Quinteto Criollo: Veinte años sonando nuestras raíces
De izquierda a derecha: Mario Gutiérrez (Mayito, director y contrabajo), Ernestina Trimiño (voz y percusión menor), Alberto Arteaga (laúd), Pedro Pérez (percusión), Eliecer Delmau (tres) y Víctor Manuel Marín (guitarra). (Foto: Cortesía de la agrupación)
El Quinteto Criollo llega a sus dos décadas con el mismo frescor que en los inicios. El 22 de abril de 1996 la entonces novel agrupación comenzó a regalar música campesina, tradicional y popular por diferentes espacios dentro y fuera de la provincia. Varios obstáculos debieron sortear los integrantes para imponerse en el difícil mundo de la música. Pero a golpe de calidad, disciplina y trabajo se hicieron de un respetado nombre.
Mario Gutiérrez (Mayito), director y fundador del Quinteto, recuerda los inicios: «En los primeros años no éramos muy conocidos. Teníamos poco trabajo, pues aún formábamos parte del conjunto campesino Voces y cuerdas de mi cocodrilo verde. Luego, decidimos separarnos, pues quisimos tomar un camino diferente y tener la libertad de crear».
El Quinteto comenzó a participar en festivales como el de la trova «Pepe Sánchez», en Santiago de Cuba, durante el cual conocieron a Eliades Ochoa, y en eventos de Camagüey, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, provincia esta última donde gusta mucho la música campesina. El público apreció los valores de la agrupación, dedicada a defender la música tradicional.
En esa fecha el grupo lo integraban Juan Vivino García (fallecido), Juan Carlos Campos, Pedrito Pérez, Ernestina Trimiño y Mayito Gutiérrez. Luego pasaron a formar parte Alberto Arteaga Gutiérrez (Arteaguita), Antonio Tony Sequeda —quien ya no se encuentra en el Quinteto—, Eliecer Delmau y, desde hace unos dos años, el joven Víctor Manuel Marín Castillo.
«En el 2010 la agrupación pasó a ser de seis músicos. Al sumarse el instrumento del tres, le dio más libertad al laudista en su quehacer. Claro, trabajamos mucho, ensayamos los martes, hacemos actividades lo mismo fuera que dentro de Santa Clara, y eso cohesiona nuestra labor», comenta Gutiérrez.
El año 2011 trajo grandes alegrías a la agrupación al grabar, luego de quince años de espera, el CD Quinteto Criollo, la trova de siempre, que constituyó un «empujón» a su carrera. El álbum logró hacerse gracias al apoyo de dirigentes del Partido y Cultura para producirlo.
«Corríamos el riesgo de que Ernestina ya iba pasando sus mejores años, aunque todavía está muy bien. Pero podía perderse su voz sin tener un disco. También nos ayudó a ser más conocidos en el mundo de la música, algo muy importante para un grupo del interior del país», dice Mayito.
El CD estuvo nominado al Grammy Latino, obtuvo el Premio en Música Popular Tradicional en el Cubadisco 2012, y una de las cinco menciones otorgadas por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba).
También, el programa radial de El Guateque de Ernestina, en la CMHW, contribuye a difundir al Quinteto en el ámbito provincial y más allá del territorio. Para Mayito el ICRT «ha sido como nuestra segunda casa».
Premios y reconocimientos avalan su obra: participación en disímiles festivales en otras provincias, como la Jornada Cucalambeana, en Las Tunas; invitaciones para grabar discos, más de 40 apariciones en el antológico programa televisivo Palmas y Cañas, intervenciones en importantes galas político-culturales y presentaciones en varios países. Luego de veinte años, el Quinteto Criollo no cesa de cultivar y salvaguardar la música cubana más auténtica.
(Con información de Francisnet Díaz Rondón. Periódico Vanguardia)
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