Jorge Anckermann (Cuba)
Por Ricardo R. González (*)
«Hijo de gato caza ratones» pudiera ser el mejor de los pretextos para irrumpir en la vida artística de Jorge Anckermann, quien desde los ocho años inició los estudios musicales con su padre Carlos Anckermann.
Y avanzó tanto que dos años después sustituyó al director de orquesta Antonio González en la conducción de un terceto.
Ya a los 17 años escribió la partitura de su primera obra teatral, La gran rumba (parodia de la revista española La Gran Vía), que se estrenó en el teatro Tacón, de La Habana. Dio a conocer sus composiciones al público habanero con una pequeña orquesta que formó, con Luis Casas Romero en la flauta, para acompañar proyecciones de películas silentes.
Entre las funciones del cinematógrafo, Anckermann tocaba algunas de sus vivaces danzas para piano, y también danzones; así se dio a conocer en el ambiente musical habanero y comenzó a relacionarse con gente de teatro, como los hermanos Gustavo y Francisco Robreño, quienes le encargaron la composición de la música de la revista «Ni loros, ni gallos», estrenada en septiembre de 1899, en el teatro Lara.
Viajó a México en 1892 como guía musical de la compañía de bufos de Narciso López con la que recorrió números estados para luego partir hacia California.
Su impacto con la tierra azteca fue tal que residió durante mucho tiempo en la capital de ese país inmerso en la enseñanza musical
En Cuba fue director de música en los principales teatros de su época, al tiempo que creó partituras dirigidas a zarzuelas, sin olvidarlo como autor de canciones y boleros.
También se le considera el padre de la guajira, y vale destacar que el renombrado Teatro Alhambra constituyó el mejor escenario de sus éxitos. En esas tablas estrenó «La isla de las cotorras» y otras obras notorias.
Si de temas populares se trata baste mencionar «El arroyo que murmura», que tuvo una impecable versión de nuestra Esther Borja, así como el «El quitrín», «Flor de Yumurí», y «Un bolero en la noche»
Jorge Anckermann nació el 22 de marzo de 1877 en La Habana, y falleció el 3 de febrero de 1941 para dejar su impronta memorable en el panorama musical cubano como pianista, compositor y director de orquesta.
(*) Nota de Editor: Los trabajos publicados en temas (Artistas) han sido elaborados por este autor, a partir de informaciones de base, sin que consignen la totalidad de detalles, hechos, y personalidades que influyeron en el desarrollo artístico.
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Gerardo Sanchez Navarro -