Teatro Escambray cautiva a Venezuela
Por Ricardo R. González
Un público integrado, fundamentalmente, por niños y jóvenes quedó impactado con el Grupo Teatro Escambray (GTE) en comunidades venezolanas que, por primera vez, se enfrentaban a la magia de las escenificaciones teatrales.
Ninguno imaginó que un colectivo de actrices y actores los motivara a través de títeres inanimados capaces de transmitir mensajes e interactuar de manera sorprendente con los asistentes que no dejaban de reconocer la calidad de los artistas.
Para Rafael González, director de la compañía villaclareña, estas vivencias constituyen un retorno a los orígenes al compararlas con aquellas logradas en el Escambray con un auditorio que a finales de la década de los 60 ni imaginaba lo que era una puesta de teatro.
A Sergio Corrieri se debe la fundación del GTE en 1968 cuando teatristas habaneros decidieron abandonar la vida y comodidades citadinas para adentrarse en sitios de difícil acceso con el afán de representar en la escena diversos aspectos de la realidad cubana.
Según González el grupo ha evolucionado con la propia sociedad, y a 45 años de creado evoluciona de acuerdo a la época, sin abandonar sus credenciales de escuela teatral en la que jóvenes actores garantizan la continuidad.
Luego de un año de trabajo en tierras venezolanas el GTE regresa a su legendario campamento de La Macagua, en pleno corazón escambradeño para proseguir con los nuevos argumentos que los hacen indispensables en la cátedra del teatro cubano.
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