«Somos feministas, pero no excluimos a los hombres», dice representante villaclareña
Por Ricardo R. González
Foto: Carlos Rodríguez Torres
Ahora las villaclareñas andan en preparativos para su IX Congreso, y la secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en Villa Clara, Alicia Camila Campos Pérez, sentencia que «somos una organización feminista al defender los derechos de las mujeres, pero no excluimos la participación de los hombres».
Bajo este presupuesto reconoce que los objetivos iniciales de la organización han sido cumplidos en la marcha de los 53 años de existencia; sin embargo, los tiempos actuales demandan un enfrentamiento a las ilegalidades, a los actos de corrupción e indisciplinas sociales, y al rescate ante la pérdida de valores que reclaman nuevos métodos y acciones.
Por ello considera que cada delegación y bloque de la FMC debe contar con su identidad, con esa especie de radiografía que refleje el día a día, con aciertos y dificultades, y cuente con los mecanismos apropiados para persuadir, en los casos necesarios, o eliminar sus problemáticas.
«Ello no se logra como eslabón aislado. Hay que integrarse y contar con el apoyo de quienes conforman la barriada, de los que viven en cada cuadra. De aquí que lo más trascendente para el Congreso —a celebrarse en marzo de 2014 en la capital cubana— es el quehacer en las delegaciones».
Más de 4 millones de mujeres están asociadas en Cuba a la FMC bajo el principio de voluntariedad; pero la existencia de problemas organizativos hace que conspire con la realidad.
«A veces una mujer cambia de domicilio y no le dan alta en el lugar de destino, otras aluden a disgustos personales con alguna integrante del ejecutivo, y existen las que mantienen sus desavenencias ideológicas que, por supuesto, resultan respetadas.
Si de retos se trata la dirigente femenina asevera que el camino traza un amplio espectro. «Aún la cifra de mujeres en cargos decisorios no trae saldos equitativos comparada a la de los hombres, sin querer en ningún momento suplantarlos, mas damos a diario pruebas de nuestra capacidad, nivel de organización, responsabilidad, y desempeño».
También el trabajo preventivo y social exige mayor dedicación, sin descartar la encomiable labor que realizan las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia (COMF) con sus múltiples potencialidades.
«Si hemos ganado en lo concerniente a las leyes que protegen a la mujer, en el pleno ejercicio de la igualdad, y en la atención a las trabajadoras, también podemos dar más en la promoción de salud, en el rol activo como representantes ante los consejos de escuela, y en otros detalles de la vida cotidiana que, por insignificantes que parezcan, pudieran tener soluciones apoyadas en la inteligencia y destreza de las mujeres».
También puede ver este material en:
0 comentarios