Un gas benefactor
Emilio Soto explica el proceso desde la llegada de la carretilla con el estiércol para ser procesado, y llegar por tuberías hasta el fogón.
Por Ricardo R. González
Foto: Ramón Barreras Valdés
Tamara Solís Veitía labora en la cocina de la finca de autoconsumo del Partido en Villa Clara. Cada día inicia su jornada sobre las 7:00 de la mañana, y poco tiempo después las cuatro hornillas habilitadas en los fogones desprenden un azul intenso en extremo llamativo.
Poco a poco comienza la cocción de los alimentos, a tal punto que puede elaborar el menú para unos 200 comensales en un tiempo prudencial.
Tamara no concibe aquellas jornadas pasadas en que para encender ese fogón era necesaria una carreta de leña, a veces hasta comprada, a fin de lograr la energía que cumpliera los reclamos de la cocina, pues desde finales de 2008 el empleo del biogás cambió el panorama.
EL POR QUÉ Y EL COMO
Si alguien conoce las ventajas de dichas transformaciones es Enrique Soto García, el jefe de la finca de autoconsumo, quien busca entre los recuerdos aquel accidente de un camión al dar la marcha atrás, y provocar algunos daños en un segmento del lugar.
Allí existía un silo destinado a preparar la comida de los animales de cría, por lo que decidieron conservar el lugar en busca de algún proyecto reconstructivo.
«Estudiamos la posibilidad de instalar un biogás, y la mirada de los especialistas determinó que aquel sitio era el punto idóneo. Apareció un proyecto, e iniciamos las labores, hasta dejarlo concluido», precisa Soto García.
Desde entonces permite la elaboración de todos los alimentos con ahorro de fuerza de trabajo, de combustible Diesel, además de la limpieza del sitio y de los utensilios que ya no tiznan las inmensas calderas como ocurría cuando eran sometidos al fuego de la leña.
«La experiencia nos llenó de motivaciones, y después montamos otro en la cochiquera cuyo funcionamiento a plenitud debe comenzar en los próximos días, y contamos con el tercero, en fase de terminación, instalado en la vaquería con el objetivo de facilitar el procesamiento de la comida de las familias residentes próximo al lugar, y de un comedor eventual existente allí. Aun no se ha concluido el montaje de esta modalidad de energía sustentable que debe terminar para el primer trimestre del año».
Y todo a partir del estiércol obtenido de la ceba de toros y de las vacas existentes en la Granjita, pues con uno o dos vagones diarios solucionan la materia prima necesaria destinada a mantener encendida una llama que permite graduar su intensidad.
«A manera de experimento hemos estado 15 días sin suministrar el excremento y el biogás permanece sin variaciones».
Desde el propio sitio Emilio Soto muestra el mecanismo que convierte al estiércol en energía, y mediante tuberías llega a la cocina para encender el fogón.
Un estanque con peces existe en el centro principal del biogás como forma de lograr un equilibrio con el medio ambiente.
¿Y será posible iluminar La Granjita mediante el uso de energía renovable?
— Existen planes. La INPUD estudia dicho proceso, y pudiera ejecutarlo a partir de las experiencias de un trabajador vinculado al porcino en Placetas que logra resultados encomiables, por lo que no se descarta la idea en un futuro mediato.
Mientras tanto, la llama mantiene su azul intenso a base de un método que todavía le falta mucho camino por andar en la provincia. Sin embargo; desde aquí se humanizan las faenas cotidianas gracias a las bondades de un gas benefactor.
VENTAJAS DEL BIOGÁS
— La quema de biogás en un motor de cogeneración permite aprovechar parte de la energía generada en forma de calor para autoconsumo. Esto reduce y elimina el coste asociado en otros combustibles.
— No se pudre ni genera focos infecciosos, y evita el crecimiento de malas hierbas.
— Constituye una inversión rentable en el tratamiento de los residuales, y no provoca emisión de gases contaminantes, a la vez que humaniza el trabajo sobre la base de una alternativa tecnológica, económica y social sostenible.
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