Un Rey con sentimiento y corazón
El anuncio de su actuación suscitó aplausos y exclamaciones entre el público presente en el Centro Cultural El Bosque, de ARTEX. Aquel viernes muchos auguraban una noche diferente gracias al inconfundible talento de aquel guajiro sagüero.
Hacía un año que Ramón Leonardo García Mederos, o simplemente Leo Rey, como todo el pueblo lo conoce, no cantaba en escenarios de su tierra villaclareña. No obstante, la gente disfrutó cada una de sus interpretaciones plasmadas de sentimiento al estilo de la vieja guardia de boleristas y «filineros», señal de que el experimentado cantante no ha perdido la magia de tocar almas y corazones con el encanto de su voz.
Dueño de un timbre grave, pero agradable al oído, recibe el aplauso de quienes le escuchan por su peculiar manera de decir la canción y de comunicarse con el público.
Oriundo de Viana, una pequeña comunidad rural perteneciente a Sagua la Grande, Leo empezó desde niño, influenciado por Chanito Isidrón; Evelio Rodríguez, bongosero de Palmas y Cañas, entre otras figuras de la música campesina. Algunos miembros de la familia también contribuyeron a levantar el espíritu musical del joven cantor.
«Mi tío Lilo Mederos tocaba Laúd y mi tía Nena Mederos cantaba y tocaba el tres. A través del tiempo me interesé en el bolero y la canción. Éramos pobres, y mi papá compró un radio. Eso para mí fue algo grande, porque a través de esta me adentré mucho más en el mundo musical.»
«Junto a la radio y las victrolas tarareaba temas como Sabor a mí, Contigo en la distancia, Globos rojos, y las de José Tejedor, que siempre he admirado», dijo.
El experimentado bolerista es un defensor a ultranza de la música cubana auténtica, y aboga siempre por la profesionalidad y el respeto del artista hacia quienes brinda su arte y hacia sí mismo.
«Creo que es muy importante defender nuestra música. El bolero, la trova, el son, el feeling… forman parte de nuestras raíces, nuestra idiosincrasia. Nos identifica como cubanos y eso tenemos que conservarlo».
Basado en su experiencia, asevera que cuando el cantante está enamorado se inspira más, lo cual descubrió al relacionarse con una muchacha de La Habana que venía a casa de unos vecinos, con quien sostuvo una relación que le impulsaba a cantar mejor.
Ha participado en disímiles eventos musicales como en los festivales del creador en Santa Clara y Sagua la Grande, los Boleros de Oro, el «Chany Chelacy», en Ciego de Ávila; el «Juan Arrondo» en la capital del país; y los villaclareños «Gustavo Rodríguez» y «Rodrigo Prats», entre otros.
Por su espontaneidad, sencillez y profesionalidad, Leo se ha ganado el cariño y el respeto de quienes le escuchan, porque para ser rey no siempre es necesaria una corona, solo basta cantar con sentimiento y dar el corazón.
(Con información de Francisnet Díaz Rondón. Periódico Vanguardia)
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