Un sexto sentido para la buena música
Hay voces que estremecen almas y paralizan el tiempo. Voces seductoras, melódicas, glamorosas y delirantes que con solo un vestigio de su música atraparían al más indiferente. Voces que anulan toda capacidad sensorial y solo dejan espacio para un Sexto Sentido.
En el panorama musical cubano resaltan cuatro muchachas con este talento. Seres tan armónicos que sobre el escenario parecieran uno. Eliene Castillo, Yudelkis Lafuente, Wendy Vizcaíno y Arlety Valdés, integrantes del grupo Sexto Sentido, suscitan algo más que inefables emociones. Creadoras de uno de los importantes trabajos vocales en Cuba en las últimas tres décadas, como señalara Chucho Valdés.
La versatilidad lograda por este cuarteto vocal femenino le ha permitido conquistar la simpatía de su pueblo, y además, el aplauso en algunos de los más destacados escenarios europeos.
El Conservatorio Manuel Saumell (M.S) fue el primer nido de vida de cuatro muchachas que jugaban con sus voces y traían una propuesta diferente al escenario de la música cubana, ¿cómo surge y se consolida Sexto Sentido?
Eliene: A los 8 años entramos en el Conservatorio MS, y allí nos conocimos. Desde muy jóvenes tuvimos las mismas inquietudes y gustos musicales, lo que nos llevó a trabajar juntas en varias actividades. Empezamos a hacer voces casi por casualidad: éramos cuatro amigas que solían cantar juntas y así formamos un grupo vocal. Fue todo muy espontáneo y natural, hasta que un día supimos que el proyecto había madurado y nos lo tomamos en serio.
Yudelkis: Los inicios vienen desde las presentaciones en la escuela Manuel Saumell. Pero la primera actuación oficial del grupo fue en junio de 1997 y ese fue el principio de nuestra vida profesional, aunque aun éramos estudiantes. Después de esa primera presentación vinieron muchas, en escenarios como el Camilo Cienfuegos, Café Cantante y en Alamar. En los inicios, nos abrigábamos en el movimiento de hip hop cubano porque era lo más cercano a nuestra principal tendencia de aquel momento, que era el Rhythms and Blues (R&B).
Bossa Cubana compila temas de grandes músicos como Paul McCartney, Stevie Wonder, y contó además con la colaboración de excelentes artistas cubanos. ¿Qué aportó este primer fonográfico para los siguientes proyectos de Sexto Sentido?
Yudelkis: Antes habíamos tenido la oportunidad de colaborar con otros intérpretes en sus discos, sobre todo en trabajo vocal o de coro, pero Bossa Cubana significó la primera obra de Sexto Sentido por sí mismo. Cada uno de sus temas aportó muchísimo al crecimiento del grupo, e incluso algunos de ellos se mantienen en nuestro repertorio, como Come together, Ipanema, entre otros. Con este disco aprendimos muchísimo sobre nuestras voces, y cómo lograr la armonía del grupo.
El cuarteto ha tenido notables influencias de la música norteamericana y en su repertorio sobresalen los temas en inglés ¿Consideran esto un boleto de entrada fácil al mercado de música internacional?
Yudelkis: Contamos con la facilidad de trabajar en varios idiomas, pero esto no es garantía para entrar en un mercado tan fuerte. Todavía debemos trabajar mucho para abrirnos al público internacional. Para ello no solo influye la lengua en que cantamos, sino también la promoción que se le brinde al grupo y el trabajo de las disqueras.
Arlety: Las disqueras a veces vienen a los artistas, con propósitos específicos. Así fue el caso de nuestro primer disco, donde trabajamos con un productor ruso, quien quería un disco trilingüe, español, inglés y portugués, para lograr un mayor alcance internacional. Incluso no se licenció en Cuba, algo que nos hubiese gustado y no pudo ser. El segundo fue una producción con el sello Colibrí. Queríamos grabar con una disquera cubana, completamente en español y donde prevaleciera el género feeling. Este tercer disco lo queríamos hacer desde los comienzos, y tuvimos la oportunidad de realizarlo ahora. Tiene mucha influencia del género R&B y es bilingüe.
Yudelkis: Pienso que con nosotras ha faltado mucho trabajo por parte de las instituciones. Nos ha resultado muy difícil mostrar nuestro trabajo. Creo que debería existir en las disqueras una especie de departamento que se dedique a investigar la situación de los artistas, las agrupaciones y sus proyectos. Si hubiéramos tenido por parte de alguna institución, la atención que hemos recibido de Chucho Valdés, El Greco o Marta Valdés, quizás no hubiésemos afrontado tantos obstáculos.
Es cierto que necesitamos una mejor promoción. De un grupo cubano siempre se espera la salsa, el son u otros géneros típicos de nuestra música, y ellos no son los predominantes en nuestro trabajo. La música cubana está presente en nuestro repertorio, pero no funciona como hilo conductor de todo lo que hacemos. Esto dificulta un poco la aceptación del conjunto.
Arlety: Es lógico que el público cubano espere que un grupo nacional cante en español. Pero, hay que recordar que nuestras mayores influencias son de un género norteamericano como el R&B, sin dejar atrás el Jazz, la Bossa Nova, y algunos típicos cubanos. La idea de cantar en inglés o en otros idiomas no es la de imitar, sino la de enriquecer nuestro trabajo.
En Cuba, se les ha reprochado que la mayoría de su música es en inglés ¿constituye el tema Guajiro una prueba de que Sexto Sentido sabe hacer la más pura música cubana?
Arlety: Sí, aunque no fue hecho con esa intención. El público cubano suele pensar que no explotamos géneros típicos, alejándonos de nuestra propia cultura, y no es así. El pueblo se queda solamente con lo que ve en televisión, y esa es solo una pequeña parte de lo que hacemos. En nuestras presentaciones en vivo sí solemos cantar canciones de Marta Valdés, César Portillo de la Luz, Silvio Rodríguez. Podemos hacer sones, guarachas e incluso tocar instrumentos de percusión menor como clave, güiro o maracas. Esta parte de nuestro trabajo no ha sido muy difundida, y por eso a veces nos encasillan en los temas en inglés. Guajiro tuvo éxito porque es una canción muy pegajosa y por el video tan atractivo que hizo Alejandro Pérez.
La separación de Melvis Santa debió ser un momento tenso para la agrupación, ¿por qué se produce esta ruptura?
Yudelkis: Teníamos diferencias en nuestros intereses y el cambio nos sirvió para seguir con más fuerza. La ruptura llegó en un buen momento. Ya teníamos un disco grabado y recién habíamos conformado nuestra última producción. Este proyecto requirió mucho esfuerzo, por lo que necesitábamos estar más unidas que nunca.
Luego se incorporó Wendy al grupo, que ya había trabajado una vez con nosotras haciendo una suplencia. Ella es una muchacha muy talentosa, y tiene mucho que ver con el resto de las integrantes de Sexto Sentido, tanto en el aspecto musical como en el personal. El cambio nos hizo ensayar y trabajar muchísimo, pero no creo que haya provocado un obstáculo en nuestra carrera. Al contrario, su energía nos vino bien.
¿El cambio de dirección significa un punto de giro en la agrupación?
Arlety: No, no. Ese fue otro de los cambios que quisimos hacer en la carrera de la agrupación y ha resultado algo muy acertado para equiparar el trabajo y la organización entre nosotras. Yo decido alejarme de la dirección y Yudelkis asumió este rol.
La carrera de un artista oscila entre triunfos y fracasos, detractores y defensores ¿cómo ha sido el recorrido de la agrupación?
Eliene: Bueno, esa es una pregunta muy interesante. En general estamos muy satisfechas con nuestra carrera. En este 2011 cumplimos 14 años de formado el grupo y, a pesar de ser tan jóvenes, muchas personalidades nos tienen como parte importante ya de la historia musical cubana, y en los cuartetos vocales cubanos. Con esa síntesis nos vale para seguir trabajando fuerte y sentirnos bien como artistas. Nuestro sacrificio ha valido la pena. Pero, si te dijera que en una carrera musical de 14 años, de 4 muchachas juntas desde tan pequeñas, no ha habido momentos malos, te diría mentiras. Esos son gajes del oficio y es la vida. Tienen que existir cosas malas y buenas. Pero en general, nuestra carrera ha sido muy positiva.
Yudelkis: Los fracasos se los debemos a las herramientas que necesita un artista para crecer más. Hablo del apoyo de una institución determinada, no tener una disquera que apueste por ti, no tener el dinero para hacer un video clip o un disco y la dificultad de llegar a los medios. Ese tipo de herramientas han sido nuestras detractoras en sí. Con Guajiro comprobamos la importancia del video clip, porque la promoción es mayor. Hemos estado muy desanimadas y deprimidas por esas razones. Por tener los deseos de hacer cosas y no poder.
Malas experiencias…
Yudelkis: En el escenario nos ha pasado de todo: una se ha caído, a la otra se le ha partido un zapato, un tacón se ha trabado, la música no ha salido, el disco se ha rayado. Todo eso. Estamos curadas de espanto. Hubo una etapa donde Eliene se quedó 21 días sin voz y tuvo que salir a escena a doblar, a hacerse la que cantaba y nosotras salíamos a cantar por ella. También con Melvis nos pasó que un día llegó tan tarde que tuvimos que comenzar a cantar nosotras tres solas.
Arlety: Eso siempre será lo peor de todo: que una falte y salgan las otras a dar la cara por ella.
Eliene: Hemos pasado tanto que ya tenemos un poquito de intuición y como llevamos tanto tiempo juntas ya sabemos cómo resolverlo. En Montreux, ciudad de Suiza, donde se realizan uno de los festivales de Jazz más importantes del mundo, fuimos a cantar el tema Guajiro y estuvimos esperando como 15 minutos en una posición fija porque la música no comenzaba. Imagínate en ese escenario internacional que supuestamente todo es súper profesional, luces, audio, todo es perfecto. Jamás imaginamos que eso fuera a suceder. Allí la intuición nos falló. Y todas pensábamos: na’ ahora viene la música, ahora sí viene y no venía, eso era increíble.
Yudelkis: Tuvimos que hablar, dirigirnos al público. Y comenzaron a reírse en masa, porque era una cosa muy graciosa. Nadie se imaginaba que en un escenario tan grande y famoso, de gente de etiqueta y traje súper finos, esto fuera a pasar. Al final, eso nos relajó. La proyección escénica aparenta ser más que un fiel acompañante de la delirante música de la agrupación…
Yudelkis: Siempre le hemos dado mucha importancia a eso. La imagen que las personas van a ver debe tener relación con lo que van a escuchar. Y ello lo hemos aprendido viendo, asistiendo a conciertos fuera del país, con proyectos pequeños, pero que son muy buenos porque tienen todo entrelazado. Lo mismo la imagen, la música que la forma de proyectarse del artista. Y sí, nosotros tenemos ese patrón en Sexto Sentido. No solamente hacer que nos escuchen, sino que vean una imagen bonita y que tenga relación con lo que hacemos.
¿Cómo definirían el estilo de Sexto Sentido?
Arlety: La carrera nos ha obligado con el tiempo a no encasillarnos en un solo estilo, tenemos una influencia muy marcada, pero en realidad fusionamos muchos géneros. La palabra fusión no nos gusta, pero esta es una época de fusionar y nosotras no estamos al margen.
Yudelkis: Para definir a Sexto Sentido, me gustaría utilizar la palabra “clase”, algo así como glamour, empleada por un periodista norteamericano, quien desde mi punto de vista nos caló muy bien. Son las palabras que me gustaría se utilizaran para identificarnos.
Perfil:
Sexto Sentido es un cuarteto vocal femenino conformado por las cantantes cubanas Eliene Castillo, Yudelkis Lafuente, Wendy Vizcaíno y Arlety Valdés. La agrupación surgió en 1997 en el Conservatorio de Música Manuel Saumel de La Habana. Reconocidas por su gran versatilidad y su armonización vocal, estas jóvenes han obtenido galardones como el premio JoJazz (2001), el Cubadisco (2007) en la categoría de Cancionística y el Lucas 2010 de su fusión. Su discografía consta de 3 álbumes Bossa Cubana (Elephant Records, 2004), Mi feeling (Producciones Colibrí, 2007) y el recién terminado My way. El talento artístico de Sexto Sentido ha recorrido numerosos escenarios europeos y acompañado a grandes artistas como Chucho Valdés, Silvio Rodríguez, Pablo Milanes, el francés Michel Legrand y el grupo estadounidense Steve Coleman & Five Elements.
(Con información de Cubasi)
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