Benzema, caso aparte
Es un superclase, pero tiene la sangre fría, o lo aparenta, y carga con el cartel de enchufado, porque lo es, aunque tal cosa no sea culpa de él. Pero Florentino alardeó de su fichaje como un empeño personal, se puso en evidencia cuando se levantó en el palco de Lyon y se ha puesto más en evidencia este verano cuando ha despachado a Higuaín sin reemplazarlo por ninguna de las varias ofertas que el mercado proponía: Luis Suárez, Cavani, Falcao, Agüero… Se quedó Morata, Bota de Oro del Europeo Sub-21, y ahora el que queda en evidencia es Ancelotti, que no se atreve a contravenir el gusto de su jefe.
Porque me temo que, salvo error u omisión, los únicos que no han dejado de salir de titulares hasta ahora en un partido oficial han sido Cristiano y Benzema. Lo de Cristiano se entiende, lo de Benzema, menos. Y mucho menos que cuando la presión ha llevado a Ancelotti a meter a Morata haya sido sacrificando a alguno que no fuera Benzema. Es evidente que el delantero carga con culpas que no son suyas y con una imagen triste y apática que no le ayuda, pero lo peor es que su problema se agrava en Francia. Allí mete todavía menos goles (ya ninguno) y hasta ha perdido el puesto de titular.
Él se defiende con argumentos que me parecen mal fabricados. Eso de que ‘se asocia muy bien’ y de que no está necesariamente para meter goles ya se lleva escuchando algunas semanas aquí, y no creo que cuele. Es un jugador brillante, pero puede hacer más. Por mucho que se defienda con estadísticas de kilómetros, le falta ambición para ir con todo a según qué balones en el área y sobre todo le faltan goles. Tanto como le sobra el exceso de protección, que le coloca en mal lugar ante la afición. Es bueno que mantenga su calma, incluso que se crea lo que le han dicho que diga, pero lo que necesita son goles.
(Con información de As)
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