potencialidades de Cuní.
De todo este periplo se recoge su grabación de «El guayo de catalina», realizada con el grupo del bien llamado «Cieguito maravilloso».
Los carnavales panameños lo disfrutaron en 1947 en el rol de solista, y fue tal su éxito que permaneció allí por dos años hasta retornar a la orquesta de Arsenio Rodríguez, en 1949.
Pero desconocía Miguelito que se acercaba el despegue de su vida artística cuando Arsenio viajó a Nueva York con el propósito de tratar de recuperar su visión. Otro de los grandes, Félix Chapotín, tomó la batuta de la orquesta y le proporcionó la opción de actuar junto a Benny Moré, sin romper los vínculos con el conjunto de Chapotín.
Durante tres décadas Cuní y Chapotín fueron amigos inseparables, y de esta fusión quedaron recogidas las conocidas piezas «El carboneo», y «Quimbombó que resbala».
Ya en 1959 Miguelito prosiguió su trabajo tanto en Cuba como en el extranjero, y tras recorrer gran parte del Caribe se presentó en Nueva York con el aval de ser una de las voces imprescindibles del bolero y el son.
Ya «Convergencia» se había convertido en su sello de calidad y el tema que le propició el pasaporte para alcanzar la cúspide.
En 1978 viajó la entonces Unión Soviética en una gira con la Orquesta Cubana de Música Moderna junto a músicos renombrados como Enrique Jorrín, Tata Güines, el ya desaparecido trombonista Juan Pablo Torres, Richard Egües, Rafael Bacallao, Teresa García Caturla, Carlos Embale y Félix Chapottín.
La Empresa de Grabaciones Musicales de Cuba (EGREM) recogió parte de su obra en diversos acetatos. Entre los más significativos aparece «La Guarapachanga», con el acompañamiento del conjunto Chapotín, y «Convergencia», clásico bolero de Bienvenido Julián Gutiérrez y Marcelino Guerra, en inolvidable interpretación con Pablo Milanés, y que estrenaron a dúo por primera vez en el festival Nacional del Son, celebrado en Guantánamo en 1980.
Otro de los momentos significativos en la vida artística de Cuní resultó la gira realizada por Venezuela en 1981 bajo el nombre de «Estrella de Areíto», que reunió a valiosísimos músicos e intérpretes cuya máxima responsabilidad corrió a cargo del maestro Jorrín.
Nadie podía imaginar que la grabavción del bolero «Lágrima», incluido en el disco «De nuevo Arcaño» sería la última por él realizada, en tanto se despedía de los escenarios foráneos en 1982 desde la Ciudad de México.
Miguelito Cuní incursionó en la composición. Entre sus son montunos aparecen «Congo africano», «¡Ay mamita!», «Batanga africana» y «A bailar con la guajira», mientras en boleros figuran «Lloró Changó», «Toque santo», «Las ansias mías», «A ti, Benny Moré», y la guaracha «Esto no se ve», entre otros temas.
Falleció en La Habana el 3 de marzo de 1984 dejando para siempre su nombre en la cátedra indispensable del panorama musical cubano.
(*) Nota de Editor: Los trabajos publicados en temas (Artistas) han sido elaborados por este autor, a partir de informaciones de base, sin que consignen la totalidad de detalles, hechos, y personalidades que influyeron en el desarrollo artístico.
0 comentarios