Rodríguez: El triunfo ante Japón es algo grande para Puerto Rico
El veterano dirigente del equipo nacional de Puerto Rico, Edwin Rodríguez, mostró vez más su clase y compostura, a pesar que el equipo de su país había hecho historia en la tercera edición del Clásico Mundial de Béisbol al derrotar en las semifinales por 3-1 a Japón y acabar con su hegemonía de dos títulos de campeón.
“Lo que han hecho estos jugadores con su magnifico trabajo es algo muy grande para el deporte del béisbol y los jóvenes sino para todo el pueblo de Puerto Rico como país”, subrayó Rodríguez.
“Nuestro pitcheo ha estado intratable, la defensa excepcional y que decir del bateo que nos permitió fabricar las tres carreras del triunfo”.
Precisamente fue el abridor derecho Mario Santiago (1-0), ganador del partido, el que lanzó una joya de pelota hasta que en la parte alta de la quinta entrada con un “out “out” en la pizarra, sufrió rigidez en el antebrazo y tuvo que abandonar el montículo para que ocupase su puesto José De La Torre que hizo un trabajo brillante, como los tres lanzadores boricua que lo siguieron.
“Sabíamos que si nuestro pitcheo nos mantenía en el partido, como sucedió en los anteriores partidos ante Italia y Estados Unidos, al final nuestro bateo también surgiría porque tenemos hombres de calidad y Alex Ríos lo demostró al pegar el jonrón”, destacó Rodríguez.
El manejador boricua también tuvo palabras especiales para el receptor Yadier Molina, de los Cardenales de San Luis, que en la parte baja de la octava entrada cuando Japón apretó en busca del empate, sacó un “out” monumental y decisivo entre primera y segunda al intentar el corredor japonés robarse la almohadilla.
Rodríguez, que había sacado al montículo zurdo J.C. Romero para apagar el fuego que dejó encendido Randy Fontanez con corredor en circulación, vio con alivió como Molina hizo la jugada del partido.
“El liderazgo de Yadier Molina no puede ser cuantificado, por eso es el mejor cátcher del mundo”, subrayó Rodríguez. “Ahora tenemos que estar todavía más concentrados para hacer todavía nuestro mejor partido en la final, sin importar el rival, aunque como es lógico nos gustaría que fuese la República Dominicana, eso aseguraría un campeón de nuestro béisbol”.
Si el pitcheo fue hermético, la defensa excepcional, el bateo de Ríos fue doblemente especial, productivo, brillante y hasta cierto punto inesperado por lo que había ocurrido hasta ahora.
Ríos fue precisamente el gran triunfador de la noche no sólo por haber pegado el jonrón impulsador de las dos carreras que sentenciaron la victoria de Puerto Rico sino porque también rompió el pobre desempeño que hasta el partido contra Japón había tenido.
El jardinero de los Medias Blancas de Chicago, que llegó al partido con sólo .136 (tres hits en 22 turnos, sin impulsadas y tres ponches) de promedio de bateo, pegó el hit más importante hasta ahora.
Luego que el campocorto Mike Avilés abrió la séptima entrada con sencillo, Ríos desapareció la pelota por el jardín izquierdo un cambio en cuenta de 1-1 del relevista zurdo Atsushi Nohmi.
“Fue un turno muy emotivo”, admitió Ríos. “Ya me había lanzado un cambio en el turno y no se le dejé pasar cuando vino con otro porque sabía que se lo hacía contacto la pelota se marcharía fuera del parque y así sucedió”.
Por su parte, el piloto de Japón, Koji Yamamoto, dijo que no tenía que arrepentirse de ninguna de sus decisiones, incluida la de haber perdido el doble robo con su cuarto bate porque dijo que ” “fue un intento fallido, pero adecuado”.
Japón trató en vano de conseguir el tricampeonato con un equipo carente de sus figuras establecidas en Grandes Ligas, como Yu Darvish e Ichiro Suzuki, algo que al final le paso factura ante un equipo pletórico de buen juego como el de Puerto Rico.
“Todos nuestros jugadores son de nuestras ligas. Tratamos de cumplir como equipo y luchar”, señaló Yamamoto. “Nuestros adversarios esta noche fueron formidables y superiores en bateo y pitcheo por lo tanto también justos vencedores a los que hay que felicitar y desearle la mejor de la suerte”.
Yamamoto subrayó que el pitcheo de Puerto Rico brilló de manera especial y nunca les permitió entrar en el partido con el juego ofensivo.
“Nunca tuvimos opción de hacerles daño con el bate y cuando eso sucede en el béisbol estás perdido”, admitió Yamamoto. “Ahora lo que tenemos que hacer es sacar todo lo positivo que les ha dejado a los jugadores la competición internacional y que les puede servir de manera muy especial en sus futuras carreras profesionales”, agregó el piloto del equipo japonés.
(Con información de EFE)
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