«Con 2 que se quieran» Zenaida Castro Romeu (Parte I)
“Mi vida cambió cuando aprendí el lenguaje de las manos”
Amaury. Muy buenas noches, estamos en Con 2 que se quieran. Ahora, aquí en 5ª y 32, en Miramar, en los maravillosos Estudios Abdala. Hoy nos acompaña una de las mujeres más bellas que tiene la música cubana. Que ha tenido y que tiene. Hoy, además, vino con pantalones, por tanto no puede presumir de sus piernas, pero ustedes la conocen bien. Yo la respeto, la admiro, la quiero, es una preciosa persona y una gran amiga, Zenaida Romeu.
Zenaida. Bueno, qué linda presentación, Amaury, pero no estoy de acuerdo contigo.
Amaury. A ver, ¿por qué?
Zenaida. Porque yo creo que la persona más linda era mi mamá, fue mi mamá. Zenaida Romeu, madre.
Amaury. Es cierto, es cierto que era muy linda.
Zenaida. Pero yo soy Zenaida Castro Romeu
Amaury. Ya sé, pero como a veces te anuncian como Zenaida Castro Romeu y la Camerata Romeu. Ahora hablamos de eso, pero vamos a empezar entonces hablando de tu mamá.
Zenaida. Anja.
Amaury. Hablemos de ella. Pero empecemos por esa anécdota, que yo, hurgando en todos los rincones para hacer la entrevista, me encontré cuando tu mamá daba clases de piano, le daba clases hasta a Chucho. Y tú te paraste así y le dijiste, ¿cómo fue?
Zenaida. No, pero cuando eso yo tenía cinco años y Chucho también era chiquitico.
Amaury. Está bien, a esa edad se empieza, a ver, ¿cómo fue?
Zenaida. Es que mami siempre estuvo, además de ser pianista acompañante, repertorista, que tocaba de todo, de todos los géneros porque tocó también con la Filarmónica dirigiendo Roig (Gonzalo), conciertos de Mendelssohn. Ella también se había dedicado a la pedagogía toda su vida. Y, claro, tenía un Conservatorio que se llamaba Conservatorio Romeu, en Concordia 410, que fue el lugar donde yo nací. Y parece que yo veía a muchos niños que iban allí y, no lo recuerdo, pero la anécdota que ella cuenta es que me puse las manitos en jarras y le dije: ¡conque dándole clases de piano a todo el mundo y a su hija no! Parece que yo tenía bastantes leyes a esa edad.
Amaury. Tú siempre has sido una mujer de carácter enérgico.
Zenaida. Parece (risas) y ella pensaba que era mejor esperar a los siete años. Pero bueno, ya ante aquel reclamo mío, pues, empezó a darme clases.
Amaury. Háblame de tus padres. Quiero decir, sé amplia en eso, háblame de Zenaida Romeu…
Zenaida. Ellos tienen una historia muy bonita. Ya mi mamá era una mujer reconocida. Mi mamá había tenido dos hijos, ya grandes, de dos matrimonios anteriores y mi papá era un hombre que había colgado los hábitos a los 33 años. Cuando se conocen, mi papá tenía 37 años, o 38 yo creo, no sé exactamente porque no habló mucho de su vida anterior, pero sí sé que colgó los hábitos por convicción, no porque dejara de tener fe católica a los 33 años, él era Jesuita, o fue. Y además mi papá era un hombre cultísimo. Mi papá sabía muchísimo de Fisiología, de Historia…
Amaury. …Es que era sacerdote, claro…
Zenaida. …De Geografía, de Música, de Física, de Química, de Derecho Romano, cualquier cosa. Tú le decías ¿qué quiere decir esta palabra? y te la declinaba… era un hombre sencillamente culto y eso fue… bueno esa cita, la primera cita fue para mi mamá algo que…
Amaury. …Se deslumbró.
Zenaida. Se deslumbró y bueno, se casaron y nací yo. Yo fui la hija de la vejez de mi mamá, ya ella tenía un hijo que tenía 19 años, y el otro tenía 16, Armandito Zequeira.
Amaury. Sí, claro, claro, Armandito Zequeira, después hay que hablar de esa dinastía.
Zenaida. Gabriel y Armandito Zequeira. Así que yo nací ya cuando ella ni siquiera lo pensaba, a los 42 años me tuvo a mí. Así que yo soy Castro Romeu, que la gente siempre me pregunta.
Amaury. Claro. Yo lo sé. Pero en algún momento, al principio de tu carrera pública, la gente decía Zenaida Romeu, no decían Zenaida Castro Romeu.
Zenaida. Al principio me decían Zenaida Romeu, y yo decía: ¡Castro Romeu!, mi padre, yo siempre decía, mi padre.
Amaury. Claro, claro.
Zenaida. Mi padre es importante en mi familia.
Amaury. Yo pensé que tú lo hacías como un homenaje a la dinastía musical Romeu.
Zenaida. Eso fue después, eso fue después, muchos años después, cuando se funda la Camerata, fue cuando llego a la entrevista a casa de Heriberto de Haro.
Amaury. El diseñador.
Zenaida. Sí, el padre, el gran diseñador cubano, empieza a jugar con el logotipo que ya había hecho otro diseñador y que no le cabía Zenaida Castro Romeu, Camerata Romeu, hay una incongruencia aquí. Vamos a quitar el Castro. Y yo le decía, ¡no!, mi papá, ¡qué va! Yo no quería y le decía, bueno, pon C punto. Y él, ¿pero qué es eso Zenaida Caridad, Zenaida Carmen?
Amaury. Claro, claro.
Zenaida. ¿Esa C qué significa?, no tiene información musical. Y entonces después de mucho, decía: bueno, mi papacito, donde quiera que esté en el cielo, pues me va a perdonar y va a comprender.
Amaury. Seguro que lo perdonó.
Zenaida. Por eso ya se quedó Zenaida Romeu. Y ahora al cabo de tanto tiempo, la gente me volvió a poner Zenaida Castro Romeu. Así que…
Amaury. Lo que pasa es que en el ambiente se te dice Zenaidita. Ahora, hablemos de la dinastía. Porque la dinastía de tu familia lleva cien años formando parte de la música cubana. Yo no creo que exista otra dinastía musical como la Romeu, es una cosa…
Zenaida. Bueno, déjame decirte, que Victoria Elí, que hizo la Voz Romeu de la Enciclopedia de música y músicos de Ibero América, me dijo que la voz más grande de ese diccionario que tiene 12 tomos, parece una enciclopedia británica…
Amaury. Sí, sí, la conozco.
Zenaida. …es la voz Romeu, así que eso es muy bonito, porque ahí hay directores de orquesta…
Amaury. …¿Dónde empieza?
Zenaida. Empieza con Antonio María Romeu con mi tío abuelo, que como sabes, tenía una orquesta de danzones que fue muy famosa. Y él fue un hombre novedoso, porque él introdujo los solos de piano por primera vez en la música cubana y además, algunos de ellos son un modelo, como es el caso de Tres lindas cubanas, ese modelo de improvisación, el final es increíble. Así que él marcó una manera de tocar, un estilo, incluso lo que hizo Barry White muchísimos años después de poner la 5ta de Beethoven con onda disco, ¿no?
Amaury. Sí.
Zenaida. Él lo hizo con los danzones, tocaba tonadas que eran famosas, nombres de áreas de óperas, los ponía en los danzones. De alguna manera era como una globalización. Era bastante rompedor y cronista.
Eran cinco hermanos, pero dos fueron músicos; él y mi abuelo. Mi abuelo Armando era director de orquesta, era pedagogo, tocaba todos los instrumentos de la banda. Tocaba el piano, se dedicó realmente a la banda.
Amaury. Sí, sí.
Zenaida. Mira como sonaba la banda esa, incluso hasta ocho contrabajos. Fue el director de la Orquesta de Tropicana. Fue un hombre genial.
Amaury. Todos los músicos que estuvieron en esa orquesta recuerdan a Armando como el padre del jazz en este país. Es una referencia absolutamente obligada.
Zenaida. Yo creo que sí y además, fíjate que en la Orquesta de Tropicana, cuando venían las megas estrellas esas…
Amaury. Sí, Nat King Cole, Edith Piaf…
Zenaida. Tenían que tener aquí una orquesta aquí igual que la que tenían allá porque si hubiera sido una orquesta como la orquesta de los Yo-Yos, efectivamente que esos super espectáculos no…
Amaury. …Sí, no hubieran venido.
Zenaida. No iban…
Amaury. Carmen Miranda, toda esa gente que venía.
Zenaida. Exactamente.
Amaury. Pero bueno, ahí viene Mario, ¿no?
Zenaida. Ahí viene Mario. Bueno, Mario era un niño prodigio, tú sabes que a los 11 años hizo una gira por todos los Estados Unidos como un niño prodigio y él era como el genio de la familia. Un hombre de una sensibilidad exquisita, y un pianísmo envidiable. Todos los pianistas de Cuba, conocen exactamente la talla de él como pianista, pero se dedicó…, más bien tuvo miedo escénico, realmente.
Amaury. Toda la vida tuvo miedo escénico.
Zenaida. Y se dedicó lo mismo a acompañar a Esther Borja que a hacer…
Amaury. …La música de La Bella del Alambra.
Zenaida. Ah, esa.
Amaury. La película, la música de La bella del Alambra, que es preciosa.
Zenaida. Sí, completa y además, es un hombre tremendo, tremendo. Él hizo una labor también con la orquesta del ICRT grande.
Amaury. Tú me dijiste que lo habías visto…
Zenaida. …Hace poquito. Sí, fue a un concierto de la Camerata, pero llegó con tiempo suficiente como para que tocara y las muchachas de la Camerata escucharan su sonido inigualable. Sabes que pianistas hay muchos y buenos, pero el sonido particular, el timbre de una persona cuando se sienta en el piano, tú puedes cerrar los ojos y decir: ese es Mario Romeu, es una cosa que viene con él. Cuando él pone la mano sobre un piano, suena diferente, suena a Mario.
Amaury. Esa es la parte que no tiene que ver con el estudio.
Zenaida. La técnica se puede aprender, pero ese extra que es la magia que tiene cada individuo, lo que trae, lo que aporta cada individuo cuando nace, eso viene con él.
Amaury. ¿Por qué se te ocurrió, yo no lo sabía, por supuesto, estudiar arquitectura?
Zenaida. ¡Ah!, es que a mí me gusta el diseño, a mí me gustan muchísimas cosas. No, yo quería estudiar Psicología. Bueno, realmente yo hice mi Bachillerato en el Pre del Vedado y lo hice con todas las de la ley, era un Bachillerato de Ciencias y Letras. Y todavía agradezco el nivel de esa formación.
Amaury. Y ¿tú eras buena estudiante?
Zenaida. Era buena estudiante.
Amaury. Aplicada.
Zenaida. Finalista, siempre finalista.
Amaury. Las personas inteligentes siempre son finalistas.
Zenaida. Pero realmente aplicada.
Amaury. Me van a matar por eso.
Zenaida. Tengo muy buenas referencias de ese momento. Pero tú sabes que el nivel de raciocinio que te da de todas maneras tener un cuerpo de conocimientos como el que te da un buen Bachillerato siempre te hace falta para cualquier destino final que sea tu vida.
Amaury. Me alegro mucho de encontrarme a alguien a quien le sirva el Bachillerato para algo.
Zenaida. Sí, sí, cómo que no.
Amaury. Queríamos tener el pelo largo.
Zenaida. Anjá, y la saya corta que nos la subíamos y no nos dejaban poner la saya corta y nos poníamos un cinto ancho y después la bajábamos en el Pre y la volvíamos a subir. Aquello era un desastre.
Amaury. A ver, ¿en el 67 te gradúas de nivel qué?
Zenaida. En el 67 me gradué de profesora de Teoría y Solfeo en el Conservatorio Internacional, que hoy en día es el Saumell.
Amaury. ¿Y cuándo entras en la ENA?
Zenaida. Mucho tiempo después, uf, ya te digo.
Amaury. Tiempo después ¿cuánto?
Zenaida. Había dado clases de piano con mi mamá, tenía ese título, pero no había entrado en el sistema nacional de educación. Cuando yo termino el Pre es que yo digo: eh, ¿qué tú haces en la escuela de Psicología? A ti no te gusta la arquitectura, a ti te gusta otra cosa. Mira, hazme el favor, coge el trillo.
Amaury. Coge el trillo familiar.
Zenaida. Sí, entonces me presenté a oposición en el Amadeo Roldán. Y me hicieron unas pruebas de primer grado, de segundo, de tercero, séptimo, octavo y entonces me pusieron en nivel medio. Y estudiaba piano, pero Aida Teseiro que es un personaje de la música, profesora de solfeo, me dijo que ella quería que yo fuera alumna ayudante, quería que yo diera clases, como yo tenía ya un título de profesora de solfeo y teoría, quería que yo diera clases de apreciación musical, de solfeo y de teoría. Y me hizo hacer las dos carreras, la teórica y el piano en el Amadeo Roldán.
Amaury. ¿Pero qué edad tú tenías cuando todo eso pasó?
Zenaida. Bueno, tenía ya 21.
Amaury. Una niña.
Zenaida. Sí.
Amaury. Sí, una niña, con 20 años, con 21, eres una niña.
Zenaida. En ese tiempito que estuve en el Amadeo Roldán ya me enamoré y me casé. Me casé con un músico.
Amaury. Sí, claro.
Zenaida. Que es percusionista y ya estando casada, estudiando música, es que paso a la ENA.
Amaury. A principios de los 70, más o menos.
Zenaida. Paso a la ENA para poder dar clases por la tarde en Caturla como alumna-ayudante. Y ese paso fue definitorio, porque realmente encontré un tremendo amor. Y el amor fue que en el currículum había que ir al coro y ese coro estaba atendido por una gran, grandísima, excelente profesora húngara, que a la sazón daba clases en Cuba que es Agnes Kralovsky. Esa señora es la formadora de base de Méndez, de María Felicia, de Alina Orraca, de toda la gente que realmente…
Amaury. …De las grandes directoras de Coro.
Zenaida. Ella, realmente era profesora de la ENA cuando no existía el ISA. Yo sentí la música de verdad, de verdad, cantando en el coro, fue algo mágico para mí, algo que me cambió mi vida.
Y además en ese momento estaba Frank Fernández con Alina, estaban ya casados, y compartiendo una mesa, mi esposo, Luis Antonio Barrera, Alina, Frank y yo, Frank me dijo: ¿Por qué no te cambias a dirección de coros? Entonces, cuando llegamos, eso fue en diciembre, en enero hablé con la profesora, y ella me dijo: Sí, encantada, y cuando se terminaron los exámenes, de febrero a junio, hice el año completo. Y realmente ahí fue donde cambió mi vida, porque aprendí el lenguaje de las manos. Cómo eso que yo tenía dentro podía trasmitirlo y encontrar un nuevo camino de comunicación de la música, que es visual y es silencioso.
Amaury. Sí, a ver, antes de continuar, ya preguntas mías. Tú tienes unas manos muy bonitas y unas manos muy expresivas.
Zenaida. ¡No!, son manos de trabajo.
Amaury. Para mí sí, es que ese es el problema.
Zenaida. Es como la canción de Pablo, “tus manos no son hermosas”
Amaury. No, no, pero no es el caso. Además las manos de Zoe, a la que le hicieron la canción, también me encantan. Es un asunto de cada cual. Y tú tienes unas manos muy expresivas. Vamos entonces a quedarnos ahí, en ese punto medio. Para ti son feas, para mí son bonitas, digamos que son unas manos efectivas. ¿Por qué hay que usar una batuta para dirigir un coro?
Zenaida. Más bien cuando se usa con orquesta y coro se usa la batuta.
Amaury. Orquesta y coro, exactamente.
Zenaida. Pero realmente eso es una derivación del batón, que todavía se usa en el ballet para llevar el tiempo. Así se usaba en el barroco. Los griegos usaban zapatos de hierro sobre el podio para llevar el tiempo.
Amaury. A mí me parece tan bonito.
Zenaida. Y después eso se fue derivando, buscando soluciones a cómo llevar el tiempo.
Amaury. Bueno, pero tú también eres directora de orquesta ¿para qué la batuta? Leo, por ejemplo, Leo Brower, no usa batuta.
Zenaida. No, no hay que usar, a veces sí. Cuando hay precisiones, hace falta, además hay una economía de medios tremendo, es la prolongación del brazo, hay un mayor trazo, hablando físicamente, ¿no? Si tú haces solamente un gesto con una falange, se amplía en la batuta. O sea, para tener un gesto de este tamaño, (hace gesto con la mano) tienes que mover el brazo así, pero para tenerlo en la punta de la batuta, solo haces así (explica el movimiento). Hay una economía de medios también.
Amaury. Pero una orquesta, por ejemplo, a mí me decía mi esposa, que no es músico, como tú sabes, pero que tiene una sensibilidad para la música, ella me decía: A mí me gustan los directores que no dirigen con batuta porque me están enseñando la partitura, entra fulano, entra mengano, es como una magia, como una cosa danzaría y, tú tienes esa posibilidad…
Zenaida. Es que en realidad, incluso, muchos directores tienen eso como una opción para los aires lentos, donde hay que cantar más la música que moverla, tocarla, ¿no?, estirarla o moldearla (hace gestos de dirección de orquesta) entonces se usa mucho más.
Amaury. Ya, ya.
Zenaida. Pero, por ejemplo, en el coro es imprescindible, porque muchas veces, por ejemplo, si tú dices una palabra en alemán y la haces con los dedos, incluso un señalamiento para esa consonante, sería un desastre si no tuvieras una señal precisa y se usan los dedos muchas veces.
Amaury. ¿Por qué las directoras de coro le cantan al coro, aunque estén de espaldas al público?
Zenaida. Les cantan justamente porque la respiración viene, por ejemplo, si tú dices: Cum Sanctis Cum tienes la posición, estás controlando también la posición de la respiración, estás pidiendo que respiren con la vocal, con la posición del canto, porque tú no puedes respirar y después colocar. No hay tiempo, ya el sonido suena mal, puede quedar bajo, entonces tú preparas las voces, la psicología, porque hay muchas partes móviles en la garganta. Y de alguna manera necesitas ganar tiempo con la posición, entonces les recuerdas la vocal. Hay un montón de información en la preparación de los directores, tanto de coros como de orquestas.
Amaury. Estoy aprendiendo cantidad. Ahora mismo tú me estás dando clases a mí.
Zenaida. Porque mira, en esa misma preparación está el tiempo, la dinámica, el color, el carácter, el timbre, la velocidad y es un solo gesto y que debe ser una verdad para cien, doscientas personas.
Amaury. Ya, ¿por qué se malogró el Coro Cohesión?
Zenaida. Ah, pregunta.
Amaury. ¿Por qué se malogró?
Zenaida. La rueda de la historia se puede decir. Cuando yo termino mi carrera de Dirección Coral, no había terminado Dirección de Orquesta, o sea, llevaba las dos carreras juntas en el ISA, que como tú sabes, fui la primera en llevar dos carreras, tremendo lío legalmente para poder hacerlo.
Amaury. Sí, porque hubo que violentar las leyes de la escuela y todo eso.
Zenaida. Sí, porque era la primera vez que se daba en el ministerio de Enseñanza Superior. Pero bueno, el caso es que ya ha pasado el tiempo, termino mi carrera, y yo digo: bueno, tengo dos títulos, pero yo no quiero que me inviten una vez o dos veces al año para dirigir, esto hay que entrenarlo todos los días, como los bailarines, que tienen que ir todos los días al tabloncillo y hacer s, y el órgano que no se usa se atrofia. Así que lo que tenía a mano era un coro, vamos a formar un coro y formé un coro con los estudiantes del ISA que eran geniales, eran estudiantes realmente avezados. Estaba Moisés Duménico, estaba Élsida González Portal, estaba Gema Corredera, estaba Cary Diez, estaban…
1 comentario
Ricardo González -