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soyquiensoy (Ricardo R. González)

«Con 2 que se quieran». Sonia Silvestre (Parte I)

«Con 2 que se quieran». Sonia Silvestre (Parte I)

«Tengo mi corazón partido en dos pedazos»

Amaury. Muy buenas noches. Estamos en Con 2 que se quieran. Ahora, aquí, en 5ta. Avenida y calla 32, en los maravillosos Estudios Abdala. Hoy tenemos una excepción en el programa. Es una persona que no vive en Cuba. Que no vive en Cuba, pero que quiere a Cuba como si fuera su segunda Patria, su Patria alternativa, me gustaría decir. Yo me tomé el atrevimiento de invitarla, porque por ella supe que en su país, que ella tanto ama y yo también, este programa tiene muchos televidentes en horario real, no solo por Cubavisión Internacional, sino en este mismo horario en que estamos nosotros, vamos a tener la entrevista, una gran parte del pueblo dominicano nos están mirando, y a mí me parece que es una manera de honrar una amistad tan bonita entre ella y Cuba, y entre Cuba y el pueblo dominicano.

Hoy se encuentra con nosotros, mi amiga, amiga de Cuba, repito, amiga de los cubanos y de los músicos cubanos, la gran cantante, Sonia Silvestre. Mi vida.

Sonia. Gracias, mi amor.

Amaury. Me levanto, voy hasta ti, te doy otro besito, porque…

Sonia. Gracias, mi amor.

Amaury. Yo le di uno afuera, pero aprovecho y le doy el segundo. Sonia, yo voy a empezar muy sencillamente preguntándote. ¿Cuándo te enteraste, a qué edad, que existía Cuba y la música cubana?

Sonia. Bueno, muy chiquita, desde muy chiquitita, muy chiquita. Yo nací en los años 50. Cuando yo era niña, la radio cubana se oía como local. Yo recuerdo, lo primero que yo recuerdo haber escuchado mucho de la emisora cubana eran las novelas de radio. Recuerdo una que me gustaba mucho que se llamaba El precio de un pecado.

Amaury. ¡Esos títulos!

Sonia. ¡Maravillosa!, ¿no?, no siempre la mujer encuentra la felicidad en el hogar, la vida es dura y fatigosa (imitando personajes de novelas radiales). Yo, chiquita, yo me iba a casa de unos vecinos a oírla porque mi mamá no me dejaba oír novelas de radio. Y oíamos también, pues música, mucha música cubana. Pero tú sabes que la música cubana era muy famosa, y en la República Dominicana se oía mucha música cubana. ¡Tú lo sabes! Allá se baila el son como si fuera dominicano. Hay clubes de soneros, hay lugares totalmente consagrados a bailar son. Tenemos la misma cultura, se podría decir, ¿no?

Amaury. Sí, sí, ya sé.

Sonia. Increíble.

Amaury. (risas) Increíble.

Sonia. Sí, no, no, era una cosa tremenda.

Amaury. Yo, ahora que tú me hablabas. Yo nací en los 50, es decir, yo también, y me hacía pensar, ¿cómo era el Santo Domingo,  -porque yo conocí el Santo Domingo, y ya hablaremos en el camino, al que tú me llevaste en el 78-, pero cómo era el Santo Domingo de tu niñez? Y con eso, háblame de tu familia, de tu papá, de tus hermanos.

Sonia.  Yo no vivía en la Capital.

Amaury. ¿Ah no?, mira, yo pensé que tú vivías en la Capital.

Sonia. No, yo nací en San Pedro de Macorís, una importante ciudad del este de la isla. No quiere decir que yo sea de ahí.

Amaury. ¿No?

Sonia. Porque hay un pleito. Cuando me preguntan ¿dónde tú naciste? Yo tengo que decir que nací en San Pedro de Macorís. En esa época, en mi pueblo no había un hospital. Mis tres hermanas anteriores, mi mamá las había dado a luz con su comadrona en la casa, como se usaba. Pero parece que había tenido complicaciones en uno de los últimos partos y decidió, cuando iba a nacer mi hermano y cuando nací yo, que somos los menores, ir al hospital de San Pedro de Macorís, a dar a luz en el hospital. Y en esa época se usaba que donde uno nacía, ahí lo tenía que declarar. Entonces en mi declaración de nacimiento, dice que yo nací en San Pedro de Macorís, y tengo que decir, obligatoriamente que nací en San Pedro de Macorís.

Amaury. Sin embargo, no.

Sonia. Pero la gente de Hato Mayor se ponen muy bravos porque dicen que yo digo que soy de San Pedro de Macorís. Entonces, yo no soy de San Pedro de Macorís. Nací ahí, pero nunca en mi vida viví en San Pedro de Macorís. Mi mamá y mi papá desde que mi mamá dio a luz, a los días, se fueron para Hato Mayor. Yo soy de Hato Mayor del Rey, ahí yo me crié hasta casi los 11 años. Casi cumpliendo 11 años, mi mamá y mi papá se trasladaron para la Ciudad de Santo Domingo, a vivir en la Capital y desde ahí vivo en la Ciudad de Santo Domingo.

Amaury. ¿Y cuándo es que descubre la niña Sonia Silvestre que  tiene una voz hermosa y que puede cantar y que…?

Sonia. Yo, desde que me acuerdo.

Amaury. Desde que te acuerdas. ¿Pero alguien de tu familia dijo: ¡qué lindo canta la niña?

Sonia. No.

Amaury. Vamos a llevar esta niña a algún lado para que se exprese.

Sonia. Jamás, jamás, no.

Amaury. Bueno ¿y entonces cómo es tu desarrollo profesional?

Sonia. Bueno, mira, mi desarrollo profesional es otra cosa. Yo canté desde que yo me acuerdo. A mi papá le gustaban mucho los boleros, tenía una discoteca muy buena de boleros. Al lado de la casa de mi abuela paterna, había un bar, uno de los bares más grandes de mi pueblo, con una tremenda bellonera. Nosotros le llamamos bellonera a lo que le dicen ustedes.

Amaury. La victrola.

Sonia. Victrola, y yo quería siempre estar en casa de mi abuela, porque yo lo que quería era oír la música de la bellonera. Entonces yo crecí aprendiéndome los boleros y canciones, porque a mí me gustaba cantar todo el tiempo. Tú sabes que hay niños que cantan, que la mamá y el papá, cuando llega visita: Niña canta, y el niño: No, no quiero.

Amaury. O, toca el piano, baila.

Sonia. Les da vergüenza a los niños. No, a mí tenían que mandarme a callar. Ya Sonia, nosotros queremos hablar, no cantes más. Porque yo sí quería cantar.

Yo toda la vida canté. No recuerdo que nunca nadie me dijera que fuera artista, ni de yo haber querido ser cantante nunca. Nunca lo planifiqué. Yo no soy el caso que siempre se cuenta de que luchó por la fama y sacrificó años de su vida luchando por la fama. A mí no me pasó nada de eso.

Amaury. Y entonces, ¿cómo ocurrió?

Sonia. Bueno, yo, como te digo, siempre canté. La gente que me conocía sabía que yo cantaba, porque, además, yo cantaba cada vez que tenía la oportunidad.

Cuando me gradué de bachillerato, de la secundaria, me inscribí en la Universidad a estudiar Pedagogía, mención literatura, eso era lo que me gustaba, letras, y estando ahí en la Universidad. Bueno, terminando el Bachillerato, conocí o me reencontré con una amiga que había empezado muy jovencita, era muy conocida y estaba terminando el bachillerato junto conmigo.

Amaury. ¿Quién era?

Sonia. El nombre de ella es Cecilia García.

Amaury. ¡Ah, Cecilia García!

Sonia. Una gran comediante y cantante dominicana.

Amaury. ¡Sí, cómo no!

Sonia. Y comencé con ella a meterme en el ambiente, la farándula, en el ambiente de la música. Con ella comencé a cantar “jingles”, que son los comerciales cantados y comencé, digamos, a lo que nosotros le llamamos picotear. Es decir, empecé a ganar mi dinerito cantando “jingles”. Me fui haciendo conocida en el ambiente de los músicos, de los   jingleros, de los cantantes. Entonces, ya en la Universidad, estudiando Pedagogía, Freddy Ginebra.

Amaury. ¡Gran promotor cultural dominicano!

Sonia. Sí, el papá de Casa de Teatro, que es uno de los centros culturales más importantes en la República Dominicana. Freddy Ginebra tenía un programa de televisión que era muy popular, los sábados a la una, un programa para jóvenes, bueno, él era joven también, todos éramos jóvenes. Entonces él me invitó a cantar en ese programa.

Amaury. ¿Qué cantaste?

Sonia. Yo canté una canción de los Hermanos Castro. Bellísima.

Amaury. ¿Cuál, cuál?

Sonia. Dice: (canta) Cada vez que estoy a solas / triste estoy y me doy cuenta / que sin ti (a dúo con Amaury)/ no hay ilusión ni amor.

Yo loca, yo oía música rarísima, a mí me gustaban Alicia Matarazzo y los Hermanos Castro.

Amaury. Esa canción es bien bella, pero bien difícil de cantar, una tesitura así…

Sonia. …Los Tres Ases, a mí me gustaban. A mí me gustaba la música de cierto…, toda la vida la gente ha dicho que yo canto canciones raras.

Amaury. Sí, para lo que estaba de moda, era música extraña.

Sonia. Era música extraña.

Amaury. Porque es música de calidad, además.

Sonia. Exactamente. Entonces yo me presenté cantando esa canción y ya no pude parar. Lo que te quiero decir es que al poco tiempo yo tuve que dejar…

Amaury. …Ya dejaste la Universidad.

Sonia. Sí, dejé la Universidad. Ya no podía estudiar, ya yo estaba en otra cosa. Y me hice famosa, y me hice popular sin darme cuenta. Es decir, yo no luché por ser famosa.

Amaury. Pero inclusive sin que te pasaran por la radio ya tenías un público “underground”.

Sonia. Tenía ya un público que me iba a ver a los sitios donde yo cantaba en Santo Domingo. Hasta que en el año 72, supongo, que debe haber sido por ahí, una de las más importantes compositoras dominicanas, Doña Leonor Porcella de Brea, me invitó a cantar en el Cuarto Festival de la Canción Dominicana, que celebraba la Asociación de Músicos para cantantes y bailarines que existían en esa época.

Entonces yo fui y canté una canción que se llama ¿Dónde podré gritarte que te quiero? Esa canción no ganó el primer lugar en el Festival, ganó el segundo lugar, pero nadie se recuerda de la que ganó el primer lugar.

Amaury. (risas) Suele ocurrir eso.

Sonia. Eso es tremendo. Ahí fue una cosa impresionante, yo me hice super famosa y popular. Eso fue una sensación y entonces, un amigo mío, que en esa época estaba también comenzando, igual que yo, en el mundo del disco, que se llama Bienvenido Rodríguez, que tiene ahora uno…

Amaury. …Sí, uno de los sellos disqueros dominicanos más importantes, fue el que lanzó a Juan Luis (Guerra).

Sonia. Fue el que lanzó a Juan Luis Guerra internacionalmente. Me dijo: pero vamos a grabar un disco.

Amaury. Karen Records, ¿no? ¿Ya se llamaba Karen Records ya en esa época?

Sonia. Karen Records era que se llamaba. Entonces me dijo: pero vamos a grabar esa canción. Y él tenía unas pistas que le mandaban de Buenos Aires, grabadas en Buenos Aires. Me dijo: mira a ver las que tú puedas cantar de esas pistas, busca el tono tuyo, y qué puedes cantar de esas pistas.

Amaury. ¡Qué curioso!

Sonia. Y allí estaba, Qué será de ti, altísima. Pero en esa época, imagínate tú, todavía yo no había amanecido mucho.

Amaury. Claro.

Sonia. No había respirado tanto cigarrillo.

Amaury. No habías trasnochado.

Sonia. No había trasnochado y eso está como dos tonos por encima de mi tesitura, pero yo le entré, porque imagínate, tenía unas ganas tremendas de grabar y de cantar y de lo que sea. Y así fue que comenzó todo.

Amaury. Ahora, después de tener ese éxito en Santo Domingo ¿En qué otro país es que empiezas a tener un éxito grande?

Sonia. Aquí en Cuba.

Amaury. ¿En Cuba? después de Santo Domingo, Cuba. Ah, mira, ya tú ves.

Sonia. Bueno, en Puerto Rico.

Amaury. En Puerto Rico también.

Sonia. En Puerto Rico, sí, en Puerto Rico también, primero que en Cuba, pero no tanto como aquí. No, no tanto como aquí en Cuba. Lo de aquí de Cuba fue una cosa extraordinaria. Yo siempre he creído que realmente eso estaba escrito.

Amaury. Estaba predestinado, ¿no?

Sonia. Sí, yo creo que los santos de aquí me trajeron para acá. Yo pienso que tal vez viví en otra época de mi vida, en otra vida, aquí en Cuba. Siempre he pensado eso.

Entonces, allá en República Dominicana, se celebraron en el verano del 74, los XII Juegos de los Centroamericanos y del Caribe.

Amaury. Por ahí.

Sonia. Y con la delegación cubana, que fue una delegación enorme, fue el Conjunto Folclórico Cubano.

Amaury. Conjunto Folclórico Nacional de Cuba.

Sonia. Cuando llegó la delegación cubana, que llegó el Conjunto Folclórico Nacional de Cuba, los organizadores de los Juegos no tenían quién atendiera a esos artistas, porque ellos estaban preparados para atender a los deportistas. No esperaban que Cuba fuera a llegar con esa delegación artística tan grande. Entonces fueron a donde Casandra Damirón. Casandra Damirón, era, le gustaba el folclor y tenía un ballet basado en el folclor, no era un ballet estilizado, folclórico estilizado. Entonces Casandra cuando se vio con esta cosa encima buscó entre sus alumnas, entre sus muchachas, entre sus hijas, sus amigas, que la ayudaran y una de esas era yo. Yo tenía mi carrito y además, me encantó la idea de andar por ahí atendiendo al Conjunto Folclórico Cubano, y me puse en esa, a atender a los muchachos. Estaba muy pegada allá y estaba ese LP pegadísimo, acabando allá en la República Dominicana. Y todos los periodistas, deportistas y artistas cubanos que fueron a esos juegos, se trajeron ese disco para acá, para Cuba. Eso fue en el verano del 74. Luego, en noviembre de ese mismo año, se celebraron allá, se celebró allá el Festival Siete días con el pueblo. Era un Festival de canción política.

Amaury. ¿Pero quién organizó ese Festival?

Sonia. Ese Festival lo organizó la Central General de Trabajadores y los artistas que estábamos comprometidos en ese momento con la izquierda, con los trabajadores, que éramos, simpatizantes, pues, de todos esos movimientos, pasamos a formar parte del grupo gestor de  ese Festival.

Amaury. ¿Quiénes estaban de Santo Domingo, por ejemplo?

Sonia. Víctor Víctor.

Amaury. Claro.

Sonia. Tommy García.

Amaury. “La Culebra”.

Sonia. Claudio Cohen, yo, Carlos Francisco Elías, Soledad Álvarez. Porque era un grupo experimental de nueva canción, que no solamente trabajábamos canciones, sino que también hacíamos unos espectáculos que incluían imágenes y sonido. Hacíamos unos eventos de solidaridad y contenido político, es decir, un grupo…

Amaury. …Eso quiere decir que siendo tú una cantante muy popular y cantando baladas y canciones…

Sonia. …Me metí en un grupo…

Amaury. …Te metiste en un grupo de Nueva Canción, ¡vaya!

Sonia. De Nueva Canción, y no como la estrella naciente, sino como una más de ese grupo. Porque yo creía que yo, por el hecho de yo ser la baladista, la bolerista más importante del país, yo no tenía méritos para venir a privar de estrella, dentro de ese grupo, que lo que estaba era cantando otro tipo de canción.

Pero ya yo estaba interesada en participar en ese Movimiento de la Nueva Canción, en cantar otro tipo de canción. Mi país estaba muy convulsionado políticamente. Estábamos luchando por la libertad de los presos políticos, el regreso de los exiliados. Estábamos dentro de los doce años de Joaquín Balaguer, que fue una etapa donde hubo mucha represión política. Los partidos de izquierda estaban proscritos, y estábamos luchando. Yo estaba metida dentro de todo ese movimiento.

Amaury. ¿Y ya habían llegado las canciones cubanas, ya habían llegado las canciones…?

Sonia. Ya habíamos escuchado al Grupo de Experimentación…

Amaury. …Sonora del ICAIC.

Sonia. Pero antes habíamos escuchado a Mercedes Sosa, Joan Manuel Serrat, Armando Tejada Gómez, Quilapayún, LLuis Llach, todo lo que nos caía, Paco Ibáñez, es decir, que estábamos envueltos, totalmente metidos en lo que era la Canción Política, la Nueva Canción.

Amaury. Y organizan este Festival.

Sonia. Y allí llegan, invitados a ese Festival, Silvio Rodríguez y Noel Nicola. Los primeros artistas cubanos que llegan a la República Dominicana, después de no sé cuántos años. Y Silvio y Noel me llevaron una invitación a mí para que yo viniera a cantar aquí a Cuba.

Amaury. ¡Ah, caray!

Sonia. Del Consejo Nacional de Cultura, y ellos son los que me explican lo que había pasado, que yo en ese momento era la cantante más popular de Cuba, y yo, ¿cómo?, pero ¿cómo es posible?, yo no entendía.

Bueno, la cosa es que yo termino Siete días con el pueblo, y con esa invitación del Consejo Nacional de Cultura fui al Gobierno dominicano a solicitar un permiso para yo venir a…

Amaury. …Sí, porque había que pedir un permiso para poder salir, para poder venir aquí.

Sonia. Sí, porque si yo salía sin permiso, después no me dejaban entrar al país, me ponían impedimento de entrada. Y yo no quería que me pusieran impedimento de entrada. Entonces yo decidí, que yo iba a venir para acá, pero también, no solamente iba a cantar esas canciones que estaban pegadas aquí, sino que también iba a cantar lo que nosotros ya estábamos cantando en el grupo Nueva Forma. Entonces invité a Víctor Víctor a  venir conmigo.

Amaury. Esa fue la primera vez, en el Amadeo Roldán.

Sonia. Sí, para que Víctor Víctor con la guitarra me acompañara, y yo poder cantar también esas canciones que yo estaba cantando.

Entonces yo vine para acá, a principios de 1975, junto con Víctor Víctor e hice una gira de veinte y pico de conciertos, acompañada por Irakere.

Amaury. ¡Ah, no, pero es que la entrada fue a lo grande!

Sonia. Eso fue tremendo, y desde ahí, desde esa época hasta ahora, pues, amores con Cuba y con los que aman a Cuba.

Amaury. Pero en aquella época también te hicieron un documental,  porque yo recuerdo que…

Sonia. ¡Sí, cómo no!, tú sales en ese documental.

Amaury. En ese documental yo salgo, debo estar esquelético, como me gustaría estar ahora.

Sonia. (risas) Bellísimo, bellísimo, con tu melena, bien flaco. Todos estaban bien flacos, todos estábamos muy flacos, y muy lindos.

Amaury. Y grabaste un disco con canciones nuestras.

Sonia. Grabé un disco que se llamó La Nueva Canción, que era mitad Nueva Canción Dominicana y mitad Nueva Canción Cubana.

En ese momento también el ICAIC quiso hacer un documental conmigo, ¿no?, y lo dirigió Juan Carlos Tabío.

Amaury. Por eso digo, Irakere por un lado y Juan Carlos Tabío por el otro, vaya, eso estaba tremendo.

Sonia. Fue un de los primeros documentales que hizo el ICAIC dedicado a una artista, solamente para hablar. Para que ese artista hablara y se expresara. Lo hicimos y dura 25 minutos, hace poco lo recuperé digitalizado, ahí en el ICAIC, estoy feliz porque tengo mi CD con eso.

Amaury. Ah, ¿lo tienes?, a ver si un día me lo enseñas. Yo no me acuerdo mucho.

Sonia. Me lo llevé a Santo Domingo y no lo traje en este viaje, pero en el próximo viaje que haga lo voy a traer.

Amaury. Después hablamos.

Sonia. Pero si no le pedimos a Ayala que nos los vuelva a grabar y nos los den en el ICAIC.

Amaury. Nos den otro. Ahora, en un momento determinado tú te conviertes también en una promotora, casi como una especie de empresaria, porque no había dinero, casi para nada, en aquel momento.

Tú seguías siendo un éxito en Santo Domingo, muy exitosa, y estabas casada con Yaqui Núñez del Risco, un gran presentador de televisión.

Sonia. ¡Cómo no!

Amaury. Un gran productor.

Sonia. Sí.

Amaury. Y empezaste a invitar a artistas cubanos a ir a Santo Domingo.

Sonia. Empezamos a invitar a artistas cubanos.

Amaury.  Que nos quedábamos en tu casa.

Sonia. Sí, porque no había dinero para hotel. Tenían que quedarse en mi casa, pero mi casa era una casa grande, y era casi como un hotel, ¿no, mi casa?

Amaury. Era un hotel y ahí comíamos unas cosas…

Sonia. …Y uno de los bares más populares de la ciudad.

Amaury. (risas) Bueno.

Sonia. Y se comía muy rico, había una vieja que se llamaba Elba, ¿no sé si te recordarás de Elba?

Amaury. Claro, la recuerdo.

Sonia. Maravillosa.

Amaury. Y yo siempre le preguntaba que cómo le echaba el coco al arroz.

Sonia. Ah, porque ella hacía el arroz con aceite de coco.

Amaury. Con aceite de coco, yo le decía: écheme un poquito de coco rallado, entonces ella me echaba un poquito de coco.

Sonia. Era maravillosa.

Amaury. Tengo muchísimos recuerdos.

Sonia. Era la cocinera de mi casa.

Amaury. Estuvimos aquella vez con Miriam Ramos, y con Ahmed Barroso.

Sonia. Bueno, en mi casa vivió Pablo Milanés, en mi casa vivió Miriam Ramos, vivió Sara González, Ahmed Barroso. Tú llegaste a vivir en mi casa también.

Amaury. Yo también,  claro, la primera vez, fue en el 78.

Sonia. También vivió en mi casa Elena Burke.

Amaury. Ahora, ¿cuándo es el momento en que tú decides probar fortuna fuera de Santo Domingo y te vas a vivir a México?

Sonia. Bueno, no que yo decidiera probar fortuna ni nada de eso, no, no.

Amaury. ¿No?

Sonia. Para nada. Yo me divorcio de Yaqui Núñez, y siento, como Yaqui y yo éramos una pareja tan popular.

Amaury. Sí, claro, era una pareja televisiva.

Sonia. Sí, totalmente mediática, yo pensé que la única manera que tenía de romper definitivamente esa pareja, esa unión y que la gente dejara de estar pendiente de nosotros dos, era que yo me fuera de Santo Domingo.

Amaury. Ah, te fuiste por cuestiones de desamor.

Sonia. Mira, como te digo, pensé que la mejor manera de terminar aquello, era yo yéndome de Santo Domingo. Y decidí entonces irme para México, pero mi plan no era ir para México a hacerme una artista famosa ni nada de eso.

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