Santa Clara, 12 de Agosto. Verbena de la calle Gloria
Por Ovidio C Díaz Benítez
A partir del 14 de junio de 1689, cuando por auto firmado en La Habana por el Obispo Evelino de Compostela se denominó al sitio de Antón Díaz, con el nombre de Gloriosa Santa Clara, el que quedó para designar a la Villa, y ser esta Santa su patrona y abogada; con anterioridad ya había sido señalado por el Capitán General de la Isla, Antonio de Viana e Hinojosa. A la nueva villa también se le llamó: Cayo Nuevo, Los Dos Cayos (para designar a Santa Clara y Remedios), Villa Nueva de Santa Clara del Cayo, Pueblo Nuevo de Antonio Díaz; En las Actas Capitulares también encontramos la denominación de Villa Nueva de Santa Clara.
El 16 de agosto de 1695, se acordó en reunión del Cabildo bajo el mandato del Alcalde Ordinario, Capitán Juan Sarduy y el resto de las autoridades, celebrar los 12 de agosto la fiesta a la Gloriosa Virgen de Santa Clara de Asís. Esto se realizó de manera oficial, y después de haber recibido una imagen de la virgen. Además para darle al dictamen toda la seriedad y oficialidad requerida, se le hizo saber al señor cura y vicario Don Diego Rubí de Celis para que dicho testimonio se consignara en el Archivo Eclesiástico de la Villa.
En los primeros años, las celebraciones se realizaron según los escasos recursos de los pobladores y el gobierno de la nueva villa. Con el objetivo de garantizar la asistencia de los habitantes a las solemnidades, el Cabildo las anunciaba con antelación, mediante bandos, así las familias que se encontraban en los campos se incorporaban sin tropiezos a tan importante acontecimiento. Era de tanto rigor la presencia e incorporación a las festividades, que ausentarse o no participar en ellas era penado con el pago de cuatro ducados (moneda española que circulaba en aquella época) y hasta cuatro días de cárcel. Los vecinos más distantes concurrían y permanecían durante todo el día entregados a los más diversos juegos y divertimentos. En la noche, la Villa, se mantenía iluminada hasta las doce en que se daba por terminado el jolgorio.
Estas fiestas se sucedieron durante todo el período colonial y neocolonial, aunque no de manera sistemática, e incluso en ocasiones, no llegaron a ser grandes fiestas. Del período republicano existe material fotográfico que evidencia la celebración de las fiestas en el Cuerpo de Bomberos de nuestra ciudad –- Santa Clara de Asís es la protectora de los Bomberos -- .
Cerca del 12 de agosto los vecinos de la Calle La Gloria apoyaban a los bomberos en las labores de limpieza y acondicionamiento del lugar; colocaban plantas ornamentales y banderolas de diversos colores, situaban sillas de tijeras a ambos lados de la calle, para disfrutar del colorido y ver pasar la procesión, que partía de la capilla del Cuartel de Bomberos después de celebrada la misa.
La imagen de nuestra patrona era llevada sobre los hombros de los bomberos hasta el término de la calle, y cerca del río Cubanicay se situaba en un altar provisional, construido especialmente para la Santa Patrona; allí permanecía hasta la media noche en que era devuelta a su sitio original en la Capilla del Cuartel. La Banda de Música asumía el acompañamiento musical de principio a fin de las acciones, unido a su función de escoltar a la venerada virgen.
Desde su nacimiento, El Cuerpo de Bomberos, contó en su local con un espacio reservado para la Santa Patrona y Protectora, ésta había sido adquirida en Barcelona y donada por el Señor Antonio Tenorio Pichardo.
Al triunfo de la revolución la imagen de Santa Clara de Asís fue entregada a la Iglesia.
La Verbena de la Calle Gloria estuvo ausente durante casi tres décadas. No es hasta 1989, por las conmemoraciones del 300 aniversario de la fundación de la Villa que se revitaliza esta tradición; aunque es justo señalar que en los años precedentes hubo esfuerzos palpables y reconocibles de directivos del Ministerio de Cultura y vecinos de la localidad que no dejaron caer en el olvido ni en la ausencia el 12 de agosto en la actual calle Leoncio Vidal, que sigue siendo por tradición la Calle Gloria.
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