Resuelven parte del misterio en torno a la oreja de Van Gogh
Pocos detalles se conocen del incidente que provocó que Vincent Van Gogh se cortara parte de su oreja izquierda el 23 de diciembre de 1888. Ahora, casi 130 años después de aquel suceso, se ha revelado el nombre y la historia de la mujer a quien el pintor entregó su oreja, según recoge la publicación especializada The Art Newspaper.
Gabrielle Berlatier, hija de un granjero y que trabajaba en ese momento de criada en un burdel, sería la mujer a quien el pintor holandés dio el lóbulo de su oreja izquierda tras cortársela después de una discusión con el también pintor Paul Gauguin, según The Art Newspaper.
Su historia, aunque no su nombre, también ha sido relatada en un reciente libro titulado La oreja de Van Gogh: la verdadera historia. Su autora, Bernadette Murphy, asegura en el libro que prometió a los descendientes de Berlatier que mantendría su identidad en secreto.
Por su parte, la publicación especializada pudo dar con el nombre de Berlatier gracias a los registros del Instituto Pasteur de París, donde la mujer fue tratada por tener la rabia al ser mordida por un perro. "Su identificación arroja más luz al extraño incidente en el que Van Gogh se cortó parte de una oreja", sostiene The Art Newspaper.
Las nuevas vacunas antirrábicas de la época le salvaron la vida a Gabrielle Berlatier, pero el alto coste de estos tratamientos endeudó a su familia, que vivía en una granja próxima a Arles, al sur de Francia, donde en ese momento residía Van Gogh. La situación económica empujó a Berlatier a trabajar como criada en un burdel, ya que era demasiado joven como para trabajar de prostituta.
Gabrielle también trabajó limpiando en el Café de la Gare, cuyos dueños, Joseph y Marie Ginoux, eran amigos de Van Gogh. Hasta ahora se creía que la destinataria de la oreja había sido una conocida del artista, bien una prostituta o la madame del burdel, pero el hecho de que Berlatier pudiera conocer a los propietarios del Café de la Gare plantea la posibilidad de que ella fuese una persona a que Van Gogh veía regularmente.
El famoso incidente de la oreja dio lugar al cuadro Autorretrato con oreja vendada, del que existen dos versiones y se cree que los pintó ante un espejo al aparecer vendada su oreja derecha en los cuadros, y no la izquierda.
(Con información de agencias)
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