Liuba canta a Teresita, a los niños, a la poesía, a la vida
«Con la inocencia del arcoíris» es el concierto que Liuba María Hevia ofrece este fin de semana en el Karl Marx junto a La Colmenita, celebrando el Día Mundial de la Infancia.
«Este ha sido uno de mis discos más soñados y que más feliz me ha hecho», aseguró Liuba María Hevia al presentar su álbum Liuba canta a Teresita (BIS MUSIC), premiado en Cubadisco 2013 en la categoría de Música para niños.
El volumen de 15 temas es un homenaje a la gran cantautora cubana Teresita Fernández, de quien Liuba tomó las canciones que prefería desde que era niña.
«Para querer a Teresita no hace falta conocerla, yo tuve el privilegio de conocerla y eso me hizo apreciarla más», comenta la trovadora, que cautiva a cualquier público con su ternura y transparencia.
Liuba es una de las más versátiles artistas de la música cubana, su voz da vida a un tango, una canción romántica, una guajira o un tema para niños. Este último álbum se suma al repertorio infantil de la compositora (Travesía mágica; Atentos, traigo un regalo y Secretos cantados).
Además de este disco y el recién producido Naranjo en flor, Liuba pone en marcha otros proyectos en este año para festejar sus 30 años de carrera artística. Entre estos se encuentra la realización del libro Tantas vidas, que incluirá un cancionero, acordes de las canciones, correos electrónicos, poemas de artistas que ella admira como Silvio Rodríguez y otros recuerdos que atesora.
Los conciertos de los días primero y dos de junio, dedicados a los niños, son parte de esta celebración. En el teatro se venderá discografía de Liuba —quien es Embajadora de Buena Voluntad de la UNICEF— y se exhibirá una colección de dibujos de Adriana González Paula, una niña que acompañó a Liuba en varias presentaciones.
—Cada vez que te lanzas a la aventura de cantar a los niños, ¿qué te motiva?
—Siento que esto es parte de mi trabajo, el trabajo con los niños para mí es esencial. Preparo el disco e hilvano las canciones con coherencia. Para mí las canciones para niños son siempre bienvenidas.
—¿Cómo te las arreglas para que cada disco suene a nuevo?
—Porque tengo un equipo fuera de serie. Tengo músicos como el Guajiro Miranda, que hace unos arreglos increíbles, únicos. Yo lo que hago es diseñar el color de cada disco, escojo los instrumentos que me acompañarán y luego él les da vida.
—Tú misma has dicho que para dirigirse a los niños hace falta un misterio y hay que decir las cosas justas en el momento exacto. ¿De dónde crees que sale ese don tuyo?
—Hay personas que tienen la necesidad de trabajar para niños y otras no. Algunos maestros son muy buenos para adultos y son incapaces de impartir clases a niños. A mí me encanta el trabajo con los niños, creo especialmente en la creación para ellos y es algo misterioso. No se puede explicar, es una química que me hace sentir feliz y a ellos también.
—¿Qué sientes cuando alguien que ya no es niño te dice «Liuba, yo escuchaba tus canciones desde pequeño…»?
—Me siento muy mayor… (Risas). En realidad, me siento muy honrada. Me pasa constantemente con muchos jóvenes que veo en la calle y me dicen que me recuerdan cuando salía en la televisión cantando Señor arcoíris. Me parece maravilloso. El tiempo es amigo de uno. Lo mejor es haber vivido y tener esos recuerdos.
—Tus próximos conciertos serán para conmemorar el Día Mundial de la Infancia. ¿Qué te gustaría decirles ese día a los niños, qué quisieras reclamar?
—Yo sería feliz si ellos la pasaran bien ese día en el teatro. Me gustaría que vieran la exposición de Adriana, una niña que sufrió mucho por su enfermedad mortal, pero que fue muy feliz, que habló de la alegría, de las cosas importantes en la vida. Me encantaría que sonrieran, que se divirtieran con La Colmenita y se llevaran en el corazón la música de Teresita.
—¿Cómo se sienten 30 años de carrera?
—Como si no fueran 30, sino 5. Siento la necesidad de decir aún muchas cosas. El tiempo es un tramposo y hay que vivir con intensidad cada cosa que hacemos en la vida.
—Háblanos de tu próximo disco: Mapa de mis canciones.
—Será un volumen doble de 36 canciones, básicamente con el acompañamiento de mi guitarra y, en unos 10 o 12 temas, tendré algunos músicos invitados: guitarristas clásicos y populares, treseros, laudistas, bajistas… porque es un disco dedicado a la guitarra, es muy trovadoresco. Me lo debo como trovadora que soy.
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