¡Mucha Moreno en esa Yipsi!
Por Ricardo R. González
No conozco personalmente a Yipsi Moreno; sin embargo, cada vez que la veía por la tele me daba esa sensación de mujer ruda y prepotente.
Que equivocado estaba porque esa hipótesis visual se desmoronó como castillo de naipes cuando, en la noche del martes, vi las imágenes de su arribo a Cuba plenas de una ternura sin igual para su pequeño que la aguardaba en el aeropuerto habanero.
Quizás esa conmoción materna del reencuentro la hizo más feliz que aquellos instantes del quinto lance en que situó el martillo a 71,35 metros para dejar atrás su anterior marca centrocaribeña de 70,22, lograda en Cartagena de Indias 2006.
Quizás ese sentimiento filial hacia su hijo disipó la tristeza de saber que lanzaba el implemento por última vez, allá en el estadio xalapeño Heriberto Jara, como despedida de su fructífera carrera.
De lo que sí estaba claro es que para ti nunca hubo imposibles, incluso que te alzaste en los momentos más difíciles a fin de demostrar que la voluntad minimiza todas las barreras que tratan de asfixiar el progreso.
En medio de lágrimas y alegrías volviste a reafirmar lo que será, a partir de ahora, la mejor y más completa de las competencias porque por sobre todas las cosas: «mi bebé me necesita».
Y antes de irte fuiste honesta al reconocer el valor de tu compañera de equipo, Yurisleydis Ford, a quien dejas el martillo «en buenas manos», sin ápice de rivalidad ni protagonismos exclusivos.
Claro que extrañaremos tus peculiares gritos y los golpes en el pecho al coquetear con el martillo. Ya no estarán en los próximos torneos, mas quedan en el corazón de tus compatriotas junto a la imagen de una camagüeyana que acarició la gloria olímpica para entregársela toda a Cuba.
Ya sé que no eres una mujer ruda ni prepotente…Suerte, campeona, en ese nuevo reto de velar por tu pequeño, acarícialo y bríndale todo tu amor para que vayas en busca de la presea más querida porque, sin dudas, hay mucha Moreno en esa Yipsi.
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