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soyquiensoy (Ricardo R. González)

Apego a la tierra

Apego a la tierra

«Si de producciones se trata la palabra precisa es la de diversificar. Que no se convierta solo en un programa de viandas y hortalizas, sino que incorpore diferentes módulos pecuarios y la aspiración de cumplir con 12 mil 500 q de tabaco este año», subrayan Amado Pérez Colina, delegado de la Agricultura y José Luis Valladares Santana, presidente de la ANAP en ese territorio, respectivamente.

 A un año de constituido el Movimiento político productivo 90 X 90 en Camajuaní algunos integrantes y testigos ofrecen sus vivencias de este regalo permanente a Fidel que ha cambiado el sentido de sus vidas.

Por Ricardo R. González

Fotos: Pablo García

Esta historia no inicia con el clásico Había una vez ni transcurre adornada por la fantasía. Es real, y tiene mucho de sol, de sudar la camisa, de contratiempos que llevan a la búsqueda de soluciones o de inconvenientes llamados a resolverse en el camino. Que lo diga Abimael Léon González, integrante de la CCS Antonio Briones Montoto, radicada en Aguada de Moya, un punto camajuanense insertado al Movimiento político productivo 90 X 90.

De sus 46 años lleva 27 ligados a la Agricultura, aunque llegó a graduarse de música y de Economía. Pudiera decirse que cambió la percusión y los números para vestirse de guajiro. Ahora resulta un alto productor que entregó 130 q de tabaco al Estado entre las 200 mil posturas sembradas en el pasado año, y más de 3 mil q de viandas, granos y hortalizas dentro de variados renglones como pepino, yuca, plátanos, maíz y frijoles.

Abimael Léon González tiene que trabajar con gafas oscuras. De percusionista y economista pasó a ser campesino, y su reto es sembrar 400 mil o 500 mil posturas de tabaco con un promedio en el año superior a los 5 mil o 6 mil q, pues siente un apoyo extraordinario.

Al Movimiento llegó motivado desde el principio. Lo seleccionaron por sus propios resultados. «Como presidente de mi CCS asistí a una reunión celebrada en la «Julio Antonio Mella» con la máxima dirección política de la provincia. Allí fluyeron las primeras ideas y comenzó esta prometedora aventura en la que aprobaron, además, a dos de mis campesinos».

— ¿Hasta qué punto de vista la inserción a esa fórmula productiva representa un antes y un después?

— Mis contribuciones anteriores no pueden compararse con las actuales. Esto fue creado como regalo al cumpleaños 90 de Fidel, y es una motivación superior. Diría que un sagrado compromiso con él y el pueblo. Le he puesto más interés a las labores, al tiempo que me ha consolidado como ser humano.

— ¿Por qué?

— Tengo experiencias indescriptibles. Se me han salido las lágrimas y como hombre no me da pena confesarlo. Hay que ver las caritas de los niños cuando llegamos a la Sala de Oncohematología del hospital pediátrico José Luis Miranda y a través de una simple mirada expresan su agradecimiento, o lo que sientes por dentro al donar alimentos para un círculo infantil, al Hospital de Vueltas, al seminternado de primaria o a la secundaria ¡Compadre, se te llena el corazón, y puedes decir: Esto es Cuba.

— Gracias al Movimiento tienes una de las experiencias más grandes de tu vida…

— Estuve entre quienes visitaron hace poco Santiago de Cuba. Nunca había llegado a la parte oriental. Sentir la hospitalidad de sus pobladores y del primer secretario del Partido Lázaro Expósito Canto dejó una huella inolvidable. Visitamos el otrora Cuartel Moncada, la linda Plaza de la localidad, pero más fuerte fue llegar hasta el cementerio Santa Ifigenia.

«Este recorrido me trajo contradicciones. Yo deseaba que después de integrado el Movimiento algún día sus integrantes se encontraran con Fidel; sin embargo, no hubo tiempo. Se nos fue físicamente, mas él siempre está y lo que hacemos es para homenajearlo.

«Yo no quería perder al Comandante. Parado frente a su tumba le prometí para este año logros que ya van camino al cumplimiento y otros que ya están materializados».

Poco a poco Abimael descubre los secretos del surco, y está convencido que la Agricultura no puede apartarse de los caminos de la Ciencia y la Técnica.

«Las visitas al Instituto Nacional de Investigaciones en Viandas Tropicales (Inivit) han sido una escuela, y las experiencias de su director Sergio Rodríguez Morales una fuente de aprendizaje. Busco productos que resistan la sequía y las plagas o enfermedades. La falta de agua a la yuca le hace menos daño. Podrá atrasarse su cultivo, pero no se seca.

Satisfecho con las variedades de yuca y boniato procedentes del Inivit anda ahora tras un tipo específico de calabaza, y fuera de los trajines agrícolas disfruta mucho de su paternidad desde hace algo más de un año. A pesar de que quisiera incrementar este tipo de «producción» está consciente de que debe pensarlo junto a su compañera.

— Y sin te dieran a escoger entre la música y el campo…

Sin vacilaciones responde que por el segundo porque está feliz.

«Yo estuve de percusionista en la época de oro de la Orquesta Aliamén cuando «La merenguera» estaba en boga y la agrupación la dirigía Tomás Muñóz, mientras Sixto Llorente (El Indio) era uno de sus cantantes. Con ellos permanecí siete años; sin embargo, no puedo olvidar mi paso anterior por grupos aficionados de Camajuaní como Onda Son y Danilo y su Son. Ya son tiempos pasados con gratos recuerdos; pero abrazo el campo, mi sombrero, y un nuevo son».  

LO QUE UN DÍA LLEGÓ CON GANAS

Rolando Ruiz Rodríguez, el especialista principal de Cultivos Varios en Camajuaní, vio nacer el Movimiento 90 X 90. En aquella reunión en la CCS Julio Antonio Mella estaban productores de avanzada del municipio y surgió la idea de constituir este potencial.

«Comenzamos el análisis a partir de 57 campesinos de avanzada en cultivos varios y sus entregas al Estado. Poco a poco completamos la cifra, y lo oficializamos en mayo de 2016 durante el acto provincial por el aniversario 55 de la ANAP, efectuado en este municipio. En aquella oportunidad fue abanderado, al tiempo que sus integrantes recibieron una placa identificativa para las fachadas de sus casas.

Luego revisamos los planes de siembra para el incremento de ventas al Estado en todas sus manifestaciones: Acopio, Turismo, Frutas Selectas y el procesamiento para la industria con el suministro de frutas y hortalizas.

«Esta iniciativa que prendió en Camajuaní ha sido visitada por otros municipios para apreciar qué parámetros se tienen en cuenta, cómo se controlan las producciones a través de un expediente individual a partir de lo que se siembra, las cifras de lo que se va a entregar y los recursos puestos a disposición», precisa Rolando Ruiz Rodríguez, especialista principal de Cultivos Varios en el municipio.

«Los resultados fueron considerables. También se hizo, por primera vez, un levantamiento de recursos necesarios a fin de incentivar las producciones, por lo que entregamos sistemas de riego, alambres, grampas, combustible, neumáticos para tractores y camiones, turbinas, calzado, botas de goma, vestuario destinado a las labores agrícolas y herramientas indispensables que muchos jamás pensaron en ello».

— ¿En sus 10 años de experiencia dentro de la esfera de Cultivos Varios puede hablarse de impactos con este Movimiento?

— Es como de la noche al día. El movimiento representa el 76 % de las producciones entregadas al Estado en el primer año de constituido. Han participado en cuatro ferias, y resulta una iniciativa de Camajuaní con la que ya se dan los primeros pasos para extenderlo a otros municipios.

«Antes del Movimiento era muy difícil cumplir las asignaciones, a pesar de las cualidades de nuestras tierras para asumir los cultivos. Ahora trabajamos mucho con el sistema de rotación. La técnica era muy rústica y con los 90 campesinos ha cambiado la mentalidad. Cualquiera de ellos habla de clones de boniatos, de yuca, de tecnologías porque se ha experimentado para ver aquellos de mayores resultados.

«Es cierto que producíamos, pero ignorábamos la técnica y esto resulta inadmisible. Lograr vitroplantas de plátano en el territorio era imposible debido al rechazo total. En lo que va de año el Movimiento ha comprado 72 mil posturas de plátano, y unas 30 mil de malanga como hecho sin precedentes, en tanto tenemos productores que aportan más de 5 mil q de comida, y otro tanto respetable de plátano macho al Estado».

— Camajuaní tiene 3 486 campesinos. Es tan estricto el Movimiento que solo admite 90?

— Jamás cerramos puertas. Los 90 fueron un símbolo ante el cumpleaños de Fidel. Ahora para el día 13 en que se cumple el primer aniversario de constitución y el cumpleaños de nuestro eterno Jefe incorporaremos a otro grupo y llegaremos a 103. Eso sí, siempre dependerá de resultados. Para ello existe un consejo que evalúa a cada productor, incluso algunos ya han salido porque sus entregas quedaron por debajo.

— ¿Y no piensan diversificar el módulo de producciones?

— Comenzamos por cultivos varios, pero empezamos a crecer en la rama porcina, cunícula, apícola, ovino caprino y frutales con vistas a lograr la integralidad.

—Visto así parece una maravilla ¿Cierto, o hay también un poco de sueños?

— No es tampoco la total excelencia, pero comparado con tiempos atrás es muy notorio. La gente no oculta sus motivaciones y existe trasmisión de conocimientos y generalización de las experiencias. El propio campesino se ha dado cuenta que está llamado a innovar.

Magdiel Romero López, al frente de la CCS Julio Antonio Mella.

En esta historia no pueden faltar las vivencias de Magdiel Romero López, al frente de la CCS Julio Antonio Mella que vio el nacimiento del proyecto allá en la zona de El Guajén—Pavón. Su cooperativa suma 108 socios, entre ellos 36 mujeres, mientras nueve campesinos aparecen en la nómina del Movimiento en la entrega de frutas, hortalizas y granos mayoritariamente.

Para el licenciado en Derecho, que incluso ejerció en la Fiscalía, ha sido una renovación productiva, pero a la vez un fortalecimiento de la espiritualidad sin separarla de las acciones educativas.

En esto también coinciden Amado Pérez Colina, delegado de la Agricultura y José Luis Valladares Santana, presidente de la ANAP en Camajuaní, respectivamente, quienes recalcan que además de lo eminente productivo no olvidan los aportes humanos. Por ello cada 13 de agosto oficializarán la entrega de donativos al Hospital Pediátrico de Villa Clara.

Son todos hombres que desafían inclemencias del tiempo junto a esos rayos solares penetrantes en la piel, o las preocupaciones cotidianas gracias a esas motivaciones cuya principal misión consiste en producir para el pueblo. Son ellos quienes portan su sobrero, visten, de vez en cuando, con guayabera, y disfrutan de una controversia o de un guateque campesino mas, por siempre, con apego a la tierra.

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